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EICISOFT: Un gazapo de libre empresa del comunismo

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La creación de EICISOFT no tiene un momento en el tiempo que pueda determinarse con certeza. En algún momento del 2006 o el 2007 se cumplieron 25 años. Me ha tomado todo este tiempo apagar la pasión lo suficiente como para entender un poco que fue lo que pasó. Si bien el tiempo borra mucho elemento anecdótico, es a esta distancia que se me hace posible una mejor caracterización de los personajes en su contexto lo que me permite explicarme como es que pudo surgir y por qué es que no pudo durar.

La discursiva comunista acostumbra a poner la "necesidad histórica" por encima del papel de los personajes que la protagonizan y con esto, reafirmar su fe en el materialismo histórico marxista. Este enseña que una vez creadas las condiciones objetivas, los personajes necesarios surgen para producir el cambio cualitativo. Yo no creo esto, pienso que las condiciones se crean muchas veces sin que pase nada. Es sólo la rara coincidencia de personajes en posiciones, tiempo y espacio lo que realmente completa el contexto. Consecuente con esta convicción, la redacción se hará en primera persona y se narrará a través de los personajes que en esta historia intervinieron.

Mandy

Mandy Mi nombre, de acuerdo al registro civil y fe de Bautismo, es Armando Rodríguez Rivero, pero alguien alguna vez, creo que fue mi tía Magda Rivero, me puso el Mandy ese que me acompañó durante los 47 años que viví en Cuba, incluyendo lugares no propios para los sobrenombres, como lo son el ejército y el profesorado Universitario. Mandy llegó a ser el nombre por el que se me conocía a nivel de gobierno y el que se usaba hasta para presentarme en entrevistas televisivas. Llegué a pensar que ese apodo me acompañaría hasta la muerte, pero ya en los Estados Unidos, donde, de la misma forma que los Joseph’s son Joe’s, los Richard’s Dick’s y los James Jimmy’s, las Amanda’s son Mandy’s, por inconcordancia de género, el apodo ha ido cayendo en desuso.

Después de impartir Electrónicas y Electromagnetismos por diez años, en 1981, a Mandy terminan por botarlo de la Universidad por falta de confiabilidad política. Lo curioso de todo esto, es que no se trataba de que tuviera la agudeza de percibir la maldad intrínseca del sistema, todo lo contrario, creía en aquello y la emprendía contra todo lo que fuera contra los ideales de libertad y justicia que creía que la Revolución representaba. Yo estaba en contra de la asistencia obligatoria a clases, veía que la libertad y la responsabilidad individual iban juntas, lo que no me percataba era que el socialismo es todo lo contrario y al combatir la asistencia obligatoria estaba yendo contra el sistema mismo. Estaba en contra del promocionismo, lo veía como un vicio, como una desviación y como tal lo combatía, no me percataba que estaba también en la naturaleza del sistema eso de diluir individualidad en el colectivo. Pensaba que la ciencia estaba por encima de la política, que los mejores libros, lo mejores cursos, los mejores métodos docentes, eran aquellos que enseñaban a pensar de manera crítica, a imaginar y a crear. Consecuente con esto defendía los cursos de Berkeley, los del PSSC (Physical Science Study Comitee) y las Lectures in Physics de Richard Feynman.

Mientras mi simpatía por este último personaje se transparentaba en mis conferencias, su electrodinámica cuántica que le valió el Nobel, estaba excluida del currículo en la Universidad de la Habana. Todo lo que yo defendía y lo que me simpatizaba tenía una cosa imperdonable en común, no sólo era capitalista, sino americano. Si a todo eso le sumamos que tenía a mi padre en los Estados Unidos, que este me había ido a ver a Suecia durante mis estudios allá y que la seguridad del estado conocía de ese prohibido encuentro que yo inútilmente insistía en negar…hay que llegar a la conclusión de que mi expulsión de la Universidad, aún con el atenuante de mis servicios en Campaña de Alfabetización y la Tropas Coheteriles Antiaéreas, eran, como bien les gusta decir a los comunistas, una "necesidad histórica".

Bueno, para ser exactos, no llegaron a aplicarme ninguna de aquellas terribles resoluciones, después de la cuales al sancionado le quedaban pocas opciones laborales dentro de aquel engendro socialista llamado el “Calificador de Cargos”. Simplemente, me dieron a escoger entre irme para “la Micro Brigada” por un tiempo indefinido o simplemente… abandonar mi cátedra. Nunca he tenido tendencias suicidas personales o profesionales, por lo que la decisión fue obvia.

Villo

Mis seis años de servicio en las tropas coheteriles, me procuraron un buen prestigio técnico y esté había llegado, a través de algunos de mis compañeros de armas, a un polémico personaje conocido por Villo. A la sazón, Antonio Evidio Díaz González, alias Villo, estaba al frente de; DIE (Dirección de Instrumentación Electrónica) del CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Científicas). Lo de polémico, era porque Villo combinaba virtudes como la inteligencia y la valentía, con los métodos de dirección menos ortodoxos. Esto hacía que, a modo de chiste, se le declinara el apodo al de Villano. A Villo lo movían objetivos nobles, enmarcados en una visión patriótica de desarrollo tecnológico, pero para lograrlos, no reparaba en usar chantaje, soborno o intriga, tampoco se detenía en recompensar materialmente, por “debajo de la mesa”, a quién le servía en sus empeños, sus altos ideales le justificaban moralmente todo esto.

En el contexto cubano, donde citando a Raúl Roa, lo único que no te puede pasar es el “caer pesado”, entre todas sus virtudes, la que más le ayudaba a triunfar, era la de resultarle simpático aun a aquellos que lo consideraban un bandido. Villo, a diferencia del dirigente típico de socialismo cubano, mostraba un gran respeto por el talento técnico y comprendía que éste no solía acompañarse de una gran docilidad ante los lineamientos del Partido y fue ésta característica la que hizo que me ofreciera trabajo en el DIE. En cambio, Villo parecía considerar que el talento era necesario sólo para la técnica, ya que el personal administrativo de que se rodeaba solía estar desprovisto totalmente del mismo.

Villo era un maestro en eso de darle la vuelta al socialismo, él sabía que un “botao” de la Universidad no iba a pasar por el finísimo filtro político del CNIC, por lo que usó el subterfugio de emplearme por la EDAI, una empresa del Ministerio del Azúcar que recibía muchos servicios del DIE. Su influencia sobre aquella empresa emanaba, no sólo de los mencionados servicios, sino de su estrecha relación con su compañero de estudios de Ingeniería y, a la sazón, Ministro del Azúcar, Marcos Lage. Otro personaje, al que haré debida referencia más adelante.

Esto último y la habilidad de Villo, me salvaron de que me botaran por motivos políticos una segunda vez. Resulta, que a las pocas semanas de trabajar para Villo en el DIE, se produce una asamblea para elegir los trabajadores de “Avanzada”. Al candidato que llevaba el núcleo del Partido, le salió la contrapropuesta de un técnico conocido por “El Moro”, la que rápidamente ganó momentum. Cuando la mesa se percató de que su candidato perdía sin remedio, sacó el argumento de que “El Moro” no calificaba por un tecnicismo que no puedo ya recordar por intrascendente. En eso, me acordé de haber leído en un periódico “Trabajadores” que andaba por encima de las mesas en el laboratorio, algo que exactamente contradecía aquel argumento. Salí de la asamblea y regresé con el periódico en la mano, de ahí mismo pedí la palabra y leí el fragmento…Desde la mesa, me preguntan desafiantes…¿Y que periódico es ese? - pues es el órgano oficial de la CTC (Central de Trabajadores de Cuba), que es la que orienta estas asambleas, según tengo entendido. Aquello les viró la asamblea de cabeza y el Moro salió por aclamación. El Partido, con su habitual arrogancia, no podía tolerar que se le ridiculizara y quería sangre. Comenté con Villo que yo conocía al esbirro mayor de aquella mesa del Instituto de la Habana y que era un “flojón”, de esos que se había “rajado” en la escuela militar del 5to distrito cuando el llamado a los cohetes en el 1963. Ese dato, ahora en poder de Villo, le era suficiente para neutralizar aquella intriga. Cuando lo vinieron a ver para que me botara, Villo les entró con otro tecnicismo, que con fina ironía les recordaba el reciente ridículo, arguyó que no podía botar del DIE a quien no era de la plantilla DIE sino de la EDAI, y bajito, al oído del esbirro mayor, le recomendó que mejor le valía no revolver más el excremento, pues pudiera salirse el hedor de su patética actuación en el 1963.

Romero y Medicuba

Villo me dio la oportunidad de destacarme como diseñador electrónico y la aproveché. Utilizó esos logros para procurar que se me volviera a dejar viajar y me envió en 1981, con la empresa de comercio exterior Medicuba, a una exposición de equipamiento médico en Riazán (cerca de Moscú). Allí se llevó, entre otros productos relativos a la medicina, un equipo de soldadura por puntos para ortodoncia que yo había diseñado. Este viaje tuvo una gran importancia, porque fue allí que pude intimar con otro personaje que tuvo mucho que ver con su surgimiento de EICISOFT, Orlando Romero, director de Medicuba.

Realmente, había conocido a Romero durante mi estancia en Suecia entre 1973 y 1974. Fue por aquella época que asumió la dirección de Medicuba teniendo poco más de treinta años. Ya cuando Riazan, Romero era el decano de los directores de empresas del Ministerio de Comercio Exterior.

Esas eran posiciones muy codiciadas, las posibilidades de malversación y aprovechamiento eran enormes comparadas con cualquier otro puesto de similar responsabilidad. Precisamente por esto, era que esos directores estaban bajo el más severo y minucioso de los escrutinios. Además de cuidarse de no tener deslices reales, debían defenderse contra las intrigas de todo tipo por parte del ejército de oportunistas que les envidiaban esas posiciones.

Romero era, al contrario de Villo, todo austeridad en lo personal, cualquiera de sus subordinados se beneficiaba más que él desde posiciones con oportunidades mucho más limitadas. Él se complacía en permitir eso dentro de ciertos límites, lo que le procuraba un fuerte apoyo desde abajo. Contrario también al típico dirigente criollo que solía ser notoriamente promiscuo, Romero no se tomaba libertades sexuales, ni dentro, ni fuera de Cuba, pero si tomaba nota de las libertades que el resto se tomaba. Le sabía a todo el mundo, pero nadie le sabía nada a él, no por gusto era “el Decano”.

Mientras yo me adentraba en las intríngulis de circuitería crecientemente digital de la época, a los altos niveles se movían las piezas. Marcos Lage abandonaba el Ministerio del Azúcar y se convertía en el Ministro de la Industria Sidero Mecánica (SIME). Marcos Lage traía a Villo del DIE para crear la Empresa de Instrumentación y Control Industrial (EICI) y Villo se llevaba con él a una selección del DIE atendiendo a uno de dos criterios: resultados técnicos o incondicionalidad. Con los incondicionales formó su acostumbradamente mediocre staff de dirección y con los técnicos formó varios grupitos, uno de ellos alrededor del Ingeniero José Ramón López, o simplemente…López.

López

Agudo, rebelde y talentoso, hubiera sido una buena selección para iniciar el “think tank” al estilo Hewllet Packard o MIT con que soñaba Villo, de no ser porque su desencanto con el sistema lo hacía tender al aislamiento. López había apoyado con entusiasmo a la Revolución en su época de estudiante, tengo entendido que llegó a ser un alto jefe de las milicias universitarias, pero desilusionado con el rumbo que habían tomado las cosas, terminó alejándose de la ingeniería y refugiándose en el estudio de la fisiología. Con ese conocimiento de las ciencias y la matemática que normalmente le falta a los médicos, López impresionaba con su dominio del tema, pero no se integraba a ningún equipo de trabajo.

Me había ganado la estimación de López desde 1981 en que obtuve el primer lugar en el concurso de "Ideas Prácticas" cuyo jurado había presidido. El concurso lo había auspiciado la revista Juventud Técnica que él asesoraba regularmente y de la que había sido su primer director. El premio en metálico fue ridículo, consistente con la política imperante contraria a los estímulos materiales, pero me hizo merecer la admiración de bella Mabel Longres, que fungía entonces como secretaria de la dirección de la revista y que, después de no poca persistencia por mi parte, terminó aceptándome.

A instancias de Villo, López acepta dirigir ese grupo, pero con la condición de hacerlo desde su casa. El grupo de López no tuvo nunca más de otros dos, que eran Humberto Lista, talentosísimo ingeniero que vino también del DIE y yo. López tenía muchas ideas de equipos sencillos relativos a preparación física y la nutrición. Yo le implementé uno de ellos ya con tecnología digital, el Saltímetro, que me procuró mi primer encuentro con Fidel Castro. Marcos Lage seleccionó el Saltímetro para figurar entre un grupo de equipos relativos al tema de la salud que se expondrían en el Consejo de Estado y habiendo sido baloncestista en su juventud, Fidel no pudo sustraerse a la tentación de probar el Saltímetro que yo exhibía. Al terminar, los expositores fuimos invitados a un brindis en el que aparte de manjares y licores finos, se nos brindó nada menos que una copita de leche de Ubre Blanca. Esta supervaca era la noticia del momento. Se sugería por la prensa radial y escrita, que era la culminación de los ya largos esfuerzos en el tema de la genética ganadera del máximo líder. Lo que más me impresionó de aquel primer encuentro fue, que las enormes diferencias jerárquicas entre técnicos como yo, directores como Villo y Ministros como Lage, se hacían despreciables ante la presencia de Fidel Castro.

Villo le pasó varias tareas a ese grupo de Lopéz, una de las cuales fue la de crear una valla lumínica con movimiento, como las que había antes de la Revolución anunciando diversos productos y marcas comerciales. La idea era ver si la electrónica podía reemplazar los complicados engendros electromecánicos que se usaban para las mismas en la década de los 50. En aquella época, las ideas se me ocurrían a tropel y no sólo ideé una solución usando memorias programables de lectura solamente, sino que la implementé en un modelo miniatura.

Cuando Villo me llevó con mi valla en miniatura a una oficina del DOR (Dirección de Orientación Revolucionaria) en el edificio del Comité Central, enseguida compraron la idea y ofrecieron financiar una en grande para la celebración del Congreso de la Federación Sindical Mundial de 1982 a celebrarse en La Habana. Esto preparó el escenario de manera que, cuando apareció lo del entrenamiento en Japón para producir autoclaves Sakura en Cuba, fuera yo la opción que mataba dos pájaros de un tiro.

Pero así y todo, no era fácil convencer a la Seguridad del Estado para que dejara salir, nada menos que a Japón, a un “botao” de la Universidad por falta de confiabilidad política. Lo que pienso terminó de convencer al “Aparato” fue Mabel, la que según López había sido el verdadero premio de aquel concurso.

Mabel

Mabel

Nos conocimos en 1981 y hacía muy poco me había casado. Mabel, no es que fuera simplemente bonita, era impresionante. Con su aire señorial, elegancia en sus ademanes y voz melodiosa, a nadie le pasaba inadvertida. Villo era capaz de echarle mano a cualquier argumento con tal de ganar sus casos, me llegaron rumores de que el "puntillazo" en la discusión con el “Aparato” fue el de… nadie deja “eso” por detrás.

Mabel fue la secretaria que me envidiarían ministros y vices, me recuerdo que una vez Diaz Lugo, el director de cuadros de las EICI, me preguntó quién iba de secretaria para allá (estaba a punto de recomendarme a alguien) y le dije que pensaba traer a Mabel... quizá tú la conozcas, era de la Básica... y me dice...Mabel Longres? la de la Eléctrica? ...le dije... esa misma... Diaz Lugo continúa... eso no se te va a dar, tú crees que esa va a venir a trabajar a ese cuchitril tuyo?... Fue entonces que le informé que contaba con la ventaja de haberme casado con ella....bueno, únicamente así. Otra vez, el entonces Vice Ministro Ignacio González Planas le traté de vender la idea de que pusiera una PC como la mía en su oficina y así podría llevar el control de las producciones y demás en ella y me dijo...está muy bien, me mandas pa'cá esa computadora y a Mabel y problema resuelto. Si podía dedicarle tiempo a los proyectos técnicos era debido a que Mabel lograba despachar con todos los Viceministros y era tan eficiente que a veces llamaban a mi oficina y ni siquiera pedían hablar conmigo.

>Ese viaje a Japón resultó en algo más que el entrenamiento en Sakura y la compra de las componentes para la valla. Tal como había ya hecho en Riazan con Romero, participé junto con Villo en las negociaciones de las autoclaves en calidad de asesor técnico. Las microcomputadoras recién salían al mercado y esto me tenía totalmente maravillado. En un impás de la negociación, le sugerí a Villo pedir , en lugar de rebaja, la regalía de microcomputadoras. La propuesta se concretó con dos de mesa de la firma NEC, así como algunas (no recuerdo cuantas) calculadoras programables portátiles de Sharp y regresamos para Cuba con aquellas micro de 8 bits y 32 K de memoria, que serían de las primeras que entraran al país.

Carrasco

CarrascoCuba, a diferencia de la URSS, no se había estado completamente de espaldas al desarrollo de la computación. A finales de los 60, José Luis Carrasco, compañero mío de la vieja guardia de las tropas coheteriles, logra el apoyo necesario para crear lo que se llamó el Centro de Investigación Digital (CID). Allí logró nuclear a un grupo de brillantes ingenieros que llegaron a diseñar, construir y hasta fabricar mini computadoras. Estas se llamaron las CID-101, 201…etc. y estuvieron inspiradas en las de la línea PDP de la Digital Equipment. Sin dudas un logro extraordinario, nada así se había logrado en el campo socialista.

Ya en los 80, aquel CID se había convertido en el ICID, Instituto Central de Investigación Digital, que pertenecía a lo que era ahora un organismo llamado el INSAC o Instituto Nacional de Sistemas Automatizados y medios de Computación. Con la espontaneidad, se perdió también creatividad y acababa, por último, de perder a Carrasco que venía con Marcos Lage para el SIME en calidad de asesor. El CID fue un destello de progreso, pero el INSAC enseguida se convirtió en impedimento al desarrollo.

En 1980, el INSAC administraba la producción de computadoras CID y las distribuía de acuerdo a lo que dictara JUCEPLAN (Junta Central de Planificación), también era el organismo encargado de regular la importación de hasta lo remotamente lo relativo a la computación. Contrario a la época de Carrasco cuando el CID, el INSAC se alineó al subdesarrollo digital del Campo Socialista. Ya con el INSAC, el CID terminaba su ciclo de nacimiento, esplendor y decadencia.

Un organismo que justificara su necesidad de algún medio de cómputo, aun contando con presupuesto en moneda libremente convertible, debía adquirirlo a través del INSAC. Este lo pondría en una lista de espera para una CID o le ofrecería la adquisición de algún producto del campo socialista, ninguna empresa de Comercio Exterior estaba autorizada a adquirirlo directamente, mucho menos en el área capitalista.

Había una sola excepción a esa regla… MEDICUBA. Recién comenzaba la onda aquella de convertir a Cuba en una potencia médica y por eso Romero disfrutaba de carta blanca. Fue esta carta blanca la que le permitió traer las mencionadas microcomputadoras, ya que figuraban como parte de una transacción de autoclaves.

En el larguísimo vuelo que me traía de regreso a Cuba, logré desarrollar en la mencionada Sharp portátil, un juego de cubilete. Era una versión muy mejorada de aquel que hacía unos años había desarrollado en una calculadora programable de Texas Instruments. Puede parecer un hecho trivial, pero mucha gente que después decidió a favor de invertir en el tema de las micro, las conocieron por este jueguito.

Ya en Cuba, el grupito de López empezó, desde la misma la oficina de Villo en la EICI, a jugar con aquellas microcomputadoras de NEC que sólo contaban con un BASIC residente como sistema operativo. Mi juego consistió en desarrollar una rudimentaria base de datos que inmediatamente encontró aplicación en un control de embarques para Medicuba, lo que hizo que terminara trabajando en el edificio de esa empresa. Eso de que con unos pocos golpes de tecla se pudiera averiguar qué cosa venía, en que barco y cuando llegaba, no sólo impresionó a Romero, que estaba deseoso por aplaudir lo que viniera de sus nuevos protegidos, sino que empezó a mostrarlo a su círculo de influencia, círculo éste que era, su vez, muy influyente también.

Por otro lado, la valla lumínica también había resultado un éxito, los del DOR lamentaron el tenerla que quitar después de terminar el congreso, pero el resultado me dio credibilidad. Aquella valla, que se montó en el edificio de la escuela de odontología, que quedaba en la misma intersección de la Avenida de los Presidentes, la Calzada de Rancho Boyeros y Carlos III, me anunció más a mí que al tal Congreso Sindical y me resultó un magnífico aval para vender los proyectos que crearon a EICISOFT.

La aplicación de Medicuba se iba complicando y Mariana Badel, una amiga, cuyo juicio yo apreciaba, me habló de un ingeniero brillantísimo que estaba en crisis donde trabajaba. Más adelante, se haría patente que la relación: “brillante” con “en crisis”, no constituía excepción, ni coincidencia aleatoria, sino una regla. Convencí a Villo de que lo empleara en la EICI para que me ayudara con lo de Medicuba y así entró en la escena Marco Antonio Pérez López.

Marco Marco

No exageraba Mariana en su recomendación, Marco no sólo podía pensar a velocidad relampagueante, sino que podía teclear a esa misma velocidad. Era un completo, se expresaba a la perfección de manera oral o escrita, podía hablar inglés fluidamente y tenía una sólida cultura técnica. Que crimen! tener a un tipo como ese burocrateando en algo tan inútil como el CECE (Comité Estatal para la Colaboración Económica).

Cuando uno encendía aquellas computadoras de NEC, no era este nombre el que aparecía en pantalla, sino el de Microsoft. El Basic residente se presentaba con el nombre de la compañía que lo desarrolló. Yo estaba habituado a ser el tipo de las ideas, pero con Marco allí, tenía que andar rápido para poner una. Fue a Marco al que se le ocurrió lo de que nuestro programa de control de embarques se presentara con EICISOFT, en el mismo estilo de la presentación del Basic. Después que Romero le mostrara su sistema de control de embarques a ministros y directores, estos lo volvían a llamar para preguntarles donde es que estaba el EICISOFT ése.

El papel del lenguaje en la teoría del conocimiento es un viejo tema de discusión filosófica. Que viene primero, el objeto o el concepto con la palabra que lo representa? El huevo o la gallina? A la distancia de hoy… ese hecho aparentemente intrascendente, de que detrás de aquel trabajo abstracto hubiera un nombre, un vocablo que resumiera aquella capacidad de resolver problemas, determinó su creación. EICISOFT creó a EICISOFT

Libia Machín

Libia Machín estaba casada con Marcos Lage y trabajaba para el Ministerio de Transporte en el departamento de ferrocarriles. Fue por esta conexión que empezamos a colaborar con ella en el desarrollo de programas de apoyo a la cuestión ferroviaria. Al principio, la cosa era pasar a las microcomputadoras lo que ya se lograba hacer en mini computadoras o “main frames”, pero a las que había poco o ningún acceso. Una de las aplicaciones que recuerdo, era para resolver el problema de que conocidos los destinos de cada uno de los carros de un tren y determinar en qué orden debían quedar éstos a fin minimizar el número de maniobras totales en un viaje. Marco y yo comenzamos a compartir el tiempo entre la computadora en Medicuba y la que operábamos en local de Ferrocarriles.

El Simulador Ferroviario

La responsabilidad de Libia tenía que ver, principalmente, con la preparación del personal ferroviario. Un problema que tenía atención prioritaria en ese tiempo era la del entrenamiento de maquinistas y operadores de vías. El acento se debía al incremento preocupante de los accidentes ferroviarios. Marcos Lage, que ya había alcanzado notoriedad siendo Ministro del Azúcar por introducir las computadoras CID para automatizar procesos en los centrales azucareros, cocina con Villo la idea de utilizar las microcomputadoras en un simulador para el entrenamiento de ese personal.

Impuesto de la idea, elaboré un proyecto de simulador ferroviario basado en trencitos eléctricos de hobby. En pocas palabras, el proyecto contemplaba un sistema completo de trenes con intercambio de vías similar al real, donde se entrenarían los operadores. Los trencitos tendrían además un control de velocidad individual, gobernados por señales que se sumarían a la alimentación que también se enviaba por la vía. Esta técnica permitiría mover los trenes a velocidades individualmente controlables, aun estando en la misma línea. Por último, para el entrenamiento de maquinistas, el proyecto contemplaba que una de las locomotoras llevara abordo una mini cámara de video que trasmitiría su señal a una cabina de locomotora donde se proyectaría la imagen de la vía en el parabrisa.

Defendí el osado proyecto ante, Guillermo García, entonces Ministro del Transporte, y su corte de asesores. Aquello era un espectáculo deprimente, el “Comandante de la Revolución” Guillermo García, no recuerdo que lograra hilvanara un par de frases coherentes. Sin embargo, advertía como uno de sus asesores, cual Platón ante un monólogo Socrático, tomaba nota de cuanto decía. Salí de aquella reunión con la sensación de que a nadie le había interesado el proyecto; que nadie había entendido media palabra de mi disertación y que aquella corte de asesores no me había acogido con simpatía alguna. Cuál no sería mi sorpresa cuando, a los pocos días, me informaron que se había aprobado el presupuesto solicitado para el proyecto.

Además del dinero para el Simulador Ferroviario, Romero había recogido también otra buena cantidad entre ministros y directores de diversos organismos como fruto de su trabajo promocional. Se imponía una nueva misión a Japón y, aunque estaba lo de la compra de las componentes para el tren, esta vez, el plato fuerte era la adquisición de microcomputadoras.

Para hablar de política económica en el socialismo cubano hay que especificar la época, ya que esta no se distingue por su coherencia. Cada cierto tiempo, Fidel Castro reconoce errores en esta política, sustituye a los dirigentes supuestamente responsables de los desatinos por otros, que ahora espera interpreten correctamente sus “infalibles” orientaciones. Defenestrado Humberto Pérez, después de tratar inútilmente que la contabilidad sustituyera los “podridos” mecanismos capitalistas, en el campo teórico hubo cierto regreso a aquel “sistema presupuestario de financiamiento” propugnado por ese “gran economista” que fue el Che Guevara, como posición contraria a la tesis de la autogestión de empresas del socialismo europeo. Esta vía aunque espontánea y natural para el crecimiento de empresas exitosas, era calificada de concesión ideológica al capitalismo por el PCC (Partido Comunista Cubano). Claro, que a los países socialistas europeos, la autogestión de empresas les hubiera funcionado muy bien de no haber carecido de empresarios.

Yendo al tema que nos ocupa, en el socialismo cubano de aquel momento (temprano en 1983), la sola mención del término “ganancia” era algo sacrílego. Era por eso, que los mencionados dineros iban contra una oferta basada en las facturas de la antes mencionada operación con la Sakura y ni un centavo más! Cuando regreso a Japón, descubro con total agrado que, sin romper ninguna regulación, podía comprar bastante más que lo pedido con el dinero asignado. Las computadoras se abarataban a gran velocidad! En sólo unos meses, ya había nuevos modelos con más prestaciones y que costaban menos. En ese viaje compré unas 20 computadoras, de las que sólo tenía que entregar unas 15. El truco contable era tan simple que cualquiera que se lo propusiera podía descubrirlo, hubiera bastado con pedir las facturas. Curiosamente, nadie lo hizo, en el fondo, ministros y directores, supuestamente muy comunistas, sabían que si levantaban esa paloma, las computadoras se acabarían junto con el incentivo.

imponía ya un local donde poder empezar a desarrollar lo del tren y al menos almacenar transitoriamente lo que se había comprado. Para esto, Villo desalojó a un grupo de unos cinco dibujantes que trabajaba en una cómoda oficina de la fábrica de Instrumentos Médicos, cuyo frente de cristales daba a la Calzada de Rancho Bolleros y los mandó a otro local algo más al Sur, cerca de un conocido “night club” llamado Reloj Club.

Rita, Mauricio y Gilberto

Rita Gilberto También se imponía aumentar la “plantilla” de EICISOFT, que sólo contaba con dos. En el intervalo de unos días logré reclutar a dos ingenieros, un técnico y una persona para lo administrativo. La ingeniera Rita Rodríguez Urquiza quería escapar de la planta telefónica del Vedado y había pasado por donde Villo buscando una alternativa laboral. Un poco antes del viaje, la entrevisté, a falta de otro local, en el Copelita de Malecón (lugar donde se vendían helados). Y después del viaje, supe por alguien de la EICI, que un ingeniero y un técnico que trabajaban juntos en una empresa del Ministerio de la Industria Básica se encontraban en crisis allí. Eran el ingeniero Mauricio Hernández y el técnico Gilberto García, que después de una escaramuza con dicha empresa, pasaron a integrar el grupo. En aquella época, cualquier traslado de un centro de trabajo para otro, implicaba algún tipo enfrentamiento, era como si los trabajadores pertenecieran a una gleba medieval. Tan era así que se usaba el término "liberar" para la acción de conceder un traslado. Aunque existía, al menos conceptualmente, lo de pedir la baja de alguna plantilla, las consecuencias de perder lo que se denominaba el "vinculo laboral", eran graves, ya que entonces resultaba problemático para otro centro el aceptar a un trabajador que no viniera por traslado. Esta sutil represión, no sólo obligaba a los trabajadores a tolerar abusos y arbitrariedades por parte de las administraciones, sino garantizaba que el socialismo no tuviera desempleo.

Gilbertico

En el caso de Gilberto y Mauricio, por ser gente con preparación y experiencia, pudiera pensarse que fuera esta la causa de la resistencia, pero no, era simple sentimiento de propiedad por parte de las administraciones. Cosa de un año después habría que librar otra batalla, esa vez con el director de la fábrica muebles clínicos para que "liberaran" a Gilbertico, el hijo de Gilberto, que no tenía aun los veinte años de edad y ninguno de enseñanza técnica o universitaria, para que viniera a trabajar con nosotros.

Por último, la administrativa fue Mabel Longres, el haberme casado con ella me dio la influencia necesaria para convencerla de que dejara de ser la secretaria del director de la revista Juventud Técnica y pasara a trabajar con un grupito nómada de abstracta existencia. Villo, me aconsejó en contra de que trabajara con mi esposa, en ese aspecto, Villo era de los típicos, pero le reiteré que yo no tenía problema con eso, al final no se negó.

El Compumanual

El grupo de seis comenzó a trabajar en el local de la fábrica, Rita, Mauricio y Gilberto en el control de velocidad para los trencitos, Mabel localizando el contenerdor que traía las computadoras que andaba perdido, mientras Marco y yo trabajábamos en el “Compumanual”. Aquellas computadoras que comprábamos en el mercado interno japonés, traían sus manuales en perfecto japonés. Se requería de esa tenacidad demencial nuestra para descubrir sus prestaciones y descifrar como era que se operaban y programaban. Para que aquellas computadoras pudieran ser explotadas por personas en su sano juicio, habría que proveerlas de un manual en español. Se nos ocurrió hacer un programa que permitiera navegar de un tema a otro en cualquier orden (como los “Help”de hoy en día, que entonces no existían) y así enseñar a usar las computadoras mejor que con un libro. Esto obviaba la necesidad de recursos de impresión y hasta resultaba más coherente con nuestra actividad. Contando con Marco, que aparte de ayudarme a redactar y tener excelente ortografía era capaz de escribir una página en unos segundos, pues en pocos días se terminó el “Compumanual”, con la firma, claro está, de EICISOFT.

Robertico comenta sobre el Compumanual:

Ah, El Compumanual de Marco... Para mi es una de las primeras maravillas de la computación que conocí. Gracias a el aprendimos unos cuantos en la CUJAE. Era como la Biblia, un libro secreto que casi nadie tenía y que al tenerlo te hacia dueño del universo. Yo lo conservo en papel. Logré imprimirlo completo en la CUJAE a escondidas pues estaba prohibido al principio. Pienso que ese Compumanual hizo famosos a Marco y a EICISOFT en Cuba pues todo el que utilizara una NEC, tenía que usar el Compumanual. Me inclino ante esa obra de arte.

Mauricio solía elogiar el cuidado que ponía Gilberto con los delicados mecanismos de aquellos pequeños modelos de locomotora. Ya desde aquella temprana época se cultivó aquello de elogiarnos los unos a los otros y a Gilberto se le empezó a llamar Golden Fingers.

Mabel, logró encontrar el contenedor perdido en un lote destinado a contenedores vacíos. Pesaba tan poco, que los del puerto pensaron que había llegado vacío y actuaron en consecuencia con esa “brillante” conclusión. Los seis abordamos un camión de la fábrica y salimos al rescate de nuestra preciada mercancía. Abrimos contenedor tras contenedor de aquella lista de los llegados de Japón, hasta que, al fin, encontramos intacto lo que temíamos pudiera haber sido vandalizado por encontrarse en un lote sin custodia.

Villo compró sin resistencia la idea de no distribuir de inmediato las recién rescatadas computadoras, sino crear un aula donde entrenar, además de sus futuros operadores, a personal técnico de otras empresas y organismos interesados. El aula funcionó diariamente alrededor de un mes, por ella desfilaron montones de dirigentes traídos por Villo y Romero. Lo de EICISOFT se regaba de manera incontrolable.

Melchor Gil y Néstor del Prado

Melchor Gil Eran presidente y Vice del INSAC, siempre cordiales, nos dispensaban un trato entre lo arrogante y lo paternal.Pero temíamos quede un momento a otro sacaran las banderas rojas y se lanzarana hacer valer sus prerrogativas de organismo rector. Durante un tiempo subestimaron el peligro que representábamos para suautoridad y sólo saltaron cuando el llamado “Frente de Proyectos” les pidió que lo quitaran de la lista de las CID, en las que hacía tiempo figuraban, pues se proponían adquirir microcomputadoras a través de EICISOFT.

Néstor del Prado Eso le disparó la alarma a su presidencia, que envió una comitiva, con Néstor del Prado al frente, a las oficinas de Romero en Medicubacon el fin derecordarle el papel rector que, en lo referente a la importación de medios de cómputo, les había conferido por el Consejo de Estado.Engañados quizá por la humildad de Romero, lo subestimaron también, no tenían idea de los puntos que calzaba el personaje al que se proponían intimidar. Este les contestó, que se había limitado a cumplir con encargos de algunos Ministros, que procedió a enumerarles y los instó a que llevarán su caso ante los enumerados. Les dijo además, que otra cosa que podían hacer, con vista a que esto no se repitiera, era plantearlo en la próxima reunión Consejo de Ministros, pero les advirtió que ese no era buen lugar para que se hiciera patente la insuficiencia de su gestión. Insuficiencia esta que se había evidenciado, precisamente con esos encargos que estaban allí protestando. Sobra decir que más nunca se atrevieron con Romero, ni llevaron nada al consejo de Ministros. Habían perdido la rectoríasin decreto que la derogara, a partir de ese momento la importación de microcomputadoras se multiplicaría exponencialmente.

Arrojas

No dándose cuenta del cambio cualitativo que se había operado, el INSAC quiso reeditar la hazaña de Carrasco con las primeras CID y dio a su sucesor, Fernando Arrojas, la tarea de diseñar una microcomputadora con idea de recuperar el control perdido. Calcularon que una vez que existiera una microcomputadora cubana, podrían obligar a todos a comprarla. Un par de años después, harían el ridículo de presentarse con un burdo cajón metálico al que llamaron "computadora profesional" (consideraban el término de "computadora personal" un concepto capitalista, cosa de las sociedades de consumo), con prestaciones paleolíticas cuyo costo de producción superaba con creces la más cara de las ofertas internacionales en materia de microcomputadoras. Demorarían más aun en dejar de producir aquellas mini computadoras CID301. Persistían en producir aquel esperpento aun cuando ya hacía rato su poder de cómputo había sido superado por las microcomputadoras a precios ridículamente menores. Llegó el momento en que no encontraban ni a quien regalárselas.

Caballero y Conde

Villo había insistido en desviar algo del dinero de las microcomputadoras para comprar un robot de hobby que acababa de salir al mercado en Japón. Era el HERO1 y tenía el aspecto de R2-D2 de la Guerra de las Galaxias. Yo debo confesar que no le vi demasiada perspectiva a aquello, pero tampoco argumenté en su contra. Era el primer robot que entraba en Cuba, no obstante, ya en la Academia de Ciencias existía un grupo de Robótica entonces dirigido por Sergio Suárez, compañero mío de cuando los cohetes. La llegada del HERO-1 despertó inmediatamente el interés de ese grupo y enviaron a Juan Caballero y a Ernesto Conde a trabajar a EICISOFT. El curso de computadoras, el Compumanual, el control de embarques de Medicuba y ahora el HERO, habían convertido aquel local en un parque temático que era visitado a diario por los personajes más influyentes de la época. Conde y Caballero, sobre todo este último, se integraron al grupo con un fuerte enlace y no limitaron sus actividades al robot sino que "metían la cuchara" en todos los demás platos.

Castro, Jafet, Homs y Lista

Castro Libia apoyaba el proyecto del tren enviándonos a un excelente técnico de electrónica llamado Jorge Castro. Castro, como se le llamaba en EICISOFT, era de los llamados "repatriados". Estos eran, los que residiendo en EU al triunfo de la Revolución, regresaron a vivir a Cuba. Curiosamente, estos repatriados, que escogieron regresar por convicciones patriótico-políticas, padecieron siempre de la desconfianza del Partido. El Partido, siempre sabio, estimaba que alguien con semejante punto de comparación no era de fiar.

Los planes y proyectos se multiplicaban por lo que me permitieron aumentar la plantilla. Ya EICISOFT comenzaba a ser conocido y gente de puntería en crisis, empezaban a verlo como tabla de salvación.. Así EICISOFT logró atraer a su órbita artillería de grueso calibre con Jafet Enríquez y Roberto Homs.

Jafet Jafet no sólo era famoso por haberse destacado como ser un matemático brillante en la Universidad de la Habana, sino por haber sido un real líder entre los estudiantes. En Cuba alguien que muestre liderazgo, sin ajustarse al estrechísimo patrón del machazo comunista cubano, ese que "sale al paso" con la última consigna, que no persuade sino intimida, ese que presume de tener "extracción" proletaria, pues puede resultar percibido por el Partido como una amenaza, aun cuando el mencionado liderazgo haya sido en apoyo a la Revolución. Sin que hubiera una explicación oficial, Jafet fue segregado de la educación y las ciencias.

Homs ya era un experto en electrónica cuando entró a Física, pues hacía años que era radio amateur. Recuerdo que eso molestaba bastante a algunos profesores, que habiéndose graduado recientemente en la URSS, regresaron para tomar el poder administrativo y político de la escuela de Física. "Ese cree saber mucho" decían, como previendo que entraría en dificultades cuando arreciara el rigor matemático...pobres diablos! Homs podía darles vueltas en eso del rigor, la matemática y la estructura. Aparte de no haberse hecho demasiado simpático con eso de saber más que sus profesores, Homs presentaba la grave debilidad de no negar sus creencias religiosas. En aquel tiempo la religión no era algo a utilizar, como lo fue después, sino algo a combatir. Si bien no recuerdo que llegara a expulsarse a nadie por ser religioso, al que hubiera reconocido ser creyente, no se le ofrecía una posición docente. A Homs se le relegaba a un grupo ermitaño de la Academia de Ciencia a donde no pudiera "desviar" a otros jóvenes. Marco caracteriza a Homs de la siguiente forma (caracterizaciones de Marco)

Roberto Homs. "El gordo" Homs. Físico. El único aparte de Mandy que llegó al grupo con un título científico. El único que conocía y aplicaba la metodología científica para su trabajo. El único que había programado en ensamblador antes de entrar al grupo. Otro programador increíble, en este caso no sólo por su productividad y eficiencia, sino por la altísima calidad de su código y el exquisito rigor de sus diseños. De hecho, fue el primero que descubrió (y reportó a Microsoft) un bug imperdonable en el mecanismo del "garbage collector" de MS BASIC. Su frase favorita: "Estructura, estructura y más estructura, aunque no funcione.", frase cuya importancia sólo varios años después de oírsela decir por primera vez comprendí en su totalidad. Con una habilidad nata para dirigir un proyecto, dividirlo y repartir trabajos y responsabilidades. Creó un sistema increíble para transmisión multiplexada de datos por una línea de telex que le ahorró muchos miles de dólares a Cuba y fue homologado por la British Telecom de Gran Bretaña. No sé qué haya sido de la vida de Homs.

Lista Lista pertenecía al grupo de López o sea, que ya figuraba en la plantilla de la EICI y aunque orbitaba a EICISOFT, no podía decirse aun que perteneciera. Esto respondía a que, aparte de tener cosas pendientes con López, de venir para EICISOFT, el grupo de López dejaría de existir, rompiendo el esquema que Villo había diseñado. Había otro impedimento, algo más subjetivo, pero no de menos peso. Lista era de una graduación anterior a la mía, pero posterior a la de Villo y López, de modo que le era natural aceptar la autoridad de estos, pero no la mía. No obstante, debo aclarar que mi liderazgo no emanaba de poseer un carácter de esos que impone respeto, yo era el jefe porque una serie de aciertos habían convencido tanto a jefes como subordinados y hasta mi mismo, de que de yo sabía lo que había que hacer y cómo. Además, para mi sorpresa, resulté un buen vendedor de ideas, no sólo a clientes y superiores, sino que lograba dirigir más por motivación que por autoridad. Lista, vino a trabajar al EICISOFT que yo dirigía, pero no dejó de verme nunca como un "junior". Así caracteriza Marco a Lista:

Lista. Ingeniero en electrónica con una mente brillantísima y un modo nada ortodoxo de enfrentar los problemas, le entraba lo mismo al hardware que al software. Capaz de inventar algoritmos ingeniosísimos que sólo a él podían ocurrírsele. Por ejemplo, cuando estábamos trabajando en el diseño de un control numérico para un robot (que posteriormente ganó Medalla de Oro en la Feria Internacional de Plovdiv). Lista diseñó el núcleo del software del controlador. Este núcleo corría en lazo cerrado y servía la vez como base de tiempo de todo el sistema, por lo cual, no podía tener JMPs. Lista inventó una manera de ejecutar decisiones en ensamblador sin utilizar instrucciones de salto de forma que siempre se ejecutara el mismo número de instrucciones y no se alterara la base de tiempo. Aún no sé cómo lo hizo. ¿El defecto de Lista? Demasiado franco para la Cuba revolucionaria. Le decía a cualquiera, sin importar que fuera su jefe o el jefe de su jefe, exactamente lo que pensaba. Le mentaba la madre a quien le dijera una estupidez, sin pensarlo dos veces. Sigue, por desgracia, en Cuba.

El caso de Lista ponía de manifiesto la injusticia del igualitarismo comunista. Lista no sólo venía a trabajar a EICISOFT, venía a vivir a EICISOFT. Lista no tenía casa. Aun peor que eso de que su condición de gran ingeniero no le hubiera hecho merecedor de una casa en aquel sistema, era que jamás le harían merecer una. Para poder tener casa, o bien se iba años a trabajar como peón de la construcción a la microbrigada, sin garantía de que se le asignara una o tenía casarse con alguien que tuviera casa, y así lo había hecho ya varias veces.

El local del Reloj Club

La fábrica de Instrumentos Médicos reclamaba su local para usarlo de área administrativa y como además este ya se nos hacía pequeño, Villo nos mudó para aquel local de Reloj Club adonde había enviado antes aquellos dibujantes desalojados. La edificación en cuestión era de una planta, nunca pude descifrar cual fue el propósito original de su construcción, si fue para vivienda, para almacén, para algún negocio antes de la revolución quizá. Si supe que una de sus últimas funciones, antes de pasar a la égida del SIME, fue la de acopio de viandas. La palabra que mejor describe al edificio, es la de adefesio, pero cuando lo miro desde hoy, tengo que admitir que fue allí que hicimos las mejores cosas.

El local lo ocupaban en su mayor parte los mencionados dibujantes (ver plano, 4,5,8 y 11) y un pequeño cuarto a la entrada (2) lo habitaba el que, a falta de nombre oficial, era llamado el "Grupo de Delio", por ser este dirigido por Delio García, uno de los que vino con Villo del DIE. Este grupito se dedicaba a reparar equipos electrónicos diversos, muchos de los cuales eran de propiedad personal de dirigentes, en otras palabras, favores con los que Villo afianzaba la influencia de que gozaba. Los dibujantes, a los que no podíamos de ninguna forma resultar simpáticos, eran de nuevo desalojados de las habitaciones grandes del fondo y comprimidos en las pequeñas que había al frente (4 y 5).

EICISOFT CAPDEVILA PLANO

No puedo recordar exactamente qué tiempo duró aquella disposición inicial, pero el empuje del aquel naciente EICISOFT no demoró en desalojar de nuevo a aquellos desdichados dibujantes que aun no vislumbraban que el oficio de la regla y el compás ya tenía sus días contados. En breve, la 4 se convirtió en mi oficina y la 5 en la de Mabel.. El Grupo de Delio, que tenía, además de Delio, tres miembros, El Moro (el de cuento de la asamblea), Francisco Pizarro y Sergio Pérez, ocuparía su local hasta su desaparición en el 1986, en que pasó a ser el departamento de reparación de computadoras de EICISOFT. En la habitación 8 se construyó una mesa enorme para el sistema ferroviario miniatura, y los puestos de trabajo de software se dispusieron alrededor de su periferia, mientras que los de hardware se instalaron en 11. De Ferrocarriles no demoró en llegar la cabina de una locomotora, como estaba previsto en el proyecto, que se indica en el plano como 7. Como almacén de componentes electrónicas se usó la habitación 10. Los vehículos se parqueaban en 1, 6, 13 y 14 eran baños, 12 era una minúscula cocina y 9 era la mesa donde nos reuníamos a comer, lo que en esta última se pudiera preparar y era donde se formaba la "timba de dominó" como sobremesa.

Los antiguos ocupantes del local comían en el comedor de una empresa cercana que con la que el SIME había coordinado ese servicio y recién llegados, hicimos lo mismo. Aparte de la pérdida de tiempo que aquello constituía, yo veía como que eso de comer en otro lado nos restaba personalidad, para ser una "entidad" teníamos que tener nuestro propio comedor. Eso en Cuba tenía cierta connotación. Pedí a Villo nos enviara apoyo administrativo y algunas vituallas de la EICI, eso con otro tanto que lográbamos "resolver" por el barrio en lo que dio en llamar "mercado paralelo" y Mabel que añadió lo de cocinar a su ya numerosas y disímiles funciones, lograron que se pudiera comer en EICISOFT.

Este hecho, que pudiera parecer intrascendente, condujo a la consolidación de EICISOFT como entidad y a un aumento natural de su plantilla, Villo nos envió a un muchacho llamado René para que nos ayudara en lo que allá se le llamaba "administración", que no consistía en administrar nada realmente, sino en practicar ese oficio de conseguir cosas que en Cuba había adquirido categoría de arte. René era un muchacho inmaduro que jugaba a posar como dirigente y se la pasaba a bordo de un carro Volga alquilado por la EICI. No dominaba el mencionado arte, pero su papá era administrador de una instancia importante de la Academia de Ciencias y muchas cosas las conseguía haciendo uso de esa influencia paterna. La consecuencia más positiva del paso de René por EICISOFT fue el haber traído a Isabel y Cuca.

Isabel y Cuca

Isabel Rodríguez a la que desde muy temprano se le empezó a llamar "Mama" y Cuca, de la que sólo puedo recordar ese nombre, ya que nunca se le llamó por otro, constituían una versión femenina de la típica pareja del Gallego y el Negrito del teatro vernáculo. Isabel y Cuca llegaron para quedarse y fueron para siempre las encargadas de la cocina de EICISOFT. Con ésta adición al team, no sólo logramos tener un comedor, sino que adquirió fama de que allí se comía bien y eso contribuía a la imagen de prosperidad que ayudaba a promovernos.

Le había dado a René la tarea recoger a algunos eicisoftianos en su viaje hacia EICISOFT por la mañana, pero eso no le cuadraba con la imagen dirigente/chofer de su pretendido rol y en un día se atrevió a negarse a hacerlo, lo que me obligó a sustituirlo al precio de perder las influencias de su padre. Le sucedió, un hombre de aspecto respetable, de hablar serio y pausado, pero la tentación de aquella caja chica, nutrida por las contribuciones de las "poninas" que se hacían entre los eicisoftianos para la compra de comida en el mercado paralelo, fue más de lo que su honor pudo resistir. La falta de un contador le permitió golpear aquella caja chica durante algunos meses sin que nos percatáramos de la fechoría, hasta que la suspicacia femenina de Rita y un somero recuento contable de Mabel dieron al traste con el defalco. Le sucedió "Mora", este, aparte de una incompetencia manifiesta en el mencionado arte de "resolver", tuvo la torpeza de propasarse con Cuca y también tuvo que ser sustituido, esta vez por Roger Lima, cuyo origen se me pierde en las tinieblas de mi memoria.

Roger

Ya cuando entra Roger Lima, la identidad de EICISOFT se consolidaba con la asignación de un transporte. EL SIME nos había asignado un panelito Moskovich de un amarillo Canario muy parecido al carro, también Moskovich, que recién me habían vendido a mí. Antes de que Roger se hiciera cargo de aquel panelito, este ya había pasado por las irresponsables manos de "Tronquito", que fungió durante breve tiempo como chofer de mismo. A "Tronquito" se le permitía llevarse el panel para la casa con el fin de que, por la mañana, recogiera a un grupo de eicisoftianos evitándoles así el martirio de la guagua, pues por más que se le advirtió el no hacerlo, persistió hasta que lo volcó en una cuneta durante lo que fuera la última de sus repetidas correrías nocturnas.

Roger si que era un maestro en el arte de "resolver". Sus métodos, nada ortodoxos, hacían que, parodiando al Calificador de Cargos, calificara holgadamente en la categoría de "bandido A". Por ejemplo, Roger se apostaba con el panelito en la Calzada de Rancho Boyeros y esperaba a que pasara un camión con viandas para lanzarse a su persecución, se le pegaba lo suficiente como para hacerle una oferta por la ventanilla a su chofer...."veinte pesos por un par de racimos de plátanos, caballo, no tienes problema, nadie los ha contado", el camión arrimaba, la transacción se consumaba y ahí venía la pregunta de "y cuando te toca cargar otra vez?". Así, con ese y otros métodos similarmente ajenos a la legalidad y/o moral socialista, Roger mantenía aquel comedor como uno de los mejor surtidos, sin que EICISOFT tuviera asignación oficial alguna.

EICISOFT no tenía usuarios, como corresponde a una empresa socialista, tenía clientes y los hacía sentir como tales. Les mostraba documentos promocionales bien impresos, se les hacía una oferta por escrito, se le hacía hasta un estimado de tiempo de entrega. Eso de contar con buena comida en el comedor fue más importante que lo que pueda aparentar, invitaba a los clientes a almorzar una comida buena y bien preparada y con esto, no sólo me anotaba los puntos que estas atenciones anotan, sino que salían convencidos de que, a pesar de lo feo de la edificación y del sabor a capitalismo que aquello dejaba, EICISOFT contaba con un gran apoyo logístico "de arriba", lo que le hacía sentir que no había riesgo en poner sus asignaciones en nuestras manos.

Las asignaciones en moneda libremente convertible, a la que estoy haciendo referencia, fueron las que tuvieron Ministros y Jefes de organismos hasta eso de 1987, en que ya todos los recursos convertibles terminaron centralizados. De estos dineros fue que se nutrió EICISOFT en sus albores. Sólo aquellos con poder de decisión o influencia sobre estas asignaciones podían ser clientes. No siempre me estaba claro quién tenía realmente ese poder y quién no, por lo que, ante la duda, el "comercial" siempre había que pasarlo.

A cada rato llegaba algún personaje, que cuando veía mi cotización en dólares, entonaba "La Internacional" y decía no encontrar bien eso de plantear transacciones en otra cosa que no fuera lo moneda nacional. Yo les contestaba que la moneda nacional era para las asignaciones planificadas, que cuando había que remediar imprevistos, era necesario un "atajo" y que eso era lo que le estaba brindando. Les explicaba que la asignación que sus organismos tenían en moneda convertible respondía precisamente a esas mismas razones, yo sólo le estaba facilitando el invertir esa asignación. Ya tenía pre-elaborados esos y otros muchos argumentos que, por mantenerse dentro de los estrechos marcos del oficialismo cubano, resultaban muy persuasivos. El detalle es que esa gente necesitaba de lo que yo estaba ofertando y en el fondo, querían que los convenciera de que hacer aquello estaba dentro de los cánones. Querían oír mis argumentos, no para rebatirlos, sino para repetirlos.

Marcos Lage

Debo admitir que una buena parte de los clientes que pasaron por la oficina de EICISOFT ya venían casi persuadidos por Marcos Lage, el Ministro del SIME (Ministerio de la Industria Sidero-Mecánica) y a éste, no tuve yo que convencerlo de casi nada. El fue siempre un convencido de que el futuro estaba en las computadoras. De hecho, el CID comienza en la Universidad de La Habana cuando Marcos Lage era Vicerrector de Investigaciones. Después, cuando fue Ministro del Azúcar, introdujo esas computadoras en la automatización de los centrales azucareros, de manera que con su apoyo a EICISOFT, sólo estaba siendo consecuente.

De su propia asignación en moneda convertible, le encargó a Villo que comprara computadoras portátiles Sharp para sus viceministros, como aquellas en que yo había programado el Cubilete y que Villo le había mostrado. Cuando estas llegaron, organizó un curso que hube de impartir y donde participó el mismo. El curso consistía en dos clases por semana y se impartían en el salón de reuniones donde se daban los consejos de dirección.

No creo que Marcos Lage aspirara a que sus viceministros aprendieran a programar. Pienso que ya se había percatado de que yo lograba motivar y que podía trasmitirle a aquella tropa de recios mecánicos, el potencial de las microcomputadoras. Además, el enfrentar una tarea de programación, por simple que esta fuera, les trasmitía el nivel de dificultad que implicaba y eso les haría respetar el oficio y especialmente al que le impartía el curso, con lo que me estaba consiguiendo el apoyo de su gabinete. No me limité a impartir los rudimentos del Basic, dibujando en aquel ploteador en colores que traían las mencionadas máquinas, especulaba no sólo sobre el futuro del dibujo técnico, sino que les sugería pensaran que pasaría si cambiaban la plumilla por una cuchilla en una frezadora o un torno, con ejemplos sencillos, les lleve el concepto de que era una base de datos y recuerdo que hasta vaticiné que las máquinas de escribir tenían sus días contados.

Popi

En el marco de aquel curso, invité al muy ilustre profesor titular de la CUJAE, Dr. Jesús Olivera, que aun siendo muy respetado, era conocido de todos por Popi. Lo invité a que les diera una conferencia sobre las perspectivas de las microcomputadoras. Nunca fue Popi un gran programador, su verdadero talento estaba en la adquisición de información. Popi se bebía toda la literatura técnica que lograba adquirir y de esta, era capaz de extraer la esencia que después sabía exponer de manera brillante a los auditorios más diversos. Fue Popi el que nos había introducido al CPM cuando todavía estábamos en la oficina de Villo y al dBase II cuando instrumentos médicos. Ese aporte le mereció que EICISOFT le prestara una computadora para que se la llevara a su casa, esto era un privilegio impensable para aquella época. Eso explica el que Popi aceptara mi invitación y les diera a mis importantes alumnos, una conferencia magistral sobre que podía esperase fueran capaces de hacer las microcomputadoras en un futuro cercano.

Entre los participantes al curso, estaba Alba Campos, directora SAD (Sistemas Automatizados de Dirección). Esta dirección existía desde cuando Lester Rodríguez en los orígenes del Ministerio, contaba con una mini computadora CID 201. Lo de las microcomputadoras era tan revolucionario, que lo que allí se impartió no parecía tener nada que ver con su experiencia en SAD. No sé si Alba se percató de que las microcomputadoras eran el fin de su mundo SAD a corto plazo y que EICISOFT llegaba para quedarse, relegando su papel un plano muy secundario. Sin embargo, debo admitir que al contrario de su centro rector, el INSAC, nunca me combatió y siempre tuvimos las mejores relaciones.

Por si el éxito del curso hubiera sido poco, tenía de mi parte a Carrasco, que traía la leyenda de haber fundado el CID y que como ya se dijo, era entonces asesor de Lage. El gran talento de Carrasco consistía en eso de captar la esencia del talento de los demás. Recuerdo que alcancé a oír un Lage impresionado con la conferencia de Popi sugiriendo el sumarlo a EICISOFT, a lo que Carrasco discrepaba diciéndole... "cuando quieras comunicar algo busca a Popi, pero si quieres hacer algo, quédate con Mandy".

Ese curso y una pequeña aplicación, al estilo de la del control de embarques de Medicuba, que empezó a funcionar en la oficina del Ministro, me abrieron las puertas de aquel Ministerio. Dirigiendo lo que no era más que una guerrilla, allí se me recibía como no se hacía con los directores de las empresas más importantes. La familiaridad con cualquiera de los Vice era tal, que me recibían de sólo asomar la cabeza por su oficina, tomaba café en el comedor del Ministro donde las cocineras me malcriaban como abuelas. Sin embargo todas estas prerrogativas eran indirectas, acontecimientos que iban a ocurrir en 1987 demostrarían que el apoyo de Marcos Lage a mi persona era sólo una consecuencia de su apoyo irrestricto a Villo.

Eso de aulas de computadoras fue probablemente un reiterado tema de tertulia de sus influyentes participantes, pues era como ciencia ficción para aquella época. Es también probable que de esa forma, estas ideas llegaran a alguien con control sobre el presupuesto para el primer IPVCE (Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas) nombrado "Mártires de Hulmbolt 7". La orientación era que ese centro de estudios debía tener lo último en todo, pues claro! que tuviera también su aula de computación. La matrícula de un IPVCE sería selectiva, sólo podrían estudiar allí alumnos con buenas notas en las ciencias exactas y, por supuesto, sin "problemas ideológicos". Estos serían formados en el concepto del "Hombre Integral". El edificio de la escuela se erigió en el campo, no muy lejos Alexis Castro de La Habana, cerca de San Antonio de los Baños. Para este proyecto, compramos en Japón como una docena de micromputadoras NEC y la instalamos en un aula, con sus impresoras y hasta ploteadores. Impartimos un primer curso y entrenamos a sus profesores. Recuerdo que participé en algunos de sus consejos de dirección, donde inútilmente abogué por un poco de tiempo libre para aquellos pobres alumnos que, abatidos por aquel absurdo horario de actividades, se me dormían frente a las computadoras. En dicho horario estaban contemplados de forma obligatoria: el trabajo matinal agrícola; clases de las asignaturas; deportes; auto estudio; círculos literarios, de música y artes plásticas; ah, y no podía faltar...la preparación ideológica junto con las reuniones y asambleas de las organizaciones políticas y estudiantiles. Era una implementación práctica del poético concepto de la "jaula de oro". En el curso del año siguiente, supimos que fue matriculado allí el benjamín de los hijos del Comandante, Alexis Castro, lo que explicaba el "oro" de la jaula.

Baba San

Baba San

La demanda hizo que los viajes a Japón multiplicaran su frecuencia y fui tres veces entre 1983 y 1984. Los viajes a Japón constituían verdaderas escuelas, no sólo era que viniera con parafernalia de último minuto, sino con conocimientos que sólo podían obtenerse por experiencia directa. Pero para obtener tanto cosas como conocimientos, no bastaba con ir a Japón con dinero, eso lo habían hecho otros antes que yo sin obtener resultados ni siquiera cercanos. Era necesario tener contactos y el contacto clave para EICISOFT fue Taminori Baba, el presidente de Kyodo Trading.

El comercio exterior de Japón nunca se realiza directamente con los fabricantes, sino a través de unas empresas llamadas "Tradings". Había varios tradings que se especializaban en comerciar con el Campo Socialista, como era, entre otros, Mutsumi Trading con las que la oficina Comercial de Cuba hacía muchos negocios. Kyodo Trading se especializaba en cuestiones técnicas y había sido fundado con capital proveniente un Miembro de la "Dieta" o Parlamento Japonés llamado Utsunomiya, con la idea de ofrecerle una alternativa comercial al gobierno cubano ante el embargo de Estados Unidos,. Taminori Baba era hombre de confianza de Utsunomilla y lo nombró presidente de esa compañía.

Baba San, así era como le llamábamos, que quiere decir Señor Baba. En Japón el título no se antepone al nombre, sino que lo sucede. San es Señor o Señora, no hay diferencia. Yo en Japón era Mandy San y en Cuba, Baba llamaba a mi esposa Mabel San. Es Villo el que me presenta a Baba ya en el primer viaje, pero mi inglés, más fluido que el de resto de los cubanos con que Baba tuvo contacto y mi trato también más personal que la media, me procuró no sólo el comunicarme técnicamente de manera efectiva, sino lograr la amistad de Baba. Esta amistad se empezó a forjar desde el primer viaje y llegó al nivel de yo compartir con su familia en Tokyo y el compartir con la mía en Cuba.

Baba San era un hombre de muchísimas relaciones, me presentó a ejecutivos de NEC, presidentes de importantísimas firmas, me llevó a exposiciones y congresos técnicos y hasta llegué a ser el invitado en una comida con el gran Utsunomilla. Baba no sólo sabía con quien podía adquirirse cualquier cosa, sino que pagaba en efectivo por delante para cobrar más tarde de una carta de crédito, lo que me permitía traer todas aquellas novedades en el equipaje sin tener que esperar por mecanismos comerciales mucho más lentos. Era además un profundo conocedor de los mecanismos de comercio exterior de Japón. Yo llegué allá sin saber a derechas lo que era un cheque y con él aprendí lo que era una carta de crédito irrevocable contra documentos de embarque, cuando se podía calificar de confirmada y cuando no, que era el seguro del comercio exterior, quien lo otorgaba, las tendencias en la razones de cambio del Yen con el dólar y así muchísimas cosas que me permitían manejármelas en la Oficina Comercial de Cuba como un "experto" y de regreso en Cuba, lograba, con esa verborrea, impresionar también a mis clientes, quienes salían convencidos de que EICISOFT era una seria empresa de comercio exterior.

Por mi parte, para su oficina en Tokyo, le hice en dBase II una aplicación para ayudarlo a emitir sus cotizaciones, facturas y otros documentos. Por otra parte, en Cuba lo introduje a Marcos Lage, a Romero y otros muchos personajes que aumentaron el volumen de sus negocios. Era una simbiosis altamente productiva.

Fue en una exposición a que me llevó Baba San que vi aquel primer digitizador de video que regresó conmigo en ese segundo viaje, sería en la segunda mitad de 1983. Ese equipo nos inició en el procesamiento de imágenes que generaría, tanto los productos médicos de imaginología (Ortognatrón, Digimag y DigiPat), como los de visión para robots y máquinas herramientas.

No demoramos mucho en empezar a editar imágenes con filtros de forma y luminancia, tampoco en lograr salvarlas a disco e imprimir imágenes en aquellas impresoras de pines. Empezamos a llevar un álbum de los clientes que nos visitaban y todos se llevaban como souvenir de la visita una foto impresa en papel. EICISOFT estaba despertando el interés de la prensa y no me refiero al periodismo técnico sensacionalista de Alexis Slatcher, que ya un era habitual visitante, sino de la no especializada revista Bohemia que nos publicó un artículo sobre "La Muerte de La Máquina de Escribir" que se imprimió directo de una computadora sin pasar por el proceso tradicional de imprenta.

En 1984 Marcos Lage quería encaminar a EICISOFT en la línea temática del SIME. Con ese propósito, compró un tornito de entrenamiento CNC (Computer Numeric Control) a una firma Austriaca llamada EMCO y me envió al remoto poblado de Hallein, en la frontera alpina Austriaco-Germana, a recibir un entrenamiento. No se equivocó Marcos Lage, aquel tornito fue la inspiración de muchos proyectos en el tema de máquinas herramientas que terminaría envolviéndonos en la robótica.

Con relativa facilidad nos convertimos en programadores de CNC y añadimos a los souvenirs del parque temático, los batecitos de aluminio y las copitas de latón hechos en el tornito. Observamos con cierto disgusto que los maquinados no tenían un buen terminado en las superficies donde el carro tenía que moverse simultáneamente en los dos ejes, eso se debía a que tenía un algoritmo de interpolación muy primitivo. Tratándose de un torno de entrenamiento y de costo muy inferior al de máquinas herramientas CNC para uso verdaderamente industrial, esto era algo en general aceptable... pero no para la tropa de EICISOFT. Homs le desarrolló un control en Forth (que era un lenguaje de computadora muy reciente) que no sólo mejoró muchísimo el terminado de las superficies, sino que ahora permitía programarlo directamente desde las NEC. Además se le adaptó el sintetizador de voz del robotcito HERO-1 para que el torno hablando pudiera explicar lo que hacía, pedir cambios de cuchilla y otras operaciones manuales.

Robertico

Robertico En la CUJAE Gilberto se tropezó con Roberto García, este desarrollaba un programa para la NEC que se le suministraba un dibujo de un perfil y este elaboraba el programa CNC para tornearla y además simulaba gráficamente el corte. A decir del mismo:

Recuerdo que en una visita que hiciera Gilberto a la CUJAE el vio mi simulador de torno CNC en maquina NEC que se presentó con Vicentín en una Feria de Embases y Embalajes y luego en la primera ExpoSIME, eso fue sobre el 1985 y 1986. Por ese entonces a EICISOFT el SIME le dio la tarea del CAD-CAM yGilberto habló conmigo para que me trasladara para allá, cosa que no sucedió hasta Septiembre de 1988.

Robertico comenzó a colaborar con nosotros desde temprano en 1986 siendo aun profesor de la CUJAE, pero no figuró en la plantilla de EICISOFT hasta que oficialmente no tuvo una, o sea,. 2 años más tarde.

Esto que trajo Robertico se combinó con lo del procesamiento de imágenes y la cosa llegó a que la cámara captaba un perfil dibujado, la computadora elaboraba el programa CNC para ese perfil y con la misma este se convertía, como por arte de magia en una pieza de metal. Nada impedía que la cámara captara el perfil de una pieza torneada y lo copiara en otra, o sea que también era un torno copiador. Con esto se le cayó la quijada al piso a más de un mecánico del SIME, pero además, en una exposición donde se mostraban estos logros, se le encendió el bombillo a un cirujano maxilofacial que asoció los perfiles a tornear con los perfiles humanos.

Wenceslao

Dr. Wenceslao Se trataba del Doctor Wenceslao Martínez, jefe del departamento de Cirugía Máxilofacial del hospital Centro Habana o Hermanos Ameijeiras, fue a ver a su jefe para comentar de su hallazgo y coordinar un proyecto de cooperación. La idea era poder predecir cuál sería el efecto de una operación sobre de un rostro, en otras palabras obtener una imagen postoperatoria antes de la cirugía.

Gómez Cabrera

El Doctor Raúl Gómez Cabrera tenía en Cuba la influencia y el poder de un Ministro, su apoyo fue uno de los pilares más importantes en el auge de EICISOFT. Pues el jefe de Wenceslao resultó no ser otro que Gomez Cabrera, al que Villo conocía y ya había llevado a ver la escuelita de microcomputadoras de EICISOFT cuando este aun estaba en instrumentos médicos. Fue quizá este antecedente el que le facilitó a Wenceslao vender la idea.

Así nació el proyecto del Ortognatrón, que se adelantaría unos cuantos años a productos comerciales con similares prestaciones que no empezaron salir sino hasta los 90. Marco tomó lo que yo había adelantado en el tema y se verticalizó en lo del procesamiento de imágenes.

Gómez Cabrera no tardó en vislumbrar la aplicación que esto podría tener en radiología, ya que el hospital contaba con un Somatom, que era el producto de la Siemens para Tomografía Axial Computadorizada (TAC). Fue entonces cuando envió a su radiólogo estrella y jefe del departamento, Dr. Orlando Vals a entrevistarse conmigo en EICISOFT.

Gómez Cabrera adoptó EICISOFT de manera tal, que en ese hospital teníamos las prerrogativas de cualquier miembro de su staff médico y no pocas veces hasta participé en sus consejos de dirección.

Vals

Vals Hombre hiperactivo, todo entusiasmo y trabajador incansable. Ese subió la parada y nos ofreció una oficina en el quinto piso del hospital donde radicaba su departamento. Inmediatamente pudimos aplicar las técnicas de pseudocolor que habíamos desarrollado al análisis de las radiografías. Tampoco nos demoró demasiado igualar las capacidades de procesamiento del Somatóm y en breve ya lográbamos analizar sus imágenes no comprimidas.

Almendral

Wilfrido Almendral era el director de una empresa de comercio exterior de Cuba que operaba desde Londres llamada ETCO. Volviendo un poco atrás, estando en mi segundo viaje a Japón, Villo, que había regresado a Cuba hacía unos días, desvía mi regreso para que pasara por Londres a entrevistarme con Almendral. Había sabido que tenía interés en desarrollar un sistema de comunicaciones para una línea dedicada de TELEX. A pesar de la pobre velocidad de las trasmisiones por TELEX, Almendral había observado que las líneas dedicadas pasaban la mayor parte del tiempo en silencio, pero si se quería tener otro TELEX, necesitaría pagar por otra línea. Se le ocurrió, sin tener una idea de su complejidad técnica, que podía implementarse una solución para que varias terminales compartieran la misma línea. Pienso que fué Villo el que le sugirió la solución de utilizar microcomputadoras como terminales de TELEX, pero realmente no participé en la génesis de la idea.

Almendral ostentaba una de esas posiciones que le permitía disponer de recursos impensables para el cubano normal, pero al contrario de Romero, disponía de ellos como hijo de millonario. Este personaje gustaba de hacerle saber de sus prerrogativas a quien tenía que tratarlo, no obstante, a pesar de aquella prepotencia que me chocaba, reconocía que el proyecto que proponía era una buena idea.

Londres

El proyecto lo empecé con Marco, quien dirigió las acciones para lograr la primera tarjeta de expansión para una microcomputadora. Esta tarjeta tendría un I8251 de Intel para controlar la trasmisión serie que simularía el TELEX, esto era todo una aventura para la época. Marco fue el primero en ir a Londres a cuenta de este proyecto. La parte de software del proyecto la estaba haciendo yo, pero no demoró en pasar a Homs por superioridad manifiesta, ya que este tenía gran experiencia en el tema de las comunicaciones.

Homs era capaz de concebir una estructura gigantesca en su mente conuna claridad tal, que le permitía repartir tareas, aparentemente inconexas,a un grupo de colaboradores, que al final encajaban perfectamente para formar un producto. Tenía además la habilidad de explicar lo que había que hacer con esa misma claridad con que lograba concebir dicha estructura. Esto le permitía llevar adelante un proyectoconun personaldesprovisto de especial talento o experiencia.

Homs logró tan temprano como 1984, desarrollar el mencionado sistema de comunicaciones para ETCO. Este tenía protocolo propio, con paquetes quese enrutaban automáticamente, muy al estilo de como hoy funciona la Internet. De haber estado en los Estados Unidos, Homs hubiera inventado la Internet en ese año o quizá antes.

Todo eso lo hizo con un team formado por estudiantes (Vicente Contreras, Hugo Triff y una muchacha cuyo nombre no recuerdo). Aquellos estudiantes lo idolatraban y se sentían cómodos trabajando en ese sistema perfectamente estructurado que Homs lograba organizar. De la misma forma que algunos caracteres se ajustaban a ese estilo, otros de naturaleza más independiente no podían, como fue el caso Alexis del que hablaré más adelante. Mi estilo de dirección, que se aplicaba al resto de los proyectos en EICISOFT, no se parecía al de Homs. Mis directivas dejaban un enorme margen a la creatividad y eso permitía que gente muy creativa pudiera trabajar mancomunadamente y a gusto. Cierto es, que no se lograban eficiencias "homsianas",que el desarrollo era algo caótico y que los resultados que se obtenían podían diferir bastante de las ideas originales, sin por esto dejar de ser extraordinarios y sorprendentes.

Cuando Homs finalmente se fue de EICISOFT en 1986, los miembros de su team no se sentían cómodos trabajando sin la sabia tutela de su maestro y fueron abandonando EICISOFT poco a poco.

Debo admitir no obstante, que si bien mi filosofía de dirección resultó exitosa, no puedo jactarme de haberla elegido, ya que no hubo tal elección... dirigir como Homs, no es cuestión de querer, sino de poder.

Julián, Ulises, Víctor y Alexis

 

Julian Pérez Ruiz de UgarrioEl número de proyectos se multiplicaba y la plantilla virtual de EICISOFT pedía gente. Las ideas llovían sin que existiera la capacidad para implementarlas. Fue Jafet el que me propuso a Julián, sin nunca haber sido formalmente presentados, de mis tiempos de profesor en Física en la UH, conocía de un matemático con fama de genio al que llamaban "el Lechón" y que éste no era otro que el Julián Pérez Ruiz de Ugarrio que me estaban proponiendo. Aun con esa fama, por todas las razones incorrectas, no había sido seleccionado para quedarse de profesor en la Universidad y languidecía de aburrimiento en el llamado Instituto Nacional de la Demanda Interna. Al decir del el mismo, aquello de la "demanda interna" era como una especie de chiste ¿Demanda en un país sin oferta?

A continuación otra de las brillantes caracterizaciones de Marco:

Julián Pérez. Licenciado en Matemática pura. Julián llegó con nosotros prácticamente sin saber programar y en poquísimo tiempo se hizo un maestro (no, EL maestro) del ensamblador. Trabajé hombro con hombro (literalmente, pues lo hacíamos en la misma máquina) con Julián durante varios años. Cuántas veces, después de hacer una rutina en ensamblador y haberla afinado durante horas para lograr recortarla a 18 instrucciones, se la enseñaba orgullosamente a Julián para mostrarle lo compacta que había quedado. Él la miraba y decía: "sí, te quedó bien, está bonita" y al día siguiente venía y me decía: "Fíjate, eso que me enseñaste ayer estaba bien, pero estuve pensando en casa y fíjate, me di cuenta que el tercer BIT de CX no lo estabas usando, así que metí esto aquí, y esto aquí y esto aquí... y obtuve esto" y me enseñaba una rutina que hacía lo mismo (o más) que la mía en 6 instrucciones. Vive en Madrid desde 1992.

Cuando Julián era estudiante, llegó un día una maestra francesa de la Sorbona, a dar una conferencia magistral sobre la demostración de un oscuro teorema en la Facultad de Matemáticas de la Universidad de La Habana Cuando termina, viene la obligada pregunta de: "¿Hay preguntas?". Julián, en medio de aquel auditorio al que la conferencista había dejado como pescados en tarima,  levanta la mano y con timidez dice: "quizá es que no he entendido bien, pero me parece como si hubiera un error en esa demostración". La profesora francesa, con cierta ironía, pregunta : "¿Un error?" y Julián con la misma timidez le responde: "es que me parece hay algo ahí que no está bien." La profesora lo mira de arriba abajo (bajito, gordito, con barba sin rasurar de tres días y una mirada mansa tras unos lentes de miope) y, en el mismo tono irónico le pide: "Pudiera indicarnos en el pizarrón lo que Ud. Le parece que está mal". Julián se levanta y punto por punto, demuestra, que en efecto, la demostración estaba mal. ¡Ah!, ¿el defecto de Julián? Era demasiado inteligente y demasiado modesto. Además no le gustaba bañarse ni cambiarse de ropa. Y durante mucho tiempo no tuvo novia, así que algunos sospechaban que era maricón. Suficiente para no poder salir adelante en Cuba.

Ulises De Ulises Castillo si tenía información de primera mano, había sido de mis alumnos predilectos en la Escuela de Física de la UH. Aunque se desenvolvía entonces como profesor de física en la CUJAE (Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría) y los mayores salarios se pagaban en la educación superior, estaba allí bajo la inquisidora mirilla del Partido. Esto fue por no haber participado en uno de aquellos tristemente célebres actos de repudio. Se trataba de un repudio contra un compañero suyo que fue de esos que se atrevieron a irse del país cuando lo del Mariel en el 1980. Mi invitación a unirse a las huestes de EICISOFT resultó una oferta que no podía rechazar.

Victor Los padres, tanto de Víctor Padrón como de Alexis Rodríguez, eran funcionarios de SIME y consideraban a EICISOFT como un centro muy prometedor, por lo que hicieron valer sus influencias a favor de sus hijos. Padrón padre habló con Villo y Alexis padre conmigo y así tanto Víctor como Alexis hijos fueron puestos a prueba, pues sólo hasta ahí llegaba la influencia. En EICISOFT estaba ausente ese paternalismo socialista reinante en el resto del país y se quedaba trabajando allí sólo el que demostraba tener el calibre necesario. Tanto Víctor como Alexis pasaron sus pruebas del fuego, reproduzco a continuación como es que recuerda Alexis aquel período de prueba.

Alexis

Yo entré a EICISOFT por así decirlo 'recomendado', sin haber tocado nunca en mi vida un ordenador y recuerdo que me pusieron a prueba (Jafet) durante un mes, tenía que aprender BASIC y ASSEMBLER y ser capaz de hacer un programa desde cero o me iba al carajo como los otros que entraron en aquellos años, esa era la condición y el reto que me puso Mandy y lo logré, en gran parte porque había un ambiente magnífico de trabajo donde se promovían las buenas ideas, por muy locas que fueran y porque el conocimiento fluía libremente, independientemente de que fueras un matemático como Julián y Jafet o físicos como Mandy y Homs o ingenieros como Rita, Lista y Marco o analfabetos técnicos como yo.

Con pruebas y todo, ya en la segunda mitad del 1985, vi que esto de los parientes de personajes influyentes se iba a convertir en un problema, EICISOFT había costado demasiados favores y no podía permitir que la gratitud lo echara a perder. Fue por eso que se me ocurrió aquello de la "Comisión", esta sería la que aprobaría la entrada en EICISOFT y no yo. Además, le decía a todos que eso de la comisión, me lo habían "bajado". Julián fue el presidente de la Comisión mientras duró, que fue hasta que Julián escapara en 1992.

Sin embargo, no todo el que logró entrar a EICISOFT se quiso quedar, nunca entendí bien por qué Mauricio, a quien mucho estimaba, quiso trasladarse. Hoy sospecho que fueron desavenencias con Gilberto, quien era su técnico de la MINBAS (Ministerio de la Industria Básica). Conseguir gente de puntería se convirtió en tarea permanente.

Juan Fernández

Juan Fernández En el acto del 1 de Mayo de 1985, me encontré con mi antiguo alumno Juan Fernández, el encuentro me recordó aquel examen de electromagnetismo a libro abierto en que el alumno podía escoger libremente el tema que quería que se le examinara. Me gustaban esos experimentos docentes, solía decir que no me interesaba tanto el cuanto sabían, como lo que eran capaces hacer con lo que supieran. Juan Fernández había sido el único que se atrevió a seleccionar el tema de la teoría de la relatividad y lo expuso brillantemente.

Por otra parte, recordaba también que había sido un alumno problemático por aquello del ajedrez. Juan Fernández era Maestro Internacional de Ajedrez y se la pasaba en torneos, así perdió uno o más años para terminar la carrera de física. Le hice la oferta de ir a trabajar a EICISOFT con la condición de que terminara con el ajedrez, la propuesta lo sedujo al punto, que no sólo abandonó su salario de profesor asistente en la CUJAE, sino que me prometió dejar el ajedrez.

Al igual que Castro, Juan Fernández tenía el "Pecado Original"... había nacido en Chicago, por lo que Partido y Juventud Comunistas en la Universidad le tenían la ya mencionada y consabida desconfianza. Adquirirlo no aliviaba el costo político de EICISOFT que, al "robarse el show", ya se había hecho de no pocos enemigos que solían calificarlo de "Antro de Gusanos y Maricones". Lo de "Maricones"... en Cuba, el enemigo es siempre, además de todo lo que se le quiera acusar... maricón.

Juan Fernández no puede decirse que haya sido nunca vicioso del trabajoal estilo eicisofttiano, esto no le impedía aportar buenas ideas y obtener resultados. Era hombre de trabajar de 8 a 5, sus ademanes, atuendo y estilo daban aire de flema inglesa. Por eso, cuando lo envié a Inglaterra en la segunda misión a ETCO, pensé que estaría en su hábitat, pero me equivocaba. Almendral, acostumbrado quizá a la dedicación casi esclava de Marco, le chocaba el estricto horario de Juan y cuando le señaló a este su inconformidad en ese estilo suyo de gran señor, Juan Fernández me comunicó, usando ya el EICITELEX, su deseo de abandonar la misión conestas memorables palabras. "Sácame de aquí antes le tenga que pasar la mano a este comemierda". Aunque reconocía que el uso del calificativo se justificaba, esa naturaleza capitalista mía, me hacía ver que los clientes eran, primero que todo, clientes y que por tanto, la misión había fracasado. Juan Fernández no demoró en lavar esa mancha al lograr introducir exitosamente el lenguaje C en EICISOFT. Cuando se le dio a la tarea, no sólo se estudió el lenguaje, sino que hizo una extensa evaluación de las herramientas disponibles en el mercado de 1985.

Peter y Mitchel

Peter Estos dirigían, desde su creación en 1981, el departamento de Neurología en el CNIC. Eran gemelos o "jimaguas", como se dice en Cuba y como Juan Fernández y Castro, tenían también el pecado original. No obstante, contrario a Juan, a Castro y al común de los pecadores originales, estos gozaban de la total confianza del Partido, se exceptuaban por ser hijos de Raúl Valdez Vivó, miembro de su Comité Central. Esa confianza les permitía hacer uso de sus pasaportes de Estados Unidos para viajar a ese y otra partes del mundo, con el fin de adquirir lo necesario para sus investigaciones neurológicas. Los gemelos se habían repartido la dirección de aquel grupo de forma que la parte propiamente médica, era de Mitchel, que se decía iba a cazar monos a no sé qué isla para sus experimentos, mientras que la parte técnica, era el territorio de Peter, que viajaba a EU a comprar equipamiento. Hay que reconocer que se trataba de una bien depositada confianza, años después, Mitchel demostraría su incondicionalidad a Máximo Líder, cuando al ser escogido para leer el "Compromiso de los Científicos Cubanos", lo hizo vibrantemente en la correspondiente asamblea de "reafirmación revolucionaria". Estas fueron asambleas que a las que se citó por gremios después de la caída del Campo Socialista. Se leía un sumiso documento que después era aprobado por "unanimidad" sin votación.

Siempre EICISOFT gozó del inmerecido crédito de haber sido el que trajo las primeras microcomputadoras a Cuba, realmente trajimos las NEC un año después de que Peter trajera sus Apples. El crédito verdadero, es el de haberlas introducido en la vida económica del país, ya que las NEC se trajeron con la idea, no sólo de usarlas en proyectos internos, sino de distribuirlas.

Los de Peter, además, se nos adelantaron en lo de las imágenes del Somatom, cuando empezamos nosotros con el Digimag para Vals, ya ellos lograban leer los discos con las imágenes no comprimidas del Somatom. Aunque este formato no permitía tantas imágenes por disco como el formato comprimido propietario de Siemens, la tarea de descifrar el formato Siemens les pareció tan inalcanzable que ni siquiera lo intentaron. Hay que reconocer que esto tampoco resultaba demasiado impedimento para sus investigaciones. En cambio, nuestros intereses no eran investigativos sino asistenciales. Queríamos desarrollar una estación de diagnóstico, el Digimag, en que pudieran estudiarse los casos, liberando así al Somatom para procesar más pacientes. Para que nuestro Digimag fuera realmente útil como estación de diagnostico, tenía que poder leer los discos en ese formato que la Siemens celosamente guardaba como secreto industrial. De resultar exitoso el proyecto, la tarea de diagnosticar podría descentralizarse y devolver los pacientes de otros hospitales acompañados de un disco de cinco pulgadas para un Digimag, con la tomografía completa, en vez de con un negativo de fotografía con una imagen seleccionada post diagnóstico.

Fue entonces que nos dimos a aquella tarea, digna de Sherlock Holmes, de descifrar el formato de la Siemens. Esto fue la vivencia personal que más me ha ilustrado en el sutil concepto de la sinergia. Las mentes de todos en EICISOFT parecían haber caído en resonancia coherente.Uno descubría una cosa, todos acudían a ver que era, se discutía, con la misma otro gritaba de otro hallazgo y en unos días, aquello que parecía indescifrable cedió ante la sinergia de aquel grupo.

Los celos profesionales que abundaban como la verdolaga en medios como la universidad y los centros de investigación, por algún raro motivo, no existían en EICISOFT, donde unos a otros se elogiaban al punto que se bromeaba con aquello de que todos allí pertenecíamos al SEMAB (Sociedad de Elogios Mutuos y Auto Bombo): que lo difícil podíamos tenerlo para hoy, lo imposible... bueno, ya eso tendría que ser para mañana; el saludo oficial de EICISOFT era ALOPETAC, contraía la oración de "Aprovecho La Oportunidad para hacerle Patente El Testimonio de mi más Alta Consideración" y así unos a otros se exageraban sus proezas, era primera vez que trabajaba en tan buen ambiente.

Loret de Mola

El SIME se adentraba en cuestiones ya no tan sideromecánicas y más electrónicas, como lo eran las fábricas de televisores de Santiago de las Vegas, la de semiconductores de Pinar del Rio, la de radios en Santa Clara y la de cables de San José de las Lajas, que se habían ido incorporando al ministerio y ahora EICISOFT. Se imponía ya un vice ministerio con esa especialidad, fue así que apareció en la escena para cubrir esa posición un ingeniero eléctrico llamado Gustavo Loret de Mola. No podía entender que Lage escogiera a este personaje tan ajeno a su carácter por encima de, por ejemplo Carrasco o el mismo Villo, pero este era hombre del Comandante de la Revolución Pedro Miret, que se había convertido en la persona de la ciencia y la técnica en el Buró Político del Partido. Loret, era así como se le abreviaba el nombre, venía con Miret desde aquello de los cohetes tierra-mar en 1963.

De a poco, sólo cuando la vida me fue acercando los niveles Ministeriales, fue que pude entender bien como era la mecánica del sistema en que vivía. Pues resulta que un ministro no estaba en la libertad de nombrar a sus viceministros, como yo lo había estado de escoger a los eicisoftianos, mucho menos destituir a ninguno de ellos. Los Vice eran escogidos por el Buró Político sin que el ministro pudiera siquiera proponer candidatos. En el caso concreto del SIME, Marcos Lage no había escogido a su gabinete, este se le había impuesto, los Vice debían obedecerlo administrativamente, pero le debían el puesto, no a él, sino a alguien en el Buró Político, que era, en un final, al que verdaderamente debían lealtad. El papel de los Vice, más que apoyar a su Ministro, era el de vigilarlo. Si añadimos a ésta fórmula, que el Buró Político estaba formado por un grupo de allegados al "Máximo" cuyo factor común era tener cero capacidad de liderazgo por mediocridad política o demencia senil, resultaba el diseño perfecto para la perpetuación a Fidel Castro, ya que garantizaba que nadie, sino él, pudiera ser líder de nada. Ahora entendía, por qué era que no bastaba con el favor de Marcos Lage, sino que tenía que ganarme a los vice uno por uno.

Pues era ahora Loret el viceministro que nos atendería, esto me llenó de terror puesto que había tenido un amargo episodio con el personaje cuando aun estando en el las TCAA (Tropas Coheteriles Antiaéreas) en 1966, a este poco le faltó para hacerme arrestar por violación el conducto reglamentario. Afortunadamente, Loret no me conectó con aquel incidente, sino hasta que yo mismo se lo recordé años después y, ya a esas alturas, terminó excusándose conmigo por lo que llamó "exabrupto juvenil". No se acordaba de mi, pero sí que se la tenía bien guardada a Modesto (el Ciego) Arocha y cuando le propuse ingresar a su hijo Armín (Kiki) Arocha a la plantilla de EICISOFT, estalló en iracunda diatriba. Acusaba a Arocha de haberse valido de la influencia de ser el líder político del grupo de estudiantes de ingeniería que se incorporó a las Tropas Coheteriles, para instigarlo a abandonar dichas tropas. En descargo de Arocha, le contesté que el mayor culpable de aquel éxodo había sido el propio mando de la Defensa Antiaérea, que contrario al de la Marina con el grupo de él, se la pasó humillando y maltratando a aquel grupo de las TCAA al que yo también había pertenecido. Al ver que Loret no cedía en su posición respecto a Arocha padre y que aquello, más que una opinión, era odio visceral, me concentré en el caso de Arocha hijo. Utilizando la reducción al absurdo le pregunté... "¿Hasta qué generación es que está establecido que los descendientes carguen con las culpas de sus ancestros?", apelé entonces al argumento de la Brigada Antonio Maceo, formada por hijos de desafectos que habían abandonado el país en los 60 y que eran ahora objeto de elogio oficial. Así fue como entró Kiki a EICISOFT.

Kiki

Kiki

Siempre he creído que la inteligencia tiene una fuerte correlación genética y conociendo lo brillante del padre, me atreví a apostar por el hijo, sin que éste trajera leyenda como Jafet, Homs, Lista o Julián o que fuera siquiera graduado universitario... y gané. Kiki, no tardó en convertirse en uno de los pilares de EICISOFT, no sólo era brillante, sino incansable. En aquella época jugaba la segunda base de los Industriales un pelotero llamado Rey Vicente Anglada que era considerado una estrella en esa posición. Tanto era así que se convirtió en costumbre lo de elogiar a alguien muy completo con aquello de que "cubría más que Anglada". Pues Kiki...cubría más que Anglada, montaba circuitos, reparaba, diseñaba y hasta podía programar, pero en todo lo que hacía iba ese toque de creatividad que lo hacía brillar aun en aquella liga que ya quemaba la película.

No era yo un director natural, puede decirse que dirigía para defender el oasis que, sin saber muy bien como, había creado. Realmente me gustaba más el trabajo técnico que el de dirección. Me esforzaba en mantenerme como director, más que nada para que no dirigiera otro que echara a perder aquello. Nunca dejé de dedicar, al menos la mitad de mi tiempo a trabajar directamente en los proyectos, lo que no pocas veces mis jefes me criticaron. Esto hacía que no ejerciera gran control sobre lo que hacía el resto de EICISOFT. Si bien todos allí trabajaban mucho, hacían muchas veces los que les daba la gana sin que mediara aprobación o siquiera conocimiento por mi parte. Pero ya había leído sobre los "skunks" en una copia del libro "Pasión por la Excelencia" de Austin y Peters, que habiendo entrado al país para los ojos exclusivos los viceministros de la Industria Básica, ya circulaba clandestinamente de manera más amplia. En ese libro aprendí que había adivinado, casi en un 90%, el método de dirección más efectivo para la creatividad. Un ejemplo que recuerdo de esto: me llegó a extrañar el ver a Kiki con Lista trabajando afanosamente en un programa, ya que no recordaba haberle dado a Kiki ninguna tarea de software. Pues resultó que trabajaban en un Juego de Billar. Al descubrir aquello, lejos de sancionarlos por indisciplina, como lo hubiera hecho un "dirigente" de verdad, no sólo oficialicé el proyecto "Chicago", sino que me sumé yo y además otros que también se motivaron con aquel desafío. El Chicago se difundió por todas las computadoras NEC del país afianzando el prestigio del centro y fue uno de los programas que nos abrirían las puertas al mercado japonés.

Ramos y Luis Vals

Si algo me llenó alguna vez de orgullo fue cuando Orlando Ramos, al que no pocos le decían el padre de la computación en Cuba, el diseñador de las primeras CID, se personó en mi oficina pues quería familiarizarse con nuestro trabajo. Quería aprender de aquella nueva técnica de las microcomputadoras con nosotros. Cuanta grandeza había en la humildad de aquel personaje, que totalmente desprovisto del más remoto vestigio de arrogancia venía ante un joven advenedizo a la industria a simplemente... aprender. Por supuesto, que le hice saber que nos honraría que participara en el proyecto que él quisiera y hasta me atrevía a ofrecerle que se uniera a nosotros. Estuvo tentado a hacerlo, pero eso hubiera sido casi un insulto irreparable para con el INSAC y él mismo desistió pero sin dejar de venir regularmente por EICISOFT. Más adelante, Luís Vals, el que desarrollo el software para aquella CID haría lo mismo, con similar orgullo por nuestra parte. (Lea una anécdota que bien caracteriza a estos personajes que no se deben olvidar).

Aunque la mayor parte de los ingresos de personal a EICISOFT eran eventos fortuitos, hubo excepciones. El socialismo establece el "derecho al trabajo", de manera que el gobierno está obligado a buscarle ubicación a todo estudiante que se gradúe en algún centro de trabajo. Esto de la ubicación se hacía a criterio de la burocracia del Ministerio del Trabajo, resultando muy frecuentemente que tanto el número de graduados, como las especialidades estudiadas, tuvieran poco o nada que ver con la demanda laboral de los centros a donde eran ubicados. Tanto Villo como el Ministro reconocían que el éxito de EICISOFT radicaba en la selección de su gente y se nos exceptuaba de este mecanismo absurdo de la economía planificada. Si bien nunca nos ubicaron a nadie, a cada rato nos enviaban, a modo de prueba, algún "ubicado" que les llegara a nivel de empresa o Ministerio.

Marcelino

Marcelino

Así me llegó un buen día de 1985 Marcelino Gutiérrez, que venía graduado de Ingeniería Electrónica de la URSS. Venir graduado en Electrónica de "allá" no representaba una credencial demasiado reputable, ya que sus cursos universitarios estaban aun más atrasados que su ya bien atrasada industria electrónica No obstante, durante su período de prueba, Marcelino encajó en el grupo. Sus deficiencias técnicas las compensaba con vergüenza y esfuerzo personal. Además, por mi amarga experiencia en la Universidad, ya sabía que en el medio cubano no se podía vivir de espaldas al mundo socialista sin que se nos empezara a acusar de desviados políticos, algún negocio había que iniciar con alguna entidad de ese mundo y Marcelino podía jugar un papel importante en eso.

Aunque esto jamás se pudo hablar de manera explícita, pienso que tanto Villo como Lage veían la relación con el Campo Socialista como un mal necesario y cuando llegó del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica) la "invitación" a participara en su recién creada Interrobot, esta bajó como papa caliente hasta caer en mis manos. Aunque se engolaba la voz para hablar de su importancia, no creo que nadie esperara resultado alguno de aquella reunión, al contrario de las misiones a Japón donde me llovían lo encargos e instrucciones, de aquella sólo se me dijo que era "exploratoria". Fue Marcelino el que me acompaño a Budapest para aquella primera participación nuestra en Interobot de 1986.

Los Búlgaros

Esta ciudad resultó más agradable que lo que yo esperaba, el socialismo Húngaro admitía bastante actividad económica privada, lo que hacía que se viera la abundancia y diversidad en la oferta minorista que en Cuba había desaparecido desde la Ofensiva Revolucionaria de 1968. La reunión? esa fue mucho más aburrida de lo que esperaba, su idioma oficial era el ruso y estaba presidida permanentemente por la delegación de la URSS, así era todo en el CAME. Se repartieron gruesos documentos en ruso que describían proyectos conjuntos y la reunión consistía en revisar las cifras asociadas a los mismos, aquello me resultaba vomitivo, Marcelino hacía como que me traducía, pero realmente comentábamos sobre la inutilidad de la reunión. Sin embargo, si bien la reunión como tal para nada sirvió, uno de sus recesos fue altamente productivo. Fue el que siguió a mi intervención, donde expliqué nuestros proyectos en CNC con el tornito y aquello de la cámara que permitía pasar directo del plano a la pieza o copiar un perfil. Se me acercó uno de los participantes, que se identificó como Valko Mitev el Director del complejo industrial KAM de Plovdiv, Bulgaria. Lo acompañaba un personaje que se presentó como "Yuri" que le traducía del búlgaro a un perfecto "cubano". Yuri pasó muchísimos años en Cuba y sin dificultad alguna nos pudo explicar que KAM fabricaba robots para montaje industrial, que su mecánica era buena pero los controles eran "mierda", que estaban pensando en importar unos de Alemania Federal y que quizá le pudiéramos poner a esos la "visión" que le habíamos puesto al tornito para la próxima "Feria de Plovdiv" en el verano de 1987. Haciendo gala de una osadía rayana en la demencia y sabiendo que lo de las imágenes no podía salir del ambiente NEC, le dije estaba seguro de que en EICISOFT podíamos hacer, no sólo la parte de visión, sino el control completo con aquellas NEC de 16 bits, en esos mismos 6 o 7 meses! Mi demencia resultó contagiosa y tanta hubo en mi propuesta como en su aceptación. En contraste y casi en protesta por el papeleo inútil de aquella reunión, nuestro protocoló consistió en una carta de intención que se redactó en español sobre unas servilletas que intercambiamos con nuestras firmas.

No regresé directo a La Habana como Marcelino, sino que fui a encontrarme con Villo en Vitoria, país Vasco, pues la EICI estaba iniciando negocios de máquinas herramientas con una compañía pequeña de allí, cuyo nombre no puedo recordar, pero que estaba relacionada con otras mayores como Lealde y Fagor. Mi presencia allí no tenía objetivos demasiado definidos, era una mezcla de asesoría, estudio y exploración. La visita fue interesante, nos dio la oportunidad de ver, por ejemplo, una fábrica robotizada de la Mercedes Benz que fabricaba allí paneles (vans). También, en instalaciones de esa firma cuyo nombre no recuerdo, pude ver tornos CNC fabricando balas de cañón. Se trataba de un encargo para Irán, me explicaron a soto vocee, pero esas mismas se la hemos vendido a Irak, me decían, jactándose de su picardía, por aquello de estar vendiendo armas a ambas parte del conflicto. Fueron pródigos en atenciones y nos tenían gran simpatía política por representar, de cierta forma, al gobierno de Fidel Castro. Estos vascos iban más allá del antiamericanismo típico en España, ya que, no sé si sólo simpatizaban o es que pertenecían a la organización terrorista ETA. Ya en los últimos días allí nos llevaron a una Venta (una casa que funciona como pequeño restaurante) en las afueras de Vitoria, donde se daban cita personas que vitoreaban la voladura en 1974 del entonces primer ministro Luís Carrero Blanco y cantaban a coro canciones en éuscara con loas a la ETA. Hasta hubo que participar en un brindis que maldecía a EU y exaltaba a Castro, pero también a ETA. Sobre la "exploración", esta arrojó que no podríamos ser otra cosa que clientes, ya que para esos vascos éramos en un final "gente de las indias", que a lo más que se podía aspirar era a que usáramos sistemas que prepararían para nosotros al estilo "llave en mano". Hasta cierto punto, me alegré de no tener que seguir ningún proyecto que me obligara a compartir tiempo y/o espacio con estos atorrantes.

De regreso en Cuba, nadie podía creer que de aquella reunión de Interobot pudiera haber salido algún resultado concreto y hubo sorpresa cuando, al mes de aquello, llegó un embarque procedente de Plovdiv con un robot tipo SCARA. ¿Cómo organizar a un team para acometer semejante proyecto? no tenía la menor idea, pero ni falta que hizo. El team del robot se auto-organizó y cada uno de los participantes, que no recuerdo siquiera haber escogido, fue encontrando su lugar en el proyecto. El robot traía su armario de control, que supuestamente debía servirnos de guía para el desarrollo del nuestro, pero el piquete de EICISOFT estaba aun más loco que su jefe, arrinconamos aquel armario hacia una esquina y como hormigas se le entró a aquel proyecto, unos diseñaban tarjetas para leer los "encoders", otros las de potencia para mover los motores y así nos repartimos los algoritmos de los servocontroles, el coordinador de movimientos en tres dimensiones, el intérprete del lenguaje de programación y el tema de la visión, que fue el inició todo esto. Pienso que terminé dirigiendo el proyecto sólo porque la tarea en la que mejor encajé fue, aparte de la visión, la de diseñar el lenguaje de programación y escribir su intérprete, que siendo éste el módulo de más alto nivel en software, lo era también en la jerarquía del proyecto.

Ni el HERO-1, ni el tornito EMCO constituían para esto antecedente alguno, ahora sí que se trataba de un robot de verdad y a cada paso nos sorprendíamos de las maravillas técnicas de ese mundo al que nos asomábamos; los motores con súper imanes de tierras raras, los husillos de bolas sin juego, los encoders, los resolvers... Recuerdo que en la documentación había algo que Marcelino traducía del ruso sin más como "reductor de onda"... ¿qué rayos era eso a lo que se hacía referencia como algo tan obvio que no requería de mayor explicación? En los planos mecánicos, la proyección en planta aparecía como un círculo y en elevación como una caja, pensábamos que se trataba de el bloque esquemático de un mecanismo altamente complejo que se mostraba así por simplicidad o quizá por ser "secreto". Cansados de especular sobre la misteriosa componente, nos atrevimos a desarmar una de las articulaciones para desentrañar el misterio del "reductor de onda". Cuál no sería nuestra sorpresa al descubrir que dentro de aquellos dos cilindros que encajaban uno dentro del otro como una caja de sobrero con su tapa y que pensábamos ocultaba complicados sistemas de ejes y piñones planetarios, había un ejecito con dos patines. A los pocos días, tras intensas búsquedas bibliográficas sobre la mecánica y el control de robots, apareció la teoría detrás de los "Harmonic Gears" o los "Strain Wave Reducers". Era Lista el único que había estudiado la teoría del control automático, pero no demoró mucho en que ya se oyera discutir en círculos más amplios sobre los PID (controles Proporcionales-Integro-Diferenciales) y algoritmos adaptativos como si se tratara de viejos expertos en el tema.

Una muestra de los rápido que se asimilaba la robótica en EICISOFT fue aquello del “multiplicador”. La exactitud en el posicionamiento de la herramienta de un robot está limitada, entre otras cosas, por la resolución de sensores de posición. En el caso del SCARA búlgaro, estos eran encoders ópticos del tipo relativo con unas mil marcas por vuelta.

En EICISOFT nada con tornillos quedaba sin desarmar y aquellos encoders no fueron una excepción. Una idea por aquí y otra por allá, hasta que se terminó cambiando el pequeñísimo circuito que tenían adentro, por uno que, basado en la detección de fase, podía multiplicar hasta por ocho su resolución original. Esto era el "multiplicador".

Los búlgaros, estaban desarrollando un tipo de robot al que llamaban “Direct Drive”, que al no tener reductores requerían encoders con una mayor resolución. Conociendo de nuestro invento, nos mandaron un ejemplar de encoder de alta resolución, que una firma de Alemania Federal acababa de sacar al mercado, para ver si podíamos aumentarla aun más. Cuan sorprendidos quedamos todos cuando, al abrir aquel encoder de alta resolución, nos encontramos con que no íbamos a poder introducir nuestra modificación porque ésta estaba ya introducida...la tal alta resolución la lograban haciendo lo mismo que nosotros!

Por un lado, el multiplicador que creíamos haber inventado, no sólo estaba patentado, sino producido, catalogado y distribuido, pero por otro, aun cuando no pudimos esta vez “darle alante” al mercado, tampoco estuvimos tan lejos.

Sergio

Sergio Pérez o Sergio el Loco, pertenecía a llamado Grupo de Delio y desde allí, a solicitud mía con Villo y con el fin de ofrecer este servicio a nuestra creciente clientela, se especializó en la ciencia oculta de arreglar computadoras. A decir de Kiki, cuya primera asignación fue la de trabajar con Sergio, este había desarrollado una intuición para este trabajo que no dejaba de sorprenderlo. Cuenta que este ponía la punta del osciloscopio en alguna línea del "Bus" de datos o direcciones, donde lo único que se deja ver es una parte de las señales de todas las componentes mezcladas y le decía..."mira", señalando lo que para ojos normales era puro ruido, "ahí está el problema" y con la misma le iba arriba una de las muchas pastillas de memoria de aquellas tarjetas madres. ¿Y porque esa?" preguntaba Kiki tratando de encontrar alguna lógica en aquello...las de un gris más claro están hechas en Malasia, mientras que las más oscuritas en Japón, peso a peseta que es la de Malasia. Y así arreglaba Sergio las computadoras NEC sin que Kiki o ningún otro pudiera llegar a entender como lo lograba.

Me acuerdo que, como fui profesor de electrónica, nunca perdía la maña de enseñar a usar correctamente el osciloscopio, y cuando veía a Sergio queriendo ver señales de decenas de MHz sin usar conexión de tierra de la punta, esa que siempre estaba perdida o rota, sino un simple caimán al chasis. Le explicaba que de esa manera se colaban 60Hz residuales de las fugas del transformador y hasta la onda Radio Progreso y cuando le mostré la limpieza de la señal cuando se hacían las cosas bien, me dijo...si, se ve muy bonito, pero es que ya sé lo que tengo que ver con churre y todo. Aunque me parecía imposible sacar nada de aquellos churros, el si podía, él le ponía mentalmente un filtro a aquella sucia señal y veía lo que tenía que ver, lo que quizá no viera yo ni con la limpieza de la mía.

El resto del Grupo de Delio hacía ya meses centraba su atención en las antenas parabólicas y lograba captar la señal de varios satélites de donde pirateaban películas que se grababan y Villo distribuía sin que supiera ni me interesara saber a quién. Esta actividad tenía cierto velo de misterio. El 26 Abril de 1986 ocurre el desastre nuclear de Chernobyl y Delio capta un noticiero de EU donde se estaba dando esa noticia de última hora, da la voz y todos en EICISOFT pudimos ver y oír la información de primera mano. La noticia se empezó a regar y los que pudieron, acudieron a aquel local para ser testigos de lo mismo. Al otro día, el Gramma, informa del suceso en una pequeña nota en que calificaba, lo que ya sabíamos había sido un desastre, como un incidente menor. A todo el que pudo ver la noticia en el sistema de Delio, le quedó claro que el Gramma era un órgano desinformativo. A los pocos días se bajó la antena y se disolvió el Grupo de Delio. Lo único positivo de todo esto, es que el local de Delio y Sergio pasaron a EICISOFT.

Osmel

Osmel

Un poco de suerte es siempre bienvenida y en medio de aquella febril actividad robótica, apareció en la puerta de EICISOFT, perdido mientras buscaba otra dirección, Osmel Torres, un ingeniero en control automático. ¿Y qué es esto aquí? pude oír cuando preguntó y alguien que salía por la puerta le contesta...EICISOFT. Con cara de asombro y admiración exclamó...esto es EICISOFT?! Aquello me resultó simpático y halagador, por lo que lo invité a pasar para mostrarle lo que estábamos haciendo. La cara de Osmel era la de "Alicia en el País de las Maravillas". Ante aquella obvia manifestación de motivación y siendo sus comentarios inteligentes e informados, le pregunté que si, de aprobarlo la comisión, vendría a trabajar con nosotros. Dando un salto dijo que sí y en unos días ya Osmel se había sumado a equipo del SCARA.

Pizarro

Pizarro

Desaparecido el Grupo de Delio, sus miembros flotaban dentro de la EICI y al fin acepté asimilar a Pizarro. Conocía a Francisco Pizarro de hacía tiempo, de la Escuela de Física en 1970, Yo me graduaba y él trabajaba allí de laborante. En una oportunidad me acusó de mentiroso públicamente, desmintiendo una historia que hice una vez ante un grupo de estudiantes y trabajadores, de haber visto tubos de pantalla Dumont americanos en equipamiento de Radar Soviético cuando en 1963 estudiaba en la Escuela Militar Técnica de Odessa. Basaba su desmentido, en que José García Cajigas, un compañero mío de las TCAA y vecino de él, decía no recordar aquello. No sé si Cajigas, que había devenido en un muy serio oficial de las FAR, en verdad no recordaba o prefirió no recordar algo que era políticamente incorrecto, Estimaba Pizarro, no sin tener alguna razón, que con eso adulaba la dirigento-militancia de la Universidad. La vida dio una de esas impredecibles vueltas y nos volvimos a encontrar años después en la EICI. Pizarro jamás volvió a mencionar el episodio, pensó quizá que lo había olvidado. Yo tampoco se lo recordé nunca, me limité a no bajar la guardia en su proximidad y esto anulaba su utilidad como informante o agente de la Seguridad del Estado. No me cabía duda que Pizarro estaba en ésa, sus torpes métodos de obtener información lo delataban y para colmo, gustaba de usar ese tono misterioso que sugería vínculos de algún tipo con elaparato.

Pablito y Varona

Pablo Pérez era hijo Medel Pérez, un excelente profesor de Física de la Universidad. Apoyé a Medel en su fallida lucha porque se aceptara el conflictivo programa del PSSC (Physical Science Study Comitee) en la Escuela de Física. Este al final fue proscrito por proceder del mundo capitalista. En general, Medel y yo compartíamos las mismas ideas sobre la enseñanza de la Física. Pablito había hecho algunos años de Medicina, hasta que vio que eso no era lo suyo y quería moverse al mundo de la matemática y la ingeniería. Eso de tener a alguien con la capacidad de programar y a la vez, contar un background médico, me pareció muy conveniente. Si a esto sumamos mi confianza en la genética, se explica el por qué lo propuse a la comisión de ingreso.

Pablito no resultó ser hombre de concentración eicisoftiana, era gente de muchos y variados intereses, entre ellos, la música, no puedo olvidar una vez que lo sorprendí sentado en la mesa del tren, rodeado de público y guitarra en mano, parodiando al Unicornio Azul de Silvio Rodríguez... "Un punterito a char, ayer se me perdiooó".

Varona

También por aquel tiempo, sometí también a la comisión a Roberto Varona, este vino recomendado por SilviA Rodríguez (no SilviO), especialista del departamento de Coyunturas en el Ministerio de Comercio Exterior y hermana mía, por más señas. Varona era miembro de la Juventud Comunista, recién licenciado del ejército y sobrino de Mercedes Varona, su jefa en Coyunturas, personaje que tanto ella como yo estimábamos como persona hábil e inteligente. Me hacía falta alguien que, sin ser un idiota, fuera militante de la Juventud y me organizara al menos un comité de base en EICISOFT. Tenía que dar "forma" socialista a nuestro "contenido" capitalista.

Por aquella época se popularizó el tema de la Inteligencia Artificial y especialmente el de los Sistemas Expertos, las máquinas de inferencia y las bases de conocimientos. No había centro de investigación o facultad universitaria que no contara con algún proyecto en esos temas. Fue Pablito el que sugirió desarrollar uno para diagnóstico cardiológico. Ya a esas alturas, no era ajeno al celo profesional médico y sabía que nada que sustituyera al médico iba a ser acogido, pero Pablo insistía en que no podía haber uno de guardia por especialidad y que a veces la presencia o ausencia de un cardiólogo podía ser decisiva en un paciente de urgencia. La idea era que un sistema de experto podía estar de guardia siempre. Varona y Pablito se dedicaron a desarrollar la máquina de inferencia y a entrevistar cardiólogos para la base de conocimientos. Encontrar a los cardiólogos para las entrevistas resultó fácil, años después, cuando el sistema de experto ya logró diagnosticar casos con tremenda efectividad, lo que no logramos encontrar fueron "no cardiólogos" que quisieran usarlo.

Tanilo

Tanilo

Su nombre real, Máximo Rivero, ingeniero mecánico, teniente coronel de ejército, militante del Partido, veterano recién llegado de Angola y primo mío. Y no eran sólo estas credenciales, Tanilo tenía leyenda de tipo brillante en la universidad y siendo contemporáneo con ellos, esta era conocida tanto por Villo como Marcos Lage. No me fue difícil convencer a este último de que gestionara con las FAR su retiro temprano, ya que, aparte de la evidente necesidad de alguien con una base mecánica para el tema de la robótica, en ese momento no había en EICISOFT un sólo militante del Partido. Esto último ya iba siendo importante, pues los éxitos de EICISOFT cada vez levantaban más ronchas y la frecuencia de acusación de ser una cueva de "gusanos y maricones" iba en aumento.

Lamentablemente, pude constatar que Tanilo, al que desde niño había admirado por su talento y simpatía, había perdido el brillo. Quizá fueron demasiados años estupidizándose con aquellas metodologías de ITM (Instituto Técnico Militar), donde lo importante no era lo que se impartía, sino cuan exactamente podía seguirse un rígido esquema de preparación de clases impuesto por su fundador y primer director, el ladrillo de Fernando Vecino Alegret. Esas ladrilladas, que a lo menos que contribuían era a formar ingenieros, fueron sin embargo bienvenidas por el sistema y Vecino fue ascendido a Ministro de Educación Superior. Al abandonar la dirección de ITM, dejó al frente a otros gorilas tan o más ladrillos que el mismo. Parece que Tanilo no se estipudizaba lo suficientemente rápido y fue enviado a la guerra en Angola, de la que, defraudando expectativas gorilezcas, regresó vivo, aunque lo hizo ya alcoholizado y deprimido. Tanilo no lograba encontrar su lugar en aquella tropa, pensé que era debido sólo al enorme el abismo tecnológico que tenía saltar, pero con el tiempo pude darme cuenta que había perdido la capacidad para jugar en aquella liga. No obstante, por solidaridad, Tanilo compartía las larguísimas sesiones de trabajo en aquel proyecto del robot SCARA, lo que le mereció la aceptación por el colectivo.

Plovdiv

Los Búlgaros Ante la perplejidad de todos, aquello iba tomando forma y esto incluía a los técnicos búlgaros, que en cada visita veían incrédulos como aquel reguero de proyectos, aparentemente inconexos, iba encajando sin que existieran documentos de planeamiento con rutas críticas ni diagramas jerárquicos. A tres semanas de la Feria de Plovdiv, las tarjetas de PWM (Pulse Width Modulation) movían los motores, mientras otras podían ya leer los encoders y pasar esta información a la NEC, donde los programas con los algoritmos de PID eran capaces de mover las articulaciones sin oscilaciones en régimen muy cercano al crítico. Ya los módulos de coordinación en el intérprete eran capaces de colocar el gripper (mano o tenaza del robot) en cualquier punto de su espacio accesible. Por otra parte el software de visón ya podía localizar, identificar y parametrisar objetos en el campo de visión de una cámara de video que se movía con el brazo. Eso de que la cámara fuera móvil, introducía una gran complejidad algorítmica, pues su sistema de referencia se trasladaba y rotaba junto con el brazo. Esta fue una de las muchas innovaciones que se habían generado con este proyecto.

Osmel y yo tuvimos que salir hacía Plovdiv sin que aun el intérprete, la visón y el servo control encajaran completamente, el software debíamos terminarlo allá. Una vez en Plovdiv no tardamos en darnos cuenta que, "oops", en lo precipitado de la partida, las fuentes que se copiaron para que nos la lleváramos, no se correspondían con la última versión compilada. Eran los 80 y aun no podía enviarse nada así por teléfono, de manera que había que resolver con lo que se tenía. Años después, la película "Apollo 13", me recordaría aquella situación..."Havana, we have a problem". Sólo podía recompilarse el módulo de visión, que había copiado yo mismo, de manera que los arreglos mecesarios se tuvieron que hacer desde ese. Esta situación obligaba a que el movimiento no pudiera activarse hasta que el módulo de visión no inicializara correctamente todas las variables del servo control. En otras palabras, el robot tenía que "ver" algo antes de moverse por primera vez, un error en esta secuencia, producía movimientos de aparatosidad y brusquedad tales, que rompían los topes plásticos y hasta movía la mesa de acero en el que estaba montado.

SCARA La Feria de Plovdiv estaba a punto de comenzar, pero aun se esperaba la llegada de Todor Yivkov. Este era primer secretario del Partido Comunista Búlgaro así como otros tantos cargos, típico de los jefes de estado comunistas. Yivkov se demoraba esperando por su invitado y homólogo de la vecina Rumania, Nicolae Ceausesco. En el tedio de la espera y temiendo un recalentamiento debido a la deficiente ventilación del armario, ese que ocultaba el detalle capitalista de la NEC que KAM prefería no exhibir, cometo el error de apagar el sistema. De pronto, se anuncia la llegada de Yivkov y al desatarse el corre-corre y el desatino, violamos aquella secuencia absurda, provocando que el SCARA nos dedicara una de sus mejores y más aparatosas piruetas. Los topes fueron lanzados a velocidades tales que hicieron a los expositores vecinos temer por su integridad física. Reiniciamos la secuencia ante las miradas aterradas de la gente de KAM y justo en el momento en que Yivkov y Ceausesco se paraban frente al robot, este comenzó a moverse grácilmente, recogiendo la pieza que la cámara había identificado y la colocándola en una caja.... éxito total, EICISOFT y el KAM se convertían en aliados estratégicos...

Tornito De regreso a Cuba al robot se le perfeccionaron sus algoritmos de servo control, se le añadió voz con una tarjeta de diseño propio y cada vez lograba hacer tareas más complejas. El tornito, que se basaba en la simplicidad de los motores de paso, heredó todo el desarrollo del robot y ahora tenía un servo-control CNC totalmente de EICISOFT. No sólo se le mejoraron la calidad del terminado y sus prestaciones como máquina herramienta, pero se le introdujeron otras importantes innovaciones. Los motores de paso fueron sustituidos por compactos y potentes motores de aviación, pero estos eran del tipo serie, que si bien tenían una relación torque-tamaño muy buena, su respuesta no era lineal como los motores del robot sino cuadrática. Contrario al vaticinio de los especialistas en control automático, se le encontró una solución algorítmica al problema y permitió que aquellos motores funcionaran perfectamente.

El procesamiento de imágenes no se había detenido y a estas alturas ya el Digimag se usaba cotidianamente para diagnóstico de tomografías del SOMATOM, el Digipat ya procesaba imágenes de microscopía en Anatomía Patológica y el Ortognatrón funcionaba como herramienta básica en el servicio de Máxilo-Facial del Hospital Centro Habana. La cirugía máxilo-facial se distingue de la llamada cirugía plástica o estética en que en esta última sólo se modifica el tejido blando, mientras que en la primera también se opera el hueso y sobre todo este. Se distingue también porque, generalmente, los casos de la primera suelen ser pacientes que presentan graves deformaciones faciales que la cirugía, a lo sumo, logra mejorar. La cirugía plástica, en cambio, sólo perfecciona rostros que son ya armónicos. En la máxilo, a lo más que se aspira es a obtener un rostro aproximadamente ortognático, es decir cercano a lo normal, pero eso de lograr belleza está generalmente fuera del alcance de esa cirugía.

El Ortognatrón: Gilda y María Antonia

Gilda Gilda Hernández era una muchacha con una figura extraordinaria, pero con un prognatismo tan acentuado, que le daba aspecto de bruja. El tratamiento obvio hubiera sido la retroposición mandibular, pero con el Ortognatrón se pudo comprobar que, si se avanzaba el maxilar superior en vez de retrotraer el inferior, la corrección era mejor y el resultado más estético. Esto le permitió a los máxilos conectar la deformación con un golpe que se dio en su niñez y que afectó el crecimiento del maxilar superior, haciendo que el inferior protuberara.

El papel del Ortognatrón en este caso me hizo merecer una invitación a participar en aquella operación a cargo del Dr. Fausto Felipe. Pude ver como se trasformaba la fealdad, no ya en algo aceptable, sino verdadera belleza.

El poder convertir a Gilda en una muchacha bonita, fue un golpe de suerte tanto para ella como para nosotros, pues ayudó a que la prensa se animara a divulgar estos logros y no sólo los de ella, sino los de otros casos como el de Maria Antonia Campín que fue portada de la revista Somos Jóvenes que puede verse a la derecha de este texto

Abel y Abad

Abel De forma parecida y por la misma época de Osmel, entró Abel Alvarez.Vidal a EICSOFT. Abel iba de la genialidad más sorprendente a manifestaciones de retraso mental. Con estas características, sólo podía encajar en un lugar como EICISOFT. Junto con Alexis, otro personaje que también exhibía similares extremos, lograron desarrollar, entre otras cosas, una tarjeta con un software que lograba lo que parecía imposible, compatibilizaba las NEC de la serie PC-9800 con la recién salida serie de PC de la IBM. Fue Marco el que le puso la tapa al bautizarlo con el pegajoso nombre de PC&PC.

Abad José Abad Hernández, al igual que Ulises, había sido alumno mío en la escuela de Física, solo que de Abad, fui también el tutor de su tesis. Brillante, pero siempre agresivo y conflictivo, estaba teniendo problemas con la dirección de la Fábrica de Semiconductores de Pinar del Río donde trabajaba. No me fue difícil que me lo trasladaran, su director, que recuerdo que se llamaba Remberto, me lo concedió gustoso, casi que le parecía increíble poder salir de él. No me preocupaba Abad, ya que no era el primero acusado de conflictivo que recogía en EICISOFT, sólo que este me resultó conflictivo a mí también. En el aspecto técnico, Abad trabajó en muchos proyectos sin que pudiera decirse que fuera tan definitorio en alguno como para que su nombre se le asociara, fue el diseñador del logotipo de EICISOFT y en lo político sí que marcó pauta, ya que fueron él y Gilberto los primeros en alcanzar la militancia del Partido desde EICISOFT.

Néstor Flores

Néstor Flores Venía Néstor Flores muy bien recomendado como programador de puntería y su cultura en el tema fue muy convincente en su entrevista, sin embargo, no mostró nunca la concentración y persistencia de resto del colectivo. Al no contar una dirección de estilo de Roberto Homs, su trabajo siempre se diluyó sin lograr mayores resultados. Esto fue la causa de que un par de años después fuera separado de EICISOFT, no sin una larga batalla con el Sindicato Nacional de las Ciencias al que apeló.

Viciedo

Viciedo Viciedo era un químico devenido en especialista de la información científica. Era yo de la opinión que tanto la búsqueda bibliográfica como la documentación de nuestros proyectos eran ángulos que teníamos flojos, dado que no contábamos con nadie particularmente motivado con ese tema de la información científica. Esto explica que Viciedo fuera aceptado en cuanto asomó por mi oficina enviado por mi tía Magda.

Diego

Diego Los proyectos en robótica y máquinas herramienta empezaban a requerir de alguien con habilidades para la fabricación de piezas y ajuste de mecanismos. Fue para esto que Villo me propuso a su mecánico estrella, Diego Navarro. Diego venía con Villo desde hacía años, aparecía cada vez que hacía falta hacer algo mecánico de especial dificultad. Mi primer encuentro con Diego fue cuando el DIE, trabajábamos en un proyecto de electroforesis y Villo lo trajo para el diseño de la cubeta y la fabricación de su prototipo. Recuerdo que la hizo con planchas de acrílico y le quedó tan perfecta, que parecía hecha con molde. Ya en EICISOFT, no demoró sentar cátedra y quitarle Gilberto el título de "Golden Fingers".

Si algo distinguía a EICISOFT de otros centros de desarrollo era su capacidad de combinar el software con el hardware. Nuestros productos más importantes, como el tren, el torno, el EICITELEX, entre otros, implicaban desarrollo de circuitería digital y analógica. Para cualquier lugar que no contara con una fábrica de circuito impreso como, por ejemplo, la que tenía el ICID, el desarrollo de un circuito electrónico pasaba por el penoso y largo proceso de encargarlo a alguno de los pocos lugares que, casi de favor, pudieran darle este servicio. Desde muy temprano EICISOFT se liberó de ese mecanismo infernal al desarrollar su propia tecnología para la fabricación de impresos para prototipos. Consistía este en un ploteador, con unas plumillas especiales hechas por Diego, que dibujaban sobre la placa virgen de impreso con una tinta que nos fue desarrollada, a pedido nuestro, por un laboratorio químico con el que habíamos establecido cooperación y un software que escribí yo y que llamamos PCEDIT (Printed Circuit Editor). Con este sistema desarrollábamos nuestros circuitos electrónicos más rápido de lo que el mismo ICID podía hacerlo. Esto fue lo que nos permitió no sólo sobresalir en el medio criollo, sino ofrecer a Japón diseños que, aún en ese mercado tan ágil resultaban novedosos.

Reloj Club De izquierda a derecha:

  1. Irreconocible
  2. Baba San
  3. Diego
  4. Irreconocible
  5. Irreconocible
  6. Abel
  7. Kiki
  8. Julián
  9. Irreconocible
  10. Rita
  11. Abad
  12. Ulises
  13. Gilberto
  14. Marco
  15. Castro
  16. La China (recepcionista)
  17. Pizarro

Maeda y Xestek

Baba San, en mi tercer viaje a Japón, me llevó ante Masato Maeda, presidente de la firma Xestek con algunas muestras de nuestros desarrollos. Entre estas se incluían el Billar, un aplicación que permitía al dBase II incluir imágenes en las bases de datos, un sistema de procesamiento de imágenes, una tarjeta que convertía una NEC en un osciloscopio y la PC&PC. Con esto se iniciaba la exportación de software a Japón, rubro ni remotamente avizorado por los planificadores.

Brocure XESTEK

La exportación de software no se detuvo en Japón, siguió con España, Bulgaria, México, Venezuela y Brasil. Esta actividad no sólo nos proveía de divisas, que libremente reinvertíamos en EICISOFT sin que tuvieran que venir sólo de las asignaciones a ministros, sino que también generaba viajes pagos para la tropa de EICISOFT. Cada viaje, además ser un importantísimo estímulo material, por ser la única oportunidad de adquirir toda esa mercancía común que en Cuba no había ni habría, resultaba una fuente de información técnica actualizada e inspiración para nuevos desarrollos.

La argumentación con que se explicaban estos éxitos a la oficialidad sonaba políticamente bien, decía que el poder ahora exportar software no era más que la cosecha de la inversión en educación que la Revolución había hecho. La realidad, en la que no quería ni pensar, era que la ganancia verdadera estaba en contar con ingenieros y programadores esclavos, como yo, que producían aquellas maravillas del ingenio humano a cambio del respiro de libertad que EICISOFT les procuraba.

Por la época que comenzaron las actividades en la robótica, se concluía el proyecto del Tren. Antes de que comenzara el desarme y enhuacalamiento, el Noticiero ICAIC hizo un memorable reportaje, que además las aplicaciones de imágenes, mostraba al simulador ferroviario en operación. Sería esta la única prueba del éxito de este proyecto, pues el Ministerio de Transportes nunca llegó a instalarlo. Después de invertir $120000 y dos años de trabajo, ni siquiera vinieron a recoger los huacales. Esto fue consecuencia del cambio de ministro, Guillermo García era sustituido por Diocles Torralba y éste, sin más miramientos, desdeñó todos los proyectos de su antecesor Habiendo conocido al personaje, no creo que el legado de Guillermo García en particular tuviera gran valor, pero eso de despreciar la herencia, está en el tuétano de la filosofía de la Revolución, esta no retomó nada de las anteriores constituciones, la rescribió de cero, el ejército...de cero también... la historia comenzaba con su toma del poder y así cada jefe recomenzaba la historia de su predio con su "toma del poder".

Bencomo

Eduardo Bencomo Zurdo atendía, dentro del llamado Grupo de Apoyo del Comandante en Jefe, el tema médico y tanto razones de oficio, como de afinidad personal con Villo, lo habían llevado en más de una ocasión a visitarnos. Habiéndose convertido EICISOFT en una atracción, Bencomo se anotó algunos puntos trayendo al que, en aquel momento, era el médico de cabecera de Fidel Castro. Al poco tiempo de aquella visita, pero sin estar seguro de que existiera una relación causal, se apareció por primera vez en EICISOFT Carlos Lage Dávila.

Carlos Lage

Carlos Lage

Este, como Bencomo, era miembro también del Grupo de Apoyo, pero se sabía que era el más cercano a Fidel Castro. Carlos Lage empezó a frecuentarnos y a indagar sobre nuestros planes y estilo de trabajo. Hombre sencillo y agudo en sus observaciones, me resultaba simpático. Requería de un esfuerzo especial para no perder de vista que, aunque nos tratáramos con familiaridad, aún en aquella época, el poder que tenía podía hacernos polvo en un santiamén. En una oportunidad me preguntó sobre mí, de mi trayectoria, como tenía a mi favor la campaña de Alfabetización y seis años en las Tropas Coheteriles, las respuestas no eran demasiado difíciles si lograba obviar la parte de cuando me botaron de la Universidad. Pero a esas alturas, los protagonistas de aquella película estaban muertos, destituidos o preferían olvidar el incidente, de hecho ya había sido invitado a la universidad a participar en eventos o dar cursos y conferencias. Sólo "El Aparato" podía contar una historia diferente, pero tenía tiempo de haberlo hecho, si es que lo iba a hacer. Quizá al ya estar fallecido mi paterno contacto con el imperio, el siniestro organismo había decidido olvidarse de mi furtivo encuentro con él en 1972 cuando lo de Suecia.

Fue en aquel tiempo que sucedió lo que en algún momento tenía que suceder, el regional del Partido de "Plaza de la Revolución" logró que destituyeran a Villo. Había hecho demasiado enemigos con sus métodos de dirección poco ortodoxos, con ese sistema de "estímulos" suyos, tan ajenos a la moral socialista, que a evidentemente no incluyeron a la gente que ahora lo acusaba y por los muchos desmanes de sus protegidos. Ante la obvia deuda de gratitud, Villo quiso buscar asilo en EICISOFT con sus allegados. Villo me había dado asilo cuando salí botado de la universidad. El haberle negado ese asilo me ha martillado la conciencia desde entonces. El problema era que Villo no podía dejar de ser quien era y Marcos Lage no lo iba a subordinar a mí. Si le dejaba entrar, iba a terminar dirigiendo y destruyendo EICISOFT. Era la primera vez que sentía esa soledad de ser el jefe, nadie podía ayudarme, era yo el que tenía que decidir entre la gratitud y EICISOFT. También le debía gratitud a la gente de EICISOFT, el dejar entrar a Villo era también una traición para quien había dejado sus posiciones para venir a trabajar conmigo. No había forma de quedar bien y decidí por EICISOFT. Me ausenté con lo de la preparación para la Feria de la Habana y dejé que los trabajadores con su sindicato al frente, se encargaran de negarle la entrada. Pensé que de esta forma comprendería mi situación, pero con esto no sólo le estaba negando el asilo, sino que lo enfrentaba a su impopularidad, cuanto tiene que haber sufrido aquello!

La Feria de la Habana de 1987 fue el mayor éxito que habíamos tenido, el Robot SCARA lograba construir una torre a partir de las piezas que se le regaban en una mesa y mientras hacía esto iba comentando lo que hacía. Las piezas eran de distintos tamaños, las buscaba con la cámara y cuando encontraba una, exclamaba..."uuuuna chiquiiiitica", "uuuuna medianiiita" o "una grande!". En ocasiones anteponía un cubanísimo "Ñoo!" a esta última, esto no dejaba dudas de la autenticidad de origen del software. Las piezas las iban organizando a un costado de la mesa para acometer la construcción de una torre y si se le quitaba una, se quejaba diciendo "aquí hay maraña". Aparte, el tornito hacía bates y copitas que se regalaban mientras el Orgtonatrón sacaba imágenes de los visitantes con las caras modificadas a modo de caricatura, aquello no sólo acaparaba la atención de visitantes y expositores, si no que fue difundido ampliamente por los medios. Aun habiendo firmas extranjeras exponiendo y regalando bolsas y T-shirts e incluso habiendo una ellas, aquella que habíamos visitado en el país Vasco, traído un robot ASEA de cinco ejes que servía tragos a modo de barman, nos habíamos "robado el show".

De regreso de la feria, ya se imponía que hablara con Marcos Lage sobre el tema de Villo y con ese objetivo me personé en su oficina. Marcos Lage no me perdonó lo que entendió como tamaña ingratitud y sin oír mis razones, me botó de su oficina en obvia destitución. Turbado por la situación, regresé a EICISOFT, pensé esperar allí hasta que del ministerio llegara algún "interventor", pero el que llegó fue Carlos Lage, a eso de las 5 PM, con la solicitud de que nadie se fuera, que venía un visitante importante. Creo que fue desde esa tarde que a Marcos y Carlos Lage se les empezó a llamar Lage el Malo y Lage el Bueno, respectivamente. Traté de explicarle a Lage el Bueno el último desarrollo de los acontecimientos, pero me dijo me concentrara en prepararme para la visita y que después hablaríamos. Le pregunté quién era el visitante, me contestó que Pepín Naranjo, ayudante personal de Fidel Castro. La respuesta me satisfizo y no volví a preguntar. Me extrañó, no obstante, ver llegar a personajes que no conocía y que no se dirigían a mí sino a Carlos Lage y que comenzaban a merodear por el local. Cuando sí que me sorprendí, fue cuando vi entrar a Marcos Lage por la puerta, que se acerca a mí y me dice ... "fíjate, hagamos las paces, pues vamos a tener que trabajar juntos" y me extendió su mano, la estreché más que gustoso. Seguidamente, le comento que Carlos Lage, me había dicho que Pepín Naranjo venía a visitarnos... que?... el que viene pa'ca es Fidel. Apenas había terminado de decirme esto y entraba por la puerta rodeado de su escolta. Se dirige directamente a Marcos Lage, quien lo saluda y me presenta por primera vez, no sólo como Mandy, sino como el Director del centro.

Fidel Castro

Fidel Castro Ya lo de EICISOFT le llegaba por muchas vías y siendo su obsesión más reciente, la de crear un "Polo Científico" con que asombrar al mundo, consideró que eso que se había creado por generación espontánea y desarrollado de manera silvestre a contra-corriente, con su apoyo y orientación, podía mostrarlo como un logro más de su revolución. Ciertamente EICISOFT necesitaba algún apoyo por encima del que la EICI podía darnos, si bien hasta ahora EICISOFT podía ofrecerle a sus miembros el oasis para trabajar sin persecución política y una buena posibilidad de viajar, que aparte de satisfacción espiritual, ofrecía una importante compensación económica de la que no era correcto hablar. Cierto es que en el marco del nivel de una empresa, no podría jamás ofrecer salarios altos, carro y mucho menos casa. EICISOFT corría el peligro de perder gente clave por no poder resolverles sus problemas materiales. Ya habíamos perdido, no sólo buenos ingenieros como Mauricio y a Roberto el Loco, sino también a importantes jefes de proyecto como Jafet y Homs por haber, estos últimos, recibido irrechazables ofertas de la ONU y comercio exterior, respectivamente. Ofertas estas que, ni remotamente, podíamos igualar.

Si bien muchos eicisoftianos, como yo mismo, habíamos sido perseguidos por distintas causas, no puede decirse que fuéramos desafectos conscientes, por lo que la visita de Fidel fue bienvenida y objeto de euforia por todos. El que Fidel visitara a un centro constituía el pináculo del reconocimiento nacional a su labor, lo que generalmente venía acompañado del non plus ultra del estímulo material en el socialismo cubano...el carro. En efecto, su visita era como la de Santa Claus, sólo Fidel podía estimular materialmente, fuera de él, todo estímulo tenía que ser del tipo "moral" o sea diplomitas en papel gaceta y aplausos programados en alguna de las muchísimas asambleas que se convocaban.

Pues comencé el recorrido que tantas veces había hecho para tantos otros y ni siquiera uno completo, ya que el robot y el tornito recién habían llegado de la Feria de la Habana y no estaban aun en operación. Le fui presentando a los allí presentes y exaltando las cualidades de cada uno. Recuerdo su cara de complacencia cuando le presente a Mabel, a la que dedicó un tiempo ligeramente más largo que los demás y no sé si fue eso lo que hizo que me apurara en hacerle conocer de mi vinculo conyugal.

Una vez terminado el recorrido, pidió reunirse para las conclusiones, a falta de mejor local, lo hicimos en mi oficina. Fidel se sentó en mi silla, símbolo inequívoco de quien estaba ahora al frente y el resto de los presentes nos acomodamos a su alrededor. Ya tenía gran práctica explicando a la gente más diversa lo que era el software y en qué consistían nuestro nicho de mercado, es por eso que me resultó extraño que alguien de indudable inteligencia como Fidel Castro no fuera a haber captado su esencia. Fidel concluyó que "si habíamos sido capaces de hacerle el cerebro al robot, como no íbamos a poder hacerle los brazos". La respuesta a aquella poética conclusión, era sencilla, pues porque la habilidades necesarias para hacer el cerebro, nada tienen que ver con las que hacen falta para hacer los "brazos", podía haberle respondido con otra metáfora... "el haber ganado el maratón no lo califica a nadie para boxear", pero hasta mi escasa perspicacia política era suficiente para darme cuenta de que aquello no estaba abierto a discusión y sabiamente me contuve de iniciar controversia alguna.

Después de unas tres horas, ya se agotaban las conclusiones, en las que había decidido cuánto dinero iba a invertir, que edificio y donde se iba a construir, especificando que este debía tener nivel como para que el pudiera llevar allí a jefes de estado y personajes de similar calibre, cuando Carlos Lage le interpela diciendo "Comandante, los compañeros tienen dificultades de transporte".. ¿Es que debía tragarme que Fidel ignoraba que todo el mundo en Cuba tenía "dificultades de transporte"? Preferí tomarlo como una forma de darle entrada al esperado tema que ya se temía no apareciera, el de "LOS CARROS!".

Fidel me pregunta cuantos compañeros por su experiencia, méritos y necesidad debían ser estimulados con un carro. Le pedí que me dejara consultar mi agenda para responder esa pregunta y me concedió mi petición. Realmente no tenía nada en mi agenda que pudiera ayudarme a dar aquella respuesta, sólo quería ganar un poco de tiempo. Pensé, él me pide a mí el número pensando que la intimidación de su presencia me haría ser conservador y posiblemente pidiera una cifra pequeña que el después haciendo gala de gran generosidad podría hasta aumentar ligeramente. Noté que se sorprendió cuando de mi boca temeraria salió la cifra de 15...15? comprobó como quien no podía creer lo que oía... Ahora era él quien pensaba... en otros centros con más trabajadores no hemos dado tantos carros, Uds. son sólo 27, que tal 10?... volví a "consultar la agenda"... comandante, se me queda fuera gente que no puedo dejar fuera, 13?... bueno 12, me replica y ahí planté con un gesto al estilo Black Jack en las Vegas. Jamás en mi vida había regateado nada, ni lo he vuelto a hacer.

Los carros

Ahora venía el dificilísimo problema de ponerle nombre a aquellos carros, ya que el escenario era muy similar al de la Manzana de la Discordia en la Ilíada. Me hubiera gustado un método de votación secreta, pero ese tipo de voto no estaba muy bien visto y ya empezaba a tener que preocuparme por la opinión oficial, por lo que opté por usar una representación de las organizaciones políticas y de masas. Fueron Abad por el Partido, Gilberto por el Sindicato, Varona por la Juventud y yo por la Administración. La lista quedó así:

Marcelino, aunque merecía estar en la Lista, ya en ese momento se desenvolvía como representante permanente de Cuba en Interobot y a los representantes permanentes en el extranjero se les permitía importar el carro que se pudieran comprarse allí, de manera que se estimó que Marcelino debía tener su problema resuelto para cuando regresara. Otras asignaciones obvias, como lo hubieran sido Jafet y Homs, no se produjeron por no estar éstos ya con nosotros.

Al otro día, conociendo que procedía del Comité Nacional de la Juventud, le pregunté a Lage el Bueno que si se podía hacer algo por el secretario general de nuestro comité de base, que era Varona. Le mostré la lista y me dijo que no había problema, que yo no tenía que figurar en esa lista pues el carro mío era por lo que llamó "asignación directa del Comandante en Jefe", de manera que me podía quitar y poner a Varona. Realmente, de haber sabido eso, el que debía haber ocupado ese lugar era Víctor, pero ya había dicho el nombre y el cambiarlo hubiera denunciado mis no tan puras intenciones. Pero insistía aun en sacarle el máximo a aquella coyuntura y le pedí también que me permitiera vender el mi Moskovish y el FIAT de Lista a Sergio y a Kiki respectivamente y lo aceptó... había logrado los 15 carros.

Los premios seguían, incluso antes que se materializaran los carros, el panelito Moscovich amarillo fue sustituido por uno Mercedes Benz blanco muy elegante y, a los pocos días de la visita, el propio Fidel Castro me llamó por teléfono a mi oficina para informarme que el robot que hacía de "barman" en la Feria de la Habana, nos había sido donado. Esta donación estaba precisando a que robot era que había que hacerle los brazos, se trataba de un ASEA del tipo antropomórfico con cinco grados de libertad. Carlos Lage seguro le hizo llegar la información que le di de que búlgaros del KAM no hacían antropomórficos aun y esa perspectiva de írnosle por delante a alguien reconocido, supe que fue muy de su agrado. Tanto así, que hasta nos mencionó en ocasión del discurso de clausura al acto del 27 de Noviembre que, como todos sus "históricos" discursos, fue difundido por esa cadena radio televisiva de la que sólo se salvaba radio reloj.

El único líder

Todo me hacía pensar que se abría un nuevo y luminoso capítulo en la historia de EICISOFT, no podía sospechar que comenzaba el principio del fin. Noté como mi autoridad ante el mundo exterior se multiplicaba de aquella noche a la mañana siguiente, sin embargo a la vuelta de unas semanas empezaría a notar como mi autoridad y popularidad dentro de EICISOFT se comenzaba a degradar. Sin quererlo ni buscarlo, había dejado de ser el jefe de una guerrilla para convertirme en general de un ejército y aunque quería ser el mismo, ya nadie me veía igual.

Algunos dejaron de ver a EICISOFT como un refugio de la "nomenclatura" y comenzaron a verlo como una en rampa de lanzamiento hacia la misma. Era la oportunidad de convertirse de perseguido en perseguidor y Abad y Gilberto no tardaron en vislumbrarla. El que el partido los hubiese aceptado a ellos y no a mí, les inspiró el roll de comisarios políticos que asumieron casi de inmediato. No sólo lograron hacerse de un círculo de influencia dentro de EICISOFT, sino que se convirtieron en naturales informantes a los niveles locales del Partido y del aparato de la seguridad del estado.

A los pocos días de una asamblea en la que Varona me había puesto como ejemplo de una sutil distinción entre jefe y líder a la que se hacía mención en Pasión por la Excelencia, libro que ya, a esas alturas, muchos en EICISOFT habían leído, se personó en mi oficina un personaje del Regional de Partido de Boyeros, que militaba en el mismo núcleo al que estaban adscritos Abad, Gilberto y Tanilo. Tras un frío saludo de rigor, me suelta el sarcasmo... así que UD. es líder de aquí.... se puede saber a qué viene eso? le pregunto... engolando la voz y en tono amenazante, me responde... sí, porque aquí a Ud. le dicen el "líder" y en Cuba "líder" hay sólo uno. Esa mezcla de prepotencia con estupidez suele desatar lo peor en mi y la respuesta a esto fue, el aplaste cultural...conoce Ud. el término antonomasia?... como era obvio que no tenía idea, procedí a explicar...pues se aplica, por ejemplo, al caso de la existencia de muchos comandantes que, por sólo mencionar los de la Revolución, están el Comandante Raúl Castro, el Comandante Ramiro Valdés, el Comandante Pedro Miret, etc., pero "El Comandante" sin más, es Fidel Castro. Se dice entonces que "el Comandante", por antonomasia, es Fidel Castro. Si Ud. buscara "líder" en el diccionario, verá que no dice Fidel Castro, dirá algo como el jefe de un grupo, autoridad superior de un colectivo, cosas así. Sin embargo en Cuba "el Líder" por antonomasia, es Fidel Castro, sin que esto quite la existencia de otros líderes. Al contrario de lo que Ud. afirma, aquí no me llaman "el Líder", sino Mandy, pero es opinión de algunos compañeros, y así lo manifestaron en una asamblea, siendo posible que esto sea el origen de su preocupación, que yo no era un mero jefe por designación, sino el líder del colectivo. ¿Por qué es que eso le preocupa? A lo que me responde...porque es importante que Ud. entienda que aquí Ud. es el director porque "El Líder" así lo dispuso, sino Ud. no sería ni director, ni líder, ni nada... me contuve de responder que yo era ya líder de aquella guerrilla antes de que "El Líder" por antonomasia apareciera en escena, en cambio le dije, que quizá debiera hablar con los miembros de la Juventud Comunista y explicarles que deben reservar el término "líder" sólo para referirse a la persona del Comandante en Jefe, ya que ellos y no yo, fueron los que lo emplearon... Parece que lo hizo, pues no recuerdo que jamás se volviera a utilizar el término. Lo que si me quedó claro fue el papel que los militantes de EICISOFT habían empezado a jugar, ya que no pudieron ser otros lo que llevaran la "preocupación" a este imbécil.

Arañaburu

Aunque ya a estas alturas mis relaciones con Loret de Mola pudieran calificarse de buenas, me alegré cuando a "pasó a acometer otras tareas de la Revolución" y fue sustituido por el Ingeniero José Arañaburu. Su escoliosis evidente nunca le impidió desplegar una gran actividad en la Universidad donde era un líder popular en su época de estudiante y aun después como profesor. No me equivoqué en alegrarme, los despachos periódicos que después tuve con Arañaburu fueron menos tensos que con Loret y nuestras relaciones desde el principio fueron cordiales.

Camilo, el Jamaliche, Agustín y Ezequiel

Se creó al fin la plantilla EICISOFT, que era ahora un instituto nacional, y pasaron a ella no sólo los que estaban en la plantilla de la EICI, sino todos los que trabajaban con nosotros perteneciendo a otros centros como Caballero, Castro, Robertico y Diego. No me fue difícil justificar una ampliación de plantilla con ingenieros mecánicos, ante la tarea de fabricar la parte mecánica del robot en el marco de un año, y así fue como entraron Camilo Monteagudo, Francisco Suárez (el Jamaliche), Agustín Morales y Ezequiel Francis. Robertico era profesor de la CUJAE pero colaboraba con EICISOFT desde 1986.

Camilo Agustin Fue Robertico el que, a solicitud nuestra, propuso a los otros. Lo curioso de todo esto, fue que "los mecánicos", así se les llamó, apenas trabajaron como tales, terminados los planos del robot en AutoCad y aprovechando el estilo liberal reinante, se dedicaron al software y más nunca hicieron mecánica como tal. Pero, es más, los de ese grupo siempre respondieron a Robertico y éste, aunque siempre respetuoso y cordial, nunca se dejó dirigir demasiado. Una vez, en uno de mis recorridos, los veo trabajando afanosamente en algo que no parecía tener que ver con ninguno de los proyectos con que los asociaba y pregunto de que trataba aquello y Camilo me contesta - Estamos haciendo un "overlay linker" - y procede a explicarme ...respiré profundo y volví a preguntar, esta vez con cierta ironía - y esto lo hacemos porque las herramientas de Microsoft, Borland y demás, ya nos resultan insuficientes o quizá porque nos proponemos competir en el mercado con esas herramientas? - Sin duda, yo estaba claro, aquello no tenía comercialmente sentido alguno, pero hoy debo admitir que aquellos muchachos estaban bien alante, estaban jugando con conceptos que años después vería en el sistema operativo Windows...los de Virtual Memory y las Dynamic Link Libraries. No obstante el grupo hizo aportes.

El EICICAM, producto de Software bien documentado con manual de usuario y discos de instalación. El SIME imprimió alrededor de mil y tantas copias de aquel manual y el CAAIM impartió seminarios en las Empresas del SIME que tenían tornos CNC.

El FLEX. Los mecánicos fueron parte importante en el desarrollo de este control numérico para torno de EICISOFT. Aunque en este desarrollo participó también Ulises, Alexis y hasta yo tiré algunas líneas en ese programa.

Armando el robot

Robertico formó parte de la misión de tres que salió hacia Europa y después a Canadá a comprar las componentes para el robot, que a esas alturas, sin que se hubiera comprado o construido su primera pieza, tenía ya hasta nombre, el RIAC-6 (Robot Industrial Antropomórfico Cubano para 6 Kg. de carga). Los otros dos éramos Lista y yo. La misión salió por Cubana de Aviación hasta Berlín en la RDA (la entonces Alemania comunista), de ahí volamos a Frankfurt del Meno, después fuimos a Paris, Zúrich, Madrid y por último cruzamos el Atlántico a Montreal. Curiosamente, aun cuando en buena medida seguimos el diseño del robot sueco ASEA, el viaje no contemplaba Suecia, ya que después de desarmarlo a nivel de tuercas, pudimos comprobar que sus rodamientos y reductores eran componentes estándar que podían comprarse en cualquier mercado.

Si bien el ASEA sirvió de guía para el diseño mecánico del RIAC-6, este ya tenía algunos años y queríamos incorporarle al nuestro algunas de las tecnologías más recientes. Los motores tendrían imanes permanentes de Samario-Cobalto y en vez de resolvers analógicos, usaríamos encoders digitales. Marcos Lage me tomaba por demente cuando proponía introducir aun más cambios, como usar para el cuerpo del robot la fibra de carbono, la misma tecnología con que se estaban fabricando en el SIME las carrocerías de ómnibus y camiones, en lugar de intentarlas fundir en aluminio. También propuse, sin éxito, cambiar el sistema de transmisión por varillas a uno de reductores de onda, valiéndonos de que los motores nuestros serían más ligeros. Quizá algo de demencia había, pues el temor de incumplirle al Comandante, volvía muy conservador a todo el mundo. Mi demencia no parece haber cedido con los años, pues aun desde la perspectiva de hoy le sigo encontrando sentido a mis propuestas. Tanta inexperiencia había en la fundición de grandes piezas de aluminio, como en hacer piezas pequeñas de fibra de carbono y más experiencia teníamos con reductores de onda del SCARA que con aquella malditas varillas. La solución más expedita en el medio sueco donde el ASEA se diseñó, no tenía que ser necesariamente la más sencilla también en el nuestro.

Fue el tratamiento de imágenes el que nos había llevado a la robótica, pero el RIAC-6 ya no tendría visión. Esta característica era posible implementarla en un robot tipo Scara, por trabajar este en un espacio plano directamente representable por una cámara de video. No así un antropomórfico, como sería el RIAC-6, cuyo espacio de trabajo es como un casquete esférico. Eso de que la distancias a la cámara fueran variables, ya requería hacer telemetría y controlar el foco, lo que se iba muy por encima de las capacidades de cómputo de las más avanzadas computadoras personales de 1988. Los proyectos de imágenes, por tanto, pasaban a un plano secundario, pero también a esos planos pasarían los esfuerzos de máquinas herramientas y del robot Scara.

La misión esta fue mucho más flexible que las anteriores en que había participado. Lo típico de las misiones a países capitalistas era su rigidez, estaban diseñadas para ofrecer el mínimo de libertad posible y así dificultar una potencial deserción. Los pasaportes eran del tipo "oficial", estos se distinguían del "normal" por tener una validez temporal muy restringida que apenas cubría el tiempo previsto para la misión. De las visas, el itinerario y los pasajes, se encargaban a un departamento de relaciones internacionales, no era por eficiencia, sino para minimizar el contacto de los misioneros con las embajadas y agencias de pasajes. Además, el tipo de pasaje era tal, que imponía la condición de que Cubana de Aviación tenía que autorizar cualquier cambio. El dinero de dieta o dinero de bolsillo, que en Europa ascendía a $20 US diarios, se daba separado de lo que era para el hotel, que era mucho más, unos $200 diarios, este dinero había que justificarlo contra recibo de hotel o medio de transporte. Tanto a misioneros, así se les decía a los que visitaban un país por un período corto, como los que laboraban de manera permanente en las embajadas, consulados y oficinas comerciales, se les tenía prohibido el abrir una cuenta en un banco y el uso de tarjetas de crédito era impensable. Como dije, este viaje fue distinto, llevaba, además de la cuenta de medio millón, $100,000 en cheques de viajero y unos $10,000 en efectivo.

Estas libertades no emanaban de otorgar alguna confianza especial, distinción o privilegio, sino que eran para circunvalar las limitaciones del embargo de EU y sobre todo del CoCom. Éstas son las siglas de “Coordinating Committee for Multilateral Export Controls”. El CoCom se establéció en 1947, por parte de los países de más adelanto tecnológico durante la Guerra Fría, para poner un embargo la exportación de su tecnología a los países socialistas y evitar así que esta fuera utilizada en o para armamento su contra. Lejos de lo que la retórica del régimen cubano siempre ha alegado acerca del embargo americano, este apenas nos afectaba. A pesar del CoCom, siempre encontrábamos proveedores sin muchos escrúpulos políticos que consentían en suplir nuestra demanda, siempre que la transacción no dejara una huella contable demasiado ostensible y era eso lo que justificaba el efectivo.

Se hicieron muchísimas transacciones pequeñas de este tipo, además se compraron pasajes, se pagaron hoteles, dietas, trenes, embarques, impuestos, y otras muchas cosas, tantas que a mi regreso no hubo forma que pudiera cuadrar los recibos con los dineros sobrantes. Pasé una madrugada intentándolo sin éxito. La vez que más cerca estuve del cuadre me faltaron unos $10,000. Al otro día, le entregué el reporte de de gastos a Carlos Lage y le pregunté... tienes un buen contador? ... Me contesta que no, y continúo... pues yo tampoco, pero búscate uno bueno para que te encuentre los $10000 en forros que he metido ahí... con los ojos abiertos a más no poder y la quijada por el piso, me replica... Maaaandy! la gente cuenta hasta los centavos cuando se trata del dinero del Comandante, y tú me dices, sin más, que tienes perdido $10,000...a lo que añado.... bueno, puedes dormir tranquilo con que fueron gastados en lo que tenían que ser gastados, es evidente que yo no los tengo.

Labrada y Viviana

Viviana

Al principio, todo lo referente a la administración lo llevó Mabel y ocasionalmente se nos mandaba desde la EICI por un tiempito a Ana la Loca para apoyar en esa actividad. Un poco antes de la visita de Fidel, Viviana Hernández ingresó a EICISOFT para asumir las tareas de personal de manera permanente. El episodio de los $10000 en forros me obligo a presionar a Arañaburu por un contador de verdad y logré que se nos cediera uno de los del trabajaba en la sede del SIME. Este contador fue Armando Labrada, que se había distinguido por su motivación con la computación y ahora se sumaba a huestes de EICISOFT.

Jugó Labrada un importante papel en esta segunda etapa de EICISOFT, no sólo era un experto contable, sino que se sabía a la perfección como sortear todos esos infernales mecanismos socialistas que llevan a las empresas a la total ineficiencia. Esa cultura nos libró de reclutamientos y entrenamientos militares, movilizaciones para las milicias de tropas territoriales, microbrigadas de la construcción y de trabajar en los túneles. Si túneles, porque fue por aquella fecha (1988) que se comenzaron a construir aquellos malditos túneles donde supuestamente se refugiaría la población cuando el imperialismo bombardeara la ciudad. Labrada se convirtió también en cómplice de todos mis ilegales subterfugios económicos y llevaba hasta el control de la divisa convertible que escondía en mi oficina, por ser entonces ilegal la tenencia de la misma. Por último, Labrada me mantenía al corriente de lo que se movía en el ministerio, ya que contaba allí con una red de espionaje que le informaba de todo.

No hubo muchos cambios en el aparato de servicios, ya de manera estable figuraban Roger, Isabel y Cuca. No así las posiciones de recepcionista y sereno. Por la recepción desfilaron Milagros, que era la esposa de Francisco Pizarro, "La China", esposa de un funcionario de la EICI y por último Rosario Muro (Charito), que vivía en el piso de arriba del edificio en ruinas que habitábamos Mabel y yo. Los serenos fueron aún más, algunos tan efímeros que no he podido recordarlos, sí a Carlos, el único sereno con menos de 80 años que tuvimos. Era pianista y amigo de Jafet, lo de sereno le convenía pues usaba las noches para estudiar. José Ferrer fue unos de los más permanentes, vivía en un edificio, aún más ruinoso, al lado del mío. Motivos de salud impidieron a Ferrer disfrutar de la cercanía del nuevo local y no logro recordar qué vericueto de la vida llevó a José Labaud a ser el primer sereno de EICISOFT en el local del Vedado.

El local del Vedado

De las pocas ideas que se le pudo cambiar a Fidel, fue la de construir el nuevo EICISOFT en el área donde se venía agrupando el "Polo Científico". Ya en esa área se habían ubicado otros centros como los de Biotecnología, Inmuno Ensayos, Neuro Ciencias, los de la Vacuna Meningocóxica y los de la Retinosis Pigmentaria, entre otros. A las razones de belleza formal, se oponía un fuerte argumento, el SIME tenía que cerrar la ruidosa fábrica de muebles clinicos, de donde se logró trasladar a Gilbertico, que estaba en una zona de alta densidad poblacional el medio del Vedado, para ser precisos en la calle 24 entre 23 y 25, sólo podía utilizarse este local para algo así como EICISOFT. Además lo céntrico de este local se pensó contribuiría a promover los negocios de exportación.

Casi un año tomó remodelar la fábrica de muebles clínicos para convertirla en el nuevo EICISOFT. Esta se le encargó a un destacamento de Micro Brigada. Sí, porque ya desde la aparición del concepto microbrigadista, apenas si existían empresas constructoras. De manera que los que allí trabajaron no eran obreros de la construcción como tales, sino que provenían de las ocupaciones más diversas y sólo tenían en común el no tener...el no tener casa donde vivir. Por ejemplo, uno de los constructores resultó ser Enrique Rivero, primo mío y hermano de Tanilo.

Enrique se había graduado de doctor en economía en la URSS, pero un divorcio, hacía unos tres años, lo había convertido en locero y demoraría aun en merecer que se le asignara un apartamento. Pudiera preguntarse uno, como es que se llega al absurdo de emplear a alguien salido de una selección de al menos 1 en 20 y habiéndose invertido unos 18 años de enseñanza secundaria, universitaria regular y de postgrado, en un oficio que mal se aprende en unos días y que no es posible que lo motive en lo absoluto? Se logra llegar a esto a través de otros muchos absurdos que se producen en el socialismo, se estudia porque se tiene derecho al estudio, no porque haga falta, después se le emplea en su especialidad porque tiene derecho al trabajo y no porque sea necesario. Resulta entonces que no hay para cubrir la verdadera demanda laboral y termina todo el mundo proveyéndose sus propios servicios. Ante esta contradicción, lo que sus adoradores vieron como una "genialidad" más del Comandante, fue la idea de obligar al desposeído de casa a que se la construyera él mismo y pagara las herramientas y materiales construyendo para otros a los que él se las asignaría.

No se concebía ya que nos concentráramos en lo que habíamos probado que sabíamos hacer bien, ya habíamos caído en la mecánica del absurdo y así perdimos el descanso de todos nuestros fines de semana por el tiempo que duró la construcción. Por suerte, ya el fin de semana cubano hacía mucho tiempo se había reducido al domingo y por tanto las horribles tareas que nos tocaban en el trabajo de la construcción, por ser "eventuales", eran sólo los domingos. Ni Carlos Lage se podía escapar al absurdo, sus elevados principios lo obligaron a compartir con nosotros la mayor parte de aquellos horribles domingos.

Era la época de "La Consagración"... Fidel Castro entendía que el verdadero científico era aquel que no tenía hora para trabajar, que su vida era el trabajo y que se "consagraba" a este. Esto es, en general, bastante así, pero para implementar los pensamientos del Máximo, el Partido le puso números a esa consagración y fue así como aparecieron en los centros de investigación los horarios de 14 y hasta 16 horas de trabajo. Después de la visita de Fidel, a nadie le quedaba dudas de que EICISOFT debía ser un centro "consagrado", pero fue de las pocas cosas a que pude negarme con éxito, no sin desgastarme en discusiones absurdas, no sólo con la mediocridad de las dirigencias regionales y provinciales del Partido, sino el propio Carlos Lage.

Yo defendía que EICISOFT había sido consagrado de nacimiento, de forma espontánea, sin que nadie se lo hubiera orientado y mucho menos impuesto. Que la frase "horario de consagración" era una antinomia Kantiana, pues el concepto de "consagración" era la negación misma del concepto de "horario". Que esto no sólo mataría la espontaneidad, sino que destruiría las familias de los "consagrados" y que entonces los problemas domésticos terminarían robándole el centro atencional al trabajo. Aunque no es posible defender un absurdo contra argumentos basados en la lógica, nunca los aceptaron de manera explícita, sólo logré tolerancia a través de una piadosa elevación de nuestras cifras de promedio de permanencia, que tanto partido, como juventud, sindicato y hasta el ministerio reportaban como mayores de 12 horas diarias, estando en realidad por debajo de 10.

Brunet

Brunet Fue mi compañero de aula e inseparable amigo Coco, el hoy Dr. Manuel Hernández Vélez, el que trajo a Roberto Martínez Brunet a EICISOFT. Reproduzco de sus propias palabras:

Resulta que un día me encontré a Rolando Roque que era el tutor de Coco en su tesis (sobre unas cerámicas o cosa así) y Roque me pidió que fuera el oponente de la Tesis... aunque no sabía un carajo del tema, no pude negarme y tuve que leerme la tesis e inventar algunas preguntas y críticas... Con motivo de la defensa me encontré varias veces con Coco y el, como vio que estaba aburrido y encabronado con tanta pendejada científica, me sugirió que te fuera a ver a EICISOFT allí en Capdevilla... él me llevó y así fue.

No me fue difícil convencer a mi excelso ex alumno de que el futuro estaba en el Software y no en los estudios de propagación troposférica a los que estaba dedicado y que al mismo debía orientar sus muchos talentos. Para un tipo como este, no podía dejar de encontrar un hueco en la plantilla, y así vino Brunet del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) de la Academia de Ciencias de Cuba a integrarse a EICISOFT. Brunet le imprimió a los proyectos en los que participó nunca menos que el impulso que esperaba, pero más que nada resultó el más firme y eficaz de los aliados en la lucha contra la quinta columna interna que se había levantado con la visita de Fidel.

Aun siendo un advenedizo, no demoró Brunet en hacerse del respeto de todos y de manera natural transitó de miembro a jefe de proyecto, a jefe de software, terminando en menos de un año como subdirector de EICISOFT. Me permito insertar otra de las caracterizaciones de Marco:

Roberto Martínez Brunet. Físico de profesión. De mente ágil y lengua mordaz "Lord Brunet". El profesionalismo personificado. El REXX, por cierto, fue obra suya en su casi totalidad. De todos nosotros, uno de los pocos capaces de hacerse un plan de trabajo y llevar una bitácora, de sentarse durante semanas a cazar un bug hasta que apareciera. No sólo es una persona de ideas brillantes, sino que es capaz de concretarlas y plasmarlas en un producto terminado, capacidad de la que carecen muchos genios. Excelente amigo mío y hasta la fecha nos comunicamos por correo. Hoy en Miami.

He reproducido aquí la caracterización de Marco íntegramente, pero tanto Brunet como Alexis, aclaran que el proyecto REXX a que se hace referencia, no fue en el que Brunet tuvo esa participación, sino en el Cromodiag (herramienta para el estudio de cromosomas).

Ni el estudio de los artículos que encontraba Viciedo ni los trabajos preliminares del RIAC-6 podían absorber la fuerza creativa de EICISOFT, esto hizo que el SCARA absorbiera de momento esa energía. Fue esa la época de la segunda Feria en Plovdiv, a la que, no sólo se llevó el show de la torrecita que causara sensación la Feria de la Habana, sino que se le añadió el show del dibujo de perfiles. Este consistía en captar con la cámara de video una imagen del perfil de una persona contra fondo blanco y el Scara, con un marcador de fieltro, lo pintaría en un papel. Esto acaparó los cintillos de la prensa en Plovdiv.

A este viaje a Bulgaria fuimos Osmel, Kiki, Ulises y yo. Quise llevar a Mabel para que atendiera nuestro kiosco, entre otras funciones, pero el Ministro desautorizó su salida muy poco antes de la partida. La propuesta de Mabel para esta misión no sólo fue calificada de favoritismo y de riesgo de deserción por el Partido del Centro, que ya había asumido su papel de antagonista ante sus círculo de influencia, sino que pienso fue utilizado por Lage para devolverme el golpe de lo de Villo. Mabel, como se dice en buen cubano, les "Partió la Cara" a todos, se fue permanente al trabajo de la construcción del nuevo EICISOFT durante el tiempo que duró la misión.

El AREMC

Durante la década de los 80 que ya terminaba, las máquinas NEC para el mercado interno japonés presentaban una resolución y manejo de pantalla superiores a sus contrapartes americanas. A esto los obligaba la necesidad de representar los caracteres chinos (Kanji) en la pantalla y esto fue lo que nos permitió tratar imágenes a esa temprana edad de las microcomputadoras. Contrario a mis expectativas, que subvaloraban la potencia tecnológica de EU, por aquella época ya comenzaba a imponerse a nivel mundial la tecnología de la IBM-PC en las microcomputadoras, tal y como Popi había vaticinado frente a mi defensa de las NEC.

Enterándose de los dineros consecuencia de la visita de Fidel, se nos acercó un grupo perteneciente al departamento MC (Moneda Convertible) del Ministerio del Interior que se ofreció para adquirir computadores de 32 Bits directamente del mercado americano. Este grupo tenía nombre de compañía capitalista y no el de algún mártir como dictaría la ortodoxia socialista. Eran siglas a las que nunca supe que frase se asociaba y eso no ayuda a que ahora las recuerde, pero llamémosle AREMC (Algo para Recordar la MC). Pues el tal AREMC se dedicaba a importar productos y equipos americanos para las investigaciones de los centros del Polo Científico y ahora nos ofrecían sus servicios a nosotros.

La creciente deuda de Cuba y sus repetidos incumplimientos de pago con Japón, hicieron que la Dieta Japonesa (Parlamento Nipón) retirara el seguro de exportación a las ventas a Cuba, esto ligado con las regulaciones del CoCom, que eran ahora celosamente observadas allí, casi que nos obligaba a aceptar aquella oferta y no demoramos en recibir 10 máquinas de 32 bits de la firma AST Research. Esto elevaba la tecnología a nuestra disposición pero fue el final de las NEC y comenzaría a alejarnos de Japón.

Vicentín

Vicente Lanz, provenía de contradictoria estirpe, decíase que era descendiente de José Martí. Su padre, del mismo nombre, era un afamado arquitecto que se mantuvo al lado de la Revolución, mientras que su tío, Pedro Luís Díaz Lanz, piloto de combate, era un connotado personaje de la Contrarrevolución en Miami. Lo conocí a través de mi amigo de la infancia Luís Xudiera, solíamos ir a jugar cancha a Santa María del Mar. Cuando aquello, recién terminaba ingeniería Geofísica con leyenda de tipo brillante, pero autosuficiente. Calificativo este muy abusado por la Juventud Comunista, que solía endilgárselo a todo el que mostrara un atisbo de pensamiento independiente. Un oscuro episodio relacionado con un triángulo amoroso en el que estuvo envuelto con la esposa otro de los canchistas, nos separó durante buen tiempo.

Nuestras trayectorias se vuelven a cruzar después de una conversación con el Comandante Pedro Miret, donde éste me celebró nuestro almacén de componentes electrónicas y se sorprendió cuando lo califique de "mal necesario". Le expliqué que para poder emplear algunos cientos de dólares en nuestros desarrollos, nos era necesario mantener congelados decenas de miles de dólares en componentes almacenadas, había logrado su atención. Continué... si yo tuviera una "ferretería" donde comprar lo que me hiciera falta, no tendría almacén. La ausencia de una "ferretería" obliga a que cada centro de investigación/desarrollo tenga que tener un pequeño almacén con capital congelado, que siempre resulta insuficiente. Al poco tiempo de aquella conversación, apareció Vicentín en mi oficina pidiéndome que le pusiera por escrito aquella argumentación que le había hecho a Miret, que si lo ayudaba a empujar lo de la "ferretería" esta podía convertirse en realidad. Así lo hice y esos fueron los albores de lo que después sería TECUN.

La mudada

Estaba muy contento con la influencia que estaba adquiriendo, renacían mis esperanzas de poder contribuir a arreglar aquello, no me daba cuenta que, por mucho sentido que tuvieran mis consejos, lo que estaba haciendo era vendiéndole el capitalismo a los comunistas y estos lo estarían comprando mientras alguien se no diera cuenta. Hasta la prensa oficialista llegó a comprarme argumentaciones capitalistas, ejemplo de esto fue el artículo Miedo al Mercado, publicado por la revista Bohemia en junio del 90. Resultaba ahora que hasta mis radicales inquisidores me habían perdonado, recuerdo la visita de una delegación del Ministerio de Educación Superior y el CNIC en la que figuraba Armando Pérez, éste era ya Vice Rector, pero en la época de mis herejías universitarias, era el Decano de la Facultad de Ciencias y había sido el ejecutor de las sentencias de no dejarme regresar a Suecia a defender mi PhD y después la de no dejarme ni siquiera defender mi doctorado en Cuba. Pues ahora Armando Pérez me saludaba con gran familiaridad y hasta se me envió un emisario a nombre de la Universidad para proponerme que defendiera mi doctorado, que las molestias serían sólo las mínimas necesarias para cubrir las formalidades. La herida aun estaba demasiado fresca para adoptar la sabia posición de "enemigo que huye, puente de plata" y la respuesta en cambio fue la de ... el problema que tengo con su amable propuesta es que a 17 años de haberme graduado y de haber más que demostrado mis conocimientos en la práctica, quién sería mi "Tutor"? que autoridades superiores a la mía figurarían en el tribunal? es precisamente para estos casos que existen los doctorados "Honoris Causa", eso sería lo único aceptable, pero ese recurso la UH lo tiene estúpidamente reservado para personajes políticos. Hoy he tenido que lamentar aquel rapto de dignidad, ya que aquel doctorado me permitiría hoy impartir docencia superior en EU y no puedo contar con esa opción.

Cambiando el tema, volviendo al de EICISOFT, la terminación se prolongaba demasiado y un buen día de Enero de 1989, en un momento de enardecimiento, lancé la orden de mudada y sin apenas tener que arengar, cundió el frenesí de mudada y al día siguiente empezamos a operar desde el nuevo local. A los pocos días una empresa de artes pictóricas nos lleno de cuadros cuanta pared de cemento encontraron donde poder meter un clavo, por suerte no habían demasiadas, pues había propuesto y obtenido, el delimitar los cubículos con paneles, de esos que se usaban para las exposiciones. De esta manera obtenía mayor flexibilidad organizativa. Aquellos primeros cuadros tenían poco de decorativo y nada de ortodoxia, recuerdo uno que colgaron en el pasillo que daba acceso a mi oficina que el artista llamó "Libélula", que era una clarísima evocación fálica tridimensional.

Brochure Estaba demasiado preocupado con los pormenores de la mudada para ocuparme de aquellos cuadros, cuando Fidel visita por primera vez el recién ocupado edificio. En su paso hacia mi nueva oficina, se detuvo ante la "Libélula", alzó las cejas y se sonrió encogiéndose de hombros. A día siguiente aproveché el incidente para salir de ese y de otros muchos de aquellos cuadros, cuyo valor "no supe apreciar". Le pedí al administrador de aquella empresa que me diera cuadros estrictamente decorativos, independientemente de su "valor artístico". A día siguiente tuve que despedir de mi oficina al airado autor de la "Libélula" mientras me calificaba de ignorante e inculto.

La mudada no transcurrió sin pérdidas, los huacales donde se guardaban las partes del simulador ferroviario aparecieron forzados. Alguien las abrió y se robó carritos, locomotoras y líneas férreas, así fue como terminó aquel gran proyecto del tren. Como a esas alturas ya habíamos perdido las esperanzas de que aquello se instalara, esas pérdidas no eran nada a lamentar demasiado.

El taller de mecánica, cuyo valor se estimó en más de millón y medio de dólares, contó con más máquinas herramienta que muchas fábricas, tenía torno de cuatro muelas, mandriladora, taladro, fresa, rectificadora circular, dobladora, cizalla y hasta un torno CNC alemán, que en algún momento llevaría nuestro propio control CNC. Se terminó de instalar en la planta baja del edificio y ya pudo comenzar a maquinar las piezas de aluminio que se habían fundido en moldes de arena en otra empresa del SIME. Cada RIAC-6 requería cuatro piezas de fundición, los moldes de arena lograron unas 5 o 6 de cada tipo, ninguna salió igual a la otra y ninguna estaba perfecta, la que no tenía algún hueco debido a alguna burbuja, no había llenado completo, otras se habían deformado o presentaban protuberancias. Sólo un artista como Diego sería capaz de convertir aquello en piezas de robots.

EL Gallego, Paquito e Ismael

Diego escogió otros tres mecánicos para su team que se sumaron a la plantilla de EICISOFT, fueron Valentín García, alias El Gallego, Francisco Castillo, Paquito e Ismael González. Diego había logrado el sueño de su vida, ser el jefe de un gran taller y tener un carro, pero la felicidad no le duraría mucho. Sería el carro de Diego un dechado de perfección hasta que un estúpido accidente, a menos de un año de uso, lo redujera a un nivel de chatarra tal, que ni Diego, con semejante taller a su disposición, lograra repararlo. Poco tiempo después del accidente, perdió también su apartamento tras una separación familiar.

EL uniforme

Hubo un momento después de la mudada en que me propuse instaurar un uniforme para EICISOFT. Tenía para esto motivaciones legítimas, como la de que en Japón y el resto del primer mundo, las compañías que se respetaban tenían uniforme. Me explicaban los japoneses que eso no sólo hacía que la compañía fuera percibida como un equipo por la clientela tanto real como potencial, sino que daba a sus propios trabajadores una identidad y esto contribuía psicológicamente a un comportamiento de equipo. Tenía también otras razones, ya no tan "legítimas". Los otros centros "consagrados" vestían uniformes, estos gozaban de cuotas especiales de comida y atención especial de grupo de apoyo del Comandante, pero también padecían esos horarios absurdos de 12 y14 horas de lunes a sábado. Nosotros, en cambio, teníamos todas las buenas y ningunas de las malas, pensé que lo del uniforme sería una concesión razonable para seguir evitando los de los horarios. Otra no tan legítima, pero si muy práctica, era que el uniforme resultaba una cuota extra de ropa que ayudaba a preservar las pocas muditas que uno tenía para vestirse.

Pero bastaba que yo propusiera algo, aún siendo políticamente correcto, para que el núcleo de Partido estuviese en contra y lo utilizara para sembrar el descontento. Alegaban ahora que eso sería impopular y que restaba libertad a los trabajadores y la contrapropuesta, era algo así como el trato del esqueleto, se aceptaba que se repartieran los uniformes, pero que el ponérselos fuera voluntario. Estoy seguro que si hubiera propuesto evitar los uniformes, entonces habrían argumentado que el uniforme era lo políticamente correcto. Al final, tuve que apelar a la mandarria y, haciendo valer la poca autoridad que el sistema deja a los directores, dispuse que el que no trajera uniforme no podía entrar al centro.

Fernando y Cabilla

Fernando Fernando González trabajaba en una fábrica del SIME, la llamada con extenso nombre de República Socialista de Viet Nam. Era tecnólogo de control numérico de ese taller y había desarrollado algunas herramientas de CAD-CAM y habiendo tenido que ver con la fundición de las piezas del RIAC-6, se quedó con nosotros. Era un egresado de Ingeniería de la URSS con especial talento para el diseño grafico. El abdomen de Fernando era como el de un superviviente de un duelo con Ichi, el esgrimista ciego del cine japonés. Había tenido Fernando la mala suerte de caer con apendicitis durante su época de estudiante en la URSS. En EICISOFT se especializó en el diseño de la interfaces de usuario y diseñaba también los “brochures” de los nuestros productos (Brochure de EICISOFT, brochure del REX-100).

A propuesta de Brunet, entró Roberto Hourrutinier. Cabilla, era así que le decíamos, trabajó con Brunet en el IGA (Instituto de Geofísica y Astronomía), había estado en la guerra de Angola y venía, como solía decirse allá, "quemao". La cordura nunca fue requisito para trabajar en EICISOFT y así Cabilla fue aceptado por la comisión, resultando un buen softweriano y de la gente más pintoresca en EICISOFT.

A menos de un año y medio de la visita de Fidel, ya habían llegado todas las componentes mecánicas y electrónicas como para cinco unidades, se había logrado maquinar un mínimo de las piezas fundidas, ya empezaban a encajar los módulos de software y el primer prototipo RIAC-6 empezaba a hacer sus primeros torpes movimientos. Empezaba a ponerse de manifiesto el aspecto que no iba tener solución... en que se aplicaría o a quién se le vendería el RIAC-6. Como en el "País de las Maravillas", donde el veredicto iba antes que el juicio, aquí el robot precedía a su necesidad.

"Eppur si muove"

RIAC6 Aunque internamente no era igual, a primera vista parecía una copia de un modelo viejo de la ASEA y presentaba la misma gran limitación que ya había sido superada por los modelos nuevos de todas las firmas de robótica...le faltaba un grado de libertad para ser verdaderamente versátil. La posición de un objeto sólido en el espacio, como un alimentador de alambre para soldadura o una pistola de pintura, se especifica por seis coordenadas, tres de posición y tres angulares que lo orientan. Para poder de verdad manipular cualquier pieza, tirar cualquier cordón de soldadura o pintar algo de geometría compleja, hace falta ese sexto eje. Con cinco ejes, se estaba mucho más limitado que lo que pudiera intuir una diferencia de 5 a 6. A lo más que podía aspirarse, era lograr algunas manipulaciones sencillas, tirar cordones de soldadura cortos o cosas así.

La robotización es la etapa más sofisticada de la automatización y era consecuencia de la estandarización que la industria había logrado alcanzar en las piezas y materiales. Por ejemplo, para que un robot, aun uno seis ejes, sea capaz de soldar por arco repitiendo un programa de movimiento espacial, se requiere que las piezas a soldar sean siempre iguales dentro una tolerancia bien pequeña, el alambre, los fundentes y la composición de los materiales a soldar, entre otras cosas, deben ser altamente repetibles. Nada de esto podría encontrarse a 30 años de Revolución en una industria nacional donde las normas parecían haberse ido detrás de sus dueños.

Pero no sería la industria el destino del primer RIAC-6, lo fue EXPOCUBA. Un poco después de que comenzaron las obras del nuevo EICISOFT bajo la supervisión directa de Carlos Lage, también empezaron, bajo su misma supervisión, las obras de EXPOCUBA. Esta sería una exposición permanente de los logros de la Revolución. No era nada original, en Moscú había algo similar, la VDNJ (se pronuncia veh De eN Ja, Vystavka Dostidsheni Narodnovo Josiaistva SSSR, que se traduce como Exposición de los avances en la economía política de la Unión Soviética). Se construyeron muchos pabellones sin tener aun una idea clara de que es lo que se iba a exponer, pero nadie correría el riesgo de que Fidel fuera a encontrarlo pequeño para mostrar los "incontables" logros de su Revolución. Pues se nos había reservado una buena cantidad de área para la exposición de los logros en el terreno de la robótica.. Debíamos tener montado un buen show robótico para la inauguración EXPOCUBA. Con que íbamos a llenar aquello? Ni siquiera podíamos llevar el robot Scara, pues ya en su segunda visita al nuevo EICISOFT, Fidel se pronunció críticamente sobre la producción búlgara y de Europa del Este en general. La Perestroika iba a todo tren y la agitación en esos países apuntaba peligrosamente hacia la democracia y el capitalismo, no veía ya con buenos ojos nuestros negocios con Bulgaria. Marcos Lage resuelve la situación del exceso de área donando un torno CNC alemán. El show consistiría en que el RIAC-6 alimentaría el torno con tochos de latón y, al final del proceso, sacaría la pieza terminada y la colocaría sobre una mesa donde el público pudiera apreciarla.

Pues sí, hubo una tercera y última visita de Fidel a EICISOFT, en esta se le pudo mostrar un primer Robot que ya hacía sus primeros movimientos y un EICISOFT más funcional que en su primera visita al nuevo edificio. Le dije de mis ideas de ir sustituyendo motores franceses y rodamientos alemanas por equivalentes búlgaras y que obtendríamos a través de un intercambio por controles CNC para tornos de control numérico. Me sorprendió que esto no le gustara, ya que era una manera de ahorrar divisas exportando software, pues se empezó a cuestionar la calidad de los productos búlgaros y se quejó que durante años todos esos países, refiriéndose a los del Campo ex-Socialista, habían llenado el país de chatarra inservible. Todo el mundo en Cuba sabía eso de sobra, pero él se daba cuenta de eso sólo ahora cuando se sacudían el comunismo y se liberaban de la URSS. Aquella diatriba no invitaba precisamente al debate, pero yo tengo un problema patológico con eso de defender una tesis, fue entonces cuando, en vez de callarme, se me escapa la siguiente frase - Comandante, no hay problema, así será, en un final es su reconocimiento lo único que importa - Cuando me oí diciendo aquello, me bajó un escalofrío por la garganta, acababa de decir algo muy cercano a que lo único que importaba era complacer su ego, ya estaba buscando con que reparar aquel entuerto cuando Fidel, sin dirigirme la mirada y después de unos segundos de meditación, asienta con la cabeza en señal de aprobación... inmediatamente recibo de Carlos Lage, que estaba a mi lado, el siguiente elogio - te has hecho un tremendo político, ñooo!.- Aquella zoquetada, quizá por inconcebible, era tomada como una manifestación de incondicionalidad al Máximo Líder y por esto se me felicitaba.

Los ya clásicos tres Mercedes de Fidel, que entraron contrarios por la calle 24, precedidos por el correspondiente zafarrancho militar, habían alertado al vecindario de su presencia y ya se concentraba una pequeña multitud frente a EICISOFT para ser testigos del acontecimiento. Se preguntaba uno, como es que la seguridad personal complicaba su operación permitiendo que el público de acercara a los carros y sin embargo bloqueaba la calle 24, cosa mucho más invasiva, durante todo el tiempo que duró la visita? Hoy, pienso que era para que el Comandante pudiera ser vitoreado y los fotógrafos ofíciales pudieran captar la escena.

El que el robot se moviera, producía en la dirigencia la percepción de que la tarea estaba más cerca de su conclusión que lo que realmente estaba. No era fácil percatarse de que aún no repetía las posiciones, los motivos iban desde problemas en la mecánica, en la electrónica que aun podía perder pulsos de los encoders o contar pinchos de interferencia, o que los transistores de potencia que movían los motores se rompían sin que se supiera aun el motivo y hasta que el software nuevo tenía aún infinidad de problemas. No era sólo el robot, Tanilo y resto de los mecánicos trabajaban afanosamente en la automática asociada al show que se quería montar, los tochos debían proveerse uno por uno y no podía fallar. La limitación de los cinco ejes se dejaba sentir, no había forma de que el tocho entrara paralelo a la muela del torno, siempre sería un arco y la precisión para que no tropezara tenía que ser mayor que la que se estaba logrando. La fecha de la inauguración de EXPOCUBA se acercaba peligrosamente y los últimos días fueron de trasnochar allí.

Gorbachov

Gorbachev Unos días antes de la gran inauguración de EXPOCUBA llega a La Habana Mijail Gorbachov, se nos anuncia que este asistiría a la misma y que el stand de la robótica sería visitado por la comitiva. Aquel robot aun mostraba la docilidad de un potro salvaje, el ridículo amenazaba con ser en grande. Pero no era sólo el robot, el torno tampoco entraba en razones. Los problemas técnicos le llovían a la tropa de EICISOFT, por solo mencionar alguno, resulta que el proyecto eléctrico de EXPOCUBA no pudo acompañar a la grandiosidad del arquitectónico y el voltaje caía con la carga tanto que, según me recuerda Kiki, el torno, que tenía opciones de 220, 380 y 440 volts, para lograr que funcionara, hubo que ponerlo en 380 y alimentarlo de la 440. Problemas tanto de hardware como de Software, hacían que, sin previo aviso, el robot mostrara algo así como ataques epilépticos, si uno de estos ataques ocurría durante la manipulación de aquel tocho de unas 10 libras, este podría ser este lanzado con violencia en cualquier dirección. Durante la madrugada de la víspera, se lograron eliminar las causas electromecánicas de la epilepsia, pero no la de software, que permanecería oculta hasta un par de días después.

Ya amanecía cuando hubo que detener las pruebas y prepararse para el show, dejé a la tropa en esos quehaceres para yo irme a bañar y vestir con el atuendo guayaberístico reservado para esos acontecimientos. Seríamos de los primeros en ser visitados, era ya media mañana cuando entran por la puerta central de aquella nave Fidel y Gorbachov rodeados de personalidades de ambos gobiernos, así como de un enjambre de guardias y reporteros. Vinieron directo a nuestro stand, recuerdo que acompañaba a Gorbachov el entonces canciller Edward Schewardnadse. Comencé mi exposición y arranqué aquel engendro diabólico que, para mi sorpresa y alivio, se comportó angelicalmente. Exclamaciones de admiración se escuchaban de aquel importante auditorio. Oí cuando Gorbachov jaraneaba con Fidel sobre que a los robots no se le podía andar mangoneando, que ese (el robot) sólo respetaba a los científicos, no a los jefes... y yo pensando...si el supiera, que "ese" en particular, ni a los "científicos" respetaba demasiado.

Terminaba mi exposición con una explicación de nuestro CNC que controlaba el tornito pequeño, mientras este terminaba una pieza que invocaba las torres de la catedral de San Basilio en la Plaza Roja. Regalé a la comitiva unas veinte piececitas como ésa que previamente había torneado para la ocasión. Ya se alejaban hacía otras muestras de la exposición cuando Gorbachov, separándose del grupo, regresa y toma de mi mano la recién terminada que aun sostenía, intercambiamos sonrisas y se despidió cordialmente. La comitiva no alcanzó a ver que el engendro sólo hizo un par de operaciones más antes de volver a la epilepsia. Aunque aquello estaba lejos de satisfacernos técnicamente, habíamos cumplido con nuestra verdadera misión, se había logrado mostrar al mundo algo que sugería un desarrollo industrial del que Cuba estaba muy lejos. No creo que Gorbachov se dejará engañar por aquella muestra, ya que él venía de donde se inventó este tipo de farsa, pero las imágenes del robot de EXPOCUBA viajarían por el mundo reafirmándole la fe en el socialismo a los que ya la tenían.

La detención de Pablito

La febril actividad que precedió la inauguración de EXPOCUBA hizo que pasara inadvertido que hacía tres días Pablito no venía a trabajar, me sorprendí cuando, no recuerdo porque vía, nos llega la información de que estaba preso en Villa Marista. Lo habían detenido cuando se hizo sospechoso por llevar el pelo un poco largo y venir en su bicicleta, a altas horas de la noche, por una de las calles donde a la mañana siguiente pasaría la caravana de recibimiento a Gorbachov. Eso bastó para que la seguridad del estado, que patrullaba la zona, lo registrara y le ocupara unas poesías manuscritas de aparente contenido político que llevaba en la mochila. Fue trasladado a Villa para ser interrogado y permaneció allí durante los mencionados días. Ya empezaba a llamar a mis contactos para ver que se podía hacer, cuando irrumpen en mi oficina unos oficiales de la seguridad que venían precisamente a hablar conmigo sobre el caso. Venían con las "evidencias", los manuscritos y unos carteles pintados a mano que le habían encontrado pegados por dentro de la puerta del closet de su cuarto, cuando le registraron la casa. Sobre el contenido político de las poesías pude argüir que había una duda razonable, que su carácter manuscrito y el que hubiera un sólo ejemplar de cada una, demostraba que aquello no eran proclamas. Calificar eso de "propaganda enemiga" rayaba en lo paranoico. Más difícil, por su contenido, me fue lo de uno de los cartelitos, en el que se leía "Perestroika SI, Rectificación NO". Ese era el que dolía, se traducía fácil a "Gorbachov SI. Fidel NO". El llamado proceso de "Rectificación" de errores y tendencias negativas con que el Partido decía que "ahora sí que íbamos a construir el socialismo", tenía una diferencia con la Perestroica que trascendía su retórica, no había cambios en el equipo de gobierno. Cómo es que la misma gente, empezando por Fidel Castro, comprometida con sus errores, iba a cambiar nada? Tuve que hacer un esfuerzo para que no se me notara que yo también simpatizaba con aquel cartel. En su descargo dije, que el cartel indicaba una falta de fe en el proceso de rectificación, que en cuanto empezaran a verse los resultados, estaba seguro de que Pablito enseguida reconocería sus méritos - eso a nosotros, los que estamos convencidos de su éxito, la falta de fe de alguien tan joven como Pablito no debe preocuparnos, verdad?- Sutilmente acababa de relacionar la "preocupación" con cierta falta de fe en el proceso de "rectificación", no obstante me temía que aquel alegato podía ablandar pero no ganar.

Lo que no sabía era que a Pablito ya lo tenían sentado en la oficina de Mabel, o sea que lo iban a soltar de todas maneras, la misión de estos oficiales era la asegurarse de que fuera despedido de EICISOFT. Les informé que en ese momento Pablito trabajaba junto con los cardiólogos del Hospital Calixto García en un sistema de inteligencia artificial para el diagnóstico rápido en los cuerpos de Guardia. Y continuaba... podía costarle la vida a unos cuantos si permitimos que lo del cartelito bobo ese aborte el proyecto. Fue cuando propuse... ustedes tienen poder (eso siempre les halagaba), por qué no le consiguen una plaza en el Hospital de manera que desde allí y no desde nuestra plantilla, pueda continuar el proyecto? Poder SI, organización NO, eso de "pasarle la bola" al aparato dio resultado, aceptaron ese acuerdo, pero eso del cambio de plantilla nunca se produjo, Pablito trabajó en EICISOFT hasta que un día me pidió la baja para emigrar a Estados Unidos con su madre y hermano gemelo, que había trabajado en la alta dirigencia juventud comunista.

Alejandro

Alejandro Castro Alejandro Castro es uno de los hijos de Fidel Castro con Delia Soto del Valle, alto y delgado, no se le parece tanto físicamente como su primogénito Fidel Castro Díaz-Balart. Alejandro se había inclinado por la computación, la primera vez que supe de su existencia fue cuando presentó un trabajo al concurso Ideas Prácticas de la revista Juventud Técnica de 1986, que como asesor de la revista tuve que revisar y evaluar. Fue Alejandro, por los sobrados méritos de su ponencia y no por su apellido, el ganador de aquel premio. Fue en 1988, aun en Capdevila que nos visita por primera vez y establece una relación personal con Marco, Alexis y otros eicisoftianos. Fue ya en el Vedado que me comunica de su interés en trabajar en EICISOFT.

Aunque debo admitir que no me hubiera sido fácil negarme, la realidad era que le sobraba calificación para ser uno de nosotros. Alejandro era capaz de hacer software de bajo nivel. El nivel alto o bajo en software no se refiere a su nivel de dificultad, sino a su posición entre el punto más alto, que es la interfaz con el usuario y el más bajo que es la interfaz con el hardware, ese capacidad no la tenían todos en EICISOFT y, en ese momento, era Alexis el único que lo estaba haciendo. La incorporación de Alejandro era un refuerzo importante en esa actividad.

Alejandro trabajó en EICISOFT, pero nunca fue un eicisoftiano más, es que tampoco era un cubano más. Al principio me daba lástima ver como tenía que andar siempre con un par de negrones guardaespaldas que lo acompañaban hasta el baño, no podía comer con sus compañeros, siempre salía a almorzar a algún lugar fuera del EICISOFT. Con el tiempo, le fui perdiendo esa lástima, Alejandro no tenía el más mínimo interés en ser igual que sus compañeros, es más, disfrutaba el ser distinto y bien que gozaba esos privilegios que le permitían trabajar sólo en lo que le motivaba, comer sólo lo que le gustaba y aliviar sus apremios sexuales con las modelos de CONTEX (Empresa de modas para la exportación). Dos sucesos ayudan a caracterizar el personaje y a describir la perturbación que introducía el tener en EICISOFT a un hijo de Fidel Castro.

Alejandro no estaba acostumbrado a que le llamaran la atención. Creo que la primera vez que tenía algo así como un trabajo, era en EICISOFT. El control de asistencia y puntualidad que teníamos era bastante flexible, pero existía el requisito de firmar un libro de entrada. Alejandro le molestaba cumplir con esta pequeña formalidad y dejaba de hacerlo con frecuencia. Una vez que Brunet, que se había quedado al frente por yo estar en el extranjero, le descontó los días que no firmó. A continuación el incidente en las propias palabras de Brunet...

Alejandro me dijo algo así como "mi papá se preocupa mucho por estas cosas"... y le contesté que no creía que su papá tuviera tiempo para esas boberías. Hasta los guardaespaldas vinieron a presionarme y amenazarme con el Comandante. El escolta grande decía que él era el enlace con la familia de él y que tenía que informarle al "Jefe" de eso... Pues infórmele, ese no es mi problema... Realmente me divertí bastante aunque ahora me parece una imprudencia.

En definitiva me cansé de tanto visiteo y voy y le digo a Alejandro...Si quieres que te trate como el hijo de tu papá, me lo dices ahora mismo,te pago los días y no tienes que firmar más, pero si quieres que te trate como un hombre, procura que no venga másnadie a hablarme de eso... y ahí quedó la cosa. 15 días después, ya tu habías regresado y Carlos Lage me ve en la escalera y mepregunta... Qué problema tuviste con Alejandro?.... Yo, problema?... Ninguno que merezca recordarse.

Era un Sábado en que hubo que trabajar un poco más allá de la mañana, cuando voy saliendo veo que un carro está siendo chapisteado en el parqueo de visitantes de EICISOFT. Dos hombres miraban trabajar al chapista que soldaba dentro del carro, no podía creer que aquello estuviera ocurriendo. Como era que alguien se atrevía a usar el parqueo de una institución sin pedir el más mínimo de los permisos, es que aquel hombre estaba loco? Además, la tenencia de balones de oxígeno y acetileno era por lo general mal habida, por eso los trabajos de chapistería se hacían más bien ocultos, pues de hacerlos en plena calle se corría el riego de que la policía ocupara los medios y aprehendiera los involucrados. Hacerlo a plena luz en el área de EICISOFT hacía parecer como que se trataba de una actividad relacionada con la institución. Permitir eso me hacía cómplice esa actividad ilegal y ya yo estaba bastante enredado para sumarle eso. Me acerque a esa gente y les informé que no podían hacer aquello allí y que se marcharan, el chapista me oye y sale del carro preguntando desafiante... con quien tú cuentas para botarme de aquí?... y le dije ... pues con la policía... ya me retiraba a llamar a la patrulla cuando el chapista me ataca. Estaba muy fuerte, pero, por suerte era torpe, y logró darse más golpes el contra el carro que los que logró acertarme. De hecho ninguno fue efectivo, de haberlo sido, hubiera terminado en el hospital. Me agarró por la cabeza, por fortuna no logró adivinar el cuello y me la apretaba contra su cuerpo como un candado ayudándose con la otra mano. Sentía como si tuviera la cabeza en un tornillo de banco y con el cráneo a punto de ceder como la cáscara de un huevo. En mi defensa, logré alcanzar un hierro del piso y, con una de laspuntas, golpeaba su bajo abdomen y las entrepiernas con todas mis fuerzas, sin que notara que esto hiciera efecto alguno. Al final parece que sí, pues después de una docena de golpes me soltó, solo para separarse coger impulso y saltar de nuevo sobre mí. A estas alturas, mi cuñado que pasaba por la calle y los mecánicos de Diego, entraron en la bronca a desapartar, pero del pasillo de la casa del al lado empezaba a salir la numerosa familia del chapista con palos y otras armas improvisadas. En la confusión los dueños del carro recogieron las piezas que pudieron y huyeron despavoridos, dando chance a que se lograra romper la batalla. Apartadores y agredido nos metimos todos en la recepción de EICISOFT y el chapista con su familia atacaron la puerta hasta que sintieron acercarse a la patrulla y huyeron, no sin antes amenazarme de muerte reiteradamente. El incidente terminó levantando un acta de los sucesos en la unidad de la Policía.

El siguiente lunes, uno de los escoltas de Alejandro me viene a ver a la oficina para hablar en favor del chapista y de su familia. Me instaba a que no persistiera en continuar el proceso criminal que había iniciado. No accedí a sus peticiones, pero aún teniendo el chapista una historial criminal, ni él ni su familia jamás fueron juzgados y mucho menos castigados. Me sorprendió saber, por boca del propio escolta, que él era amigo de esa gente y visitaba esa casa con frecuencia y aunque entonces no conecté esto con la causa de todo el problema, hoy me parece evidente. El mismo tiene que haberle sugerido que usara el parqueo para sus chapisterías. Calculó el chapista que con el respaldo de nada menos quede un escolta del hijo de Fidel, pues no tenía problema y cuando apareció "ese directorcito equivocao" a botarlo de allí, podía hasta darse el gustazo de agredirlo. De hecho, el "directorcito" estaba "equivocao", pues le cayó a golpes y no le pasó ná. Lo que si hoy me queda claro, es que el guardaespaldas era de esa misma calaña, parece que ser un matón delincuentoso es una buena credencial para aspirar a miembro del cuerpo de Seguridad Personal de los personeros del régimen.

Alejandro trabajó cosa de un año con nosotros, hasta un día que tuvo un disgusto con Alexis y vino a plantearme que se iba... sin más. Nunca lo volvimos a ver.

Narciso Pizarro Narciso

Al cambiar de las NEC al mundo de las IBM, también cambiaba nuestro mercado. Xestek desaparecía como cliente pero aparecía Alfa-Beta en España. Narciso era profesor de la Universidad Complutense de Madrid pero era además el presidente y dueño de Alfa-Beta. Su salario de como profesor universitario, aunque generoso, no hubiera sido suficiente para sus aventuras empresariales. Tuvo Narciso la labia para obtener algún que otro cliente/inversionista como el Hospital Río Hortega de Valladolid, después la Honeywell-Bull y alguna que otra vez su mujer, María de Jesús, o más bien su suegro Luís Miranda, hombre de mucho dinero que tuvo que ver con el desarrollo del proceso de uperización de la leche. EL producto que Narciso quería le ayudáramos a desarrollar era el "Documenta", un gestor de base de datos de imágenes. Comenzaba la década de los noventa y la idea de sustituir el papel como portador de información empezaba a tomar momemtum. Hay que reconocer que las ideas de Narciso iban en la dirección correcta, pero se iban más allá, no sólo de la tecnología a su alcance, sino de su propia disposición al trabajo. La tecnología estaba limitada por su capital y aunque hubiera tenido mejor disposición a trabajar, no habría sabido hacerlo, pues su conocimiento de la técnica no iba más allá de los titulares. El rol que Narciso veía para si era el de llegar al medio día a su oficina en Alfa-Beta "supervisar" el trabajo que hacían sus empleados por un par de horas e irse a comer con personajes importantes, proveedores o clientes potenciales.

El típico izquierdismo antiamericano de los círculos universitarios españoles lo llevó a darse unas vacaciones en Cuba y allí visitó la Feria de La Habana de 1988. Se sorprendió Narciso al ver el desarrollo de la computación que se mostraba en aquella feria, no sólo por parte de EICISOFT sino también el ICID, que ya, obligado por la competencia, había entrado al mundo de la microcomputadoras. Narciso, como muchos en España, no dejaba de ver a Cuba como la colonia perdida y a los cubanos, aun aquellos con cultura y habilidades muy por encima de las de él, como "indios con levita". Sus ideas de izquierda, no le impidieron aprovecharse de la mano de obra esclava que en la feria se le ofreció y explotarla. Por Alfa-Beta pasaron Julián, Juan Fernández, Marco, Abad, Fernando, Alexis y hasta yo tiré líneas de código en el Documenta.

Aunque los japoneses habían hecho lo mismo, había una sutil diferencia... el respeto. Los japoneses no perdían la oportunidad de explotar el talento, pero lo veneraban. Por ejemplo, Marco fue el primero en trabajar en Xestec, cuando éste fue relevado por Ulises, éste último se sorprendió al ver que el puesto de trabajo de Marco se había preservado como se hace con un lugar histórico. Contrastaba esto con el desprecio de Narciso hacia sus nuevos esclavos de Indias. Fue Narciso el único de mis clientes con quien no tuve una relación de amistad y fue para este negocio la única vez que me vi obligado a pagar un abogado para que me redactara un contrato.

Juan Ramón Torán

Menos tensas, más amistosas, pero menos productivos fueron los negocios con Juan Ramón Torán. Este era un socio de Narciso para algunas operaciones pero que nos ofreció otros contratos de manera independiente. Hubo otros contactos españoles que no trascendieron conversaciones grandilocuentes a nivel de barra. La única forma de corresponder a las atenciones que mis clientes tenían conmigo, era ofreciéndoles algo con un nivel artístico elevado. La suerte quiso que mi hermana se casara con uno de los mejores músicos que ha dado Cuba, José María Vitier. Pianista y compositor, pero podía además tocar muy bien la guitarra. Fue cultivando estos contactos, cuyos nombres he logrado olvidar, que coordiné una actividad en sus cabañas de la Marina Hemingway, para ofrecerles concierto personal exquisito por parte de mi cuñado y otros músicos de su grupo. Nos sorprendimos al ver que a una actividad que anuncié vendríamos todos con nuestras esposas, y del nivel cultural de la misma, estos tipejos nos recibieran acompañados de jineteras con nada discretos "abalorios de putas", parafraseando a García Márquez.. Esto era una muestra de poco respeto que le merecíamos los cubanos a esta nueva ralea de colonizadores españoles.

Marina Hemingway era exclusivamente para extranjeros, para que un cubano pudiera entrar a Marina, era requisito una carta del organismo y se le retenía su carnet de identidad hasta que saliera... como entonces es que lograban entrar a esas jineteras? Simplemente, las dejaban entrar para que formaran parte de los servicios y atracciones que se les ofrecían a los huéspedes.

Gustavo el del Almacén

Nuestro almacén de componentes electrónicas debe haber sido el primero en Cuba que se llevó en computadoras. Desde que Vivian se fue, Gilberto se venía ocupando de la organización y operación de este almacén. Ya después de la mudada, le venía dedicando cada vez menos tiempo a esta función, empleando el resto en "Tareas del Partido", o léase, en su cruzada en contra de mi autoridad. Se las pasaba Gilberto sembrando el descontento entre los eicisoftianos y la desconfianza en los niveles regionales y provinciales del Partido. Tanto tiempo le absorbía su actividad político-destructiva, que ya interfería con el funcionamiento de aquel almacén cuya operación se hacía cada vez más compleja. Ante mi exigencia de expeditar el servicio y mejorar el control, me propone emplear a alguien que se ocupara exclusivamente de eso, que él, siendo uno de los fundadores, merecía tareas más trascendentes. Su perspectiva egocéntrica no le dejaba ver que la realidad era que en electrónica no les llegaba a la chancleta a otros técnicos como Kiki, Víctor, Castro o Sergio y en habilidades mecánicas, ni soñar llegarle a Diego, Ismael o el Gallego. Pensé que esa frustración pudiera ser la causa de su antagonismo y que una tarea técnica que le permitiera destacarse, neutralizaría su acidez hacia mí. Fue siguiendo ese plan que acepté su propuesta de emplear a alguien para el almacén, es más, acepté someter a la comisión a la persona que el mismo proponía para ocupar el cargo... un vecino suyo llamado Gustavo. De Gustavo, nadie en el exilio recuerda el apellido, se le decía Gustavo el del Almacén.

Siguiendo este plan de neutralización, envié a Gilberto a un evento de CAD-CAM en Praga y se ocuparía de impulsar el diseño automatizado de circuitos impresos en EICISOFT. El apaciguamiento parece que nunca es buena estrategia a largo plazo, los nombramientos no pueden cambiar la esencia, la mediocridad de Gilberto no le permitía seguir el ritmo que le imponían los otros y no demoró en volver a su corrosiva rutina.

Gilberto manipula al joven Alexis Debo admitir que Gilberto tenía gran habilidad para manipular gente acorde a sus intereses. Abad le resultó el más fácil por su carácter confrontacional y su eterno problema con la autoridad. Las reuniones del núcleo eran verdaderas conspiraciones contra mi administración. No desaprovechaba Gilberto ninguna oportunidad, por ejemplo, en cierta ocasión le ofreció albergue en su casa a Alexis después de una crisis familiar al regreso de una misión a España. Durante ese tiempo trabajó sobre éste, que entonces era muy influyente en el Comité de Base de la Juventud Comunista (presidente de las Brigadas Técnicas Juveniles, BJT), hasta convertirlo en mi enemigo. De no haber sido manipulado por Gilberto, Alexis no habría tenido ningún motivo real para antagonizar conmigo, ya que era alguien bien respetado, admirado y aun mejor recompensado en EICISOFT.

Miret

Miret Durante el tiempo en que fui el asesor favorito de Pedro Miret, este acariciaba la idea de hacer en Cuba una fábrica de moldes y troqueles y con ese objetivo, me envió junto con Manuel o Miguel Bordón, en una misión a Japón de explorar ese mercado para la compra de dicha fábrica. Bordón, ingeniero mecánico y director técnico de la INPUD en Santa Clara, era hombre de confianza por ser sobrino del Comandante de la Sierra Víctor Bordón. Aunque el concepto mismo de que debíamos explorar resultó ser un disparate, el seleccionarme para esa misión fue un acierto del Comandante y no lo digo por mis talentos sino por mis contactos. Baba me llevó ante los presidentes de las empresas más importantes relativas al tema, que nos atendieron a su nivel, es decir quizá un punto menos que el de jefe de Estado.

Ya casi al final de la misión, Bordón le tocaba regresar, mientras que yo aun tenía que quedarme para otras cosas relativas, no ya a los moldes y troqueles, sino a EICISOFT. Sucedió, que uno de estos industriales, Gotto San, nos honró con una comida privada después de haber visitado sus instalaciones, agradeció mis elogios a su compañía y hasta el candor de mi conversación que se tornó personal cuando le mostré las fotos de mis hijos y esposa. Se quedó mirando la foto de Mabel y me dice... es extraordinariamente bella su esposa y percibo que Ud. la quiere mucho. Le dije que así era, que yo vivía enamorado de ella...hace una pausa y concluye... Se dice Ud. pobre y es más rico que yo. Yo lo perdí todo cuando la mía murió. Con una servilleta secó sus ojos y se excusó, con un gesto llamó a su ayudante que corrió hacia él desde algún lugar cercano a la puerta donde se mantenía pendiente de cualquier cosa que el Señor Gotto necesitara. Le dio unas instrucciones sin poder dejar de llorar y se despidió de nosotros dejándonos a cargo de su ayudante. Este, se encargó de coordinar el viaje de Bordón hacía Tokio, así como cancelar nuestro hotel y acomodarnos a Baba San y a mí en una residencia que tenía para sus huéspedes personales.

Aquella residencia dejó una marca indeleble en mi memoria, su antesala estaba decorada con un Renoir original en el resto de la mansión no había un recodo al que le faltara una obra de arte japonés u occidental. Había un patio central con un jardín japonés, que combinaba, cerezos y manzanos, con cascadas y lagunas donde nadaban carpas multicolores. Las habitaciones estaban dispuestas alrededor de este jardín. No acababa de acomodarme en mi habitación y una de las sirvientas viene con una Yukata (una bata de casa estilo japonés), Baba viene en mi auxilio y me explica que ella estaba esperando que me la pusiera para guiarme a los baños. Ni siquiera había podido percatarme que en esas habitaciones no había duchas, eso no me jugaba con todo aquel lujo. El detalle era que los baños de aquella residencia eran de aguas termales, cada uno tenía una especie de pequeña piscina natural alimentada por una cascada, que fungía como bañadera, más aun que el museo de arte, eran precisamente esos baños oferta especial de ese lugar.

Este era ya mi sexto viaje a Japón, lo que me había dado una familiaridad con la cultura japonesa que unido al dominio del inglés, irremediablemente ponían a Bordón en un plano secundario, al que parece no estaba habituado. No me percaté de su resentimiento, hasta que a mi regreso me enteré que este había estado sugiriendo en algunos círculos del SIME que mi relación con Baba tenía una naturaleza homosexual. Eso en Cuba era una acusación que sólo tiene un punto menos que la de contrarrevolución. Aunque los viejos comentarios de mi tolerancia en lo laboral con los homosexuales le daba cierto aval a esos rumores, la falta de antecedentes más concretos hizo que ni Gilberto, que ya hacía algún tiempo había hecho del antagonismo conmigo la misión de su vida, se animara a usarlos en mi contra.

El resultado de la misión? Bastó el primer encuentro con los industriales japoneses para hacer patente que la tal "Fábrica de Moldes y Troqueles" y una "Planta Huevacia" eran entelequias del mismo género. No existía en Japón, ni en ningún otro país del primer mundo nada como una fábrica de algún tipo de moldes o de algún tipo de troqueles. Los moldes y troqueles eran el producto de un desarrollo horizontal y no vertical como aspiraba Miret. Por ejemplo, un molde para la inyección de PVC arrancaba por una compañía que fundía bloques de acero inoxidable, esos bloques eran tanto para moldes, como para muchos otros destinos industriales; los que diseñaban el maquinado CNC de los moldes, explotaban su base de cómputo, no sólo con moldes sino para otros proyectos también; las compañías de maquinado que fresaban los moldes, hacían también piezas para prototipos industriales entre otras tareas. Ahora, los moldes para estampado en frío, eso era otra historia similarmente compleja con otras compañías y con otro equipamiento. Pero la lista de las largas historias empezaba a no vérsele el fin, habían troqueles de ponche, estampado en caliente, etc.etc... casi que había que llevarse a Japón para Cuba para poder disponer de algo así como una fábrica capaz de producir cualquier molde y cualquier troquel. Por caro que pareciera la importación de estos moldes, las necesidades de nuestra industria no justificaban ni siquiera partes pequeñas de esos procesos.

El informe de aquella misión no debe haber hecho demasiado feliz al Comandante Miret. El hubiera preferido una asesoría típica socialista, que le aconsejara el comprar una fundicioncita de acero inoxidable, una plantica de fresadoras CNC con el número de ejes que el CoCoM dejara que nos vendieran, un programita de CAD-CAM que le improvisaríamos en EICISOFT, etc. y que me hubiera abstenido de hacer esos horribles estimados de amortización al peor estilo capitalista. Fue esta la última vez que recuerdo me haya usado como asesor y no creo que esta haya sido la última de sus ideas.

Los Albita

Juan Alba

Vicente Alba José García Piñeiro y Vicente Alba eran altos dirigentes técnicos del ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos), con ellos se coordinó un proyecto para aplicar nuestra experiencia en procesamiento de imágenes a la edición de cine. Como el proyecto debía desarrollase en sus locales del 23 y 10 donde estaban instaladas las moviolas, la persona idónea era Abad, no sólo haría algo útil, sino que al estar menos tiempo en EICISOFT, era menos el daño que lograría hacer. Aunque no puedo recordar exactamente cómo y ni ninguno de los consultados está seguro, el ingreso de los hermanos Juan y Vicente Alba, ambos buenos ingenieros e hijos del mencionado Alba el del ICAIC, estuvo relacionado con este proyecto.

Mandy 2

Mandy2 El Ingeniero Armando Gutiérrez , hermano de Marcelino Gutiérrez, trabajaba con Vicente Alba e ingresó a EICISOFT junto con este un poco después de Juan Alba. Buen ingeniero y mejor persona era Mandy 2, participó en proyectos de hardware del robot y CNC.

Era norma que el Partido fuera un invitado permanente a los consejos de dirección de todos los centros de trabajo y era bien visto el que la invitación se hiciera extensiva al resto de los Factores (Factores = Partido + Sindicato + Juventud). En EICISOFT, siempre estuvieron todos invitados. Gilberto no solía enfrentarme en los Consejos, él prefería la insidia a la confrontación. Tuvo el núcleo de EICISOFT su primera Asamblea de Balance cuyo informe resultó en una diatriba contra mi administración. En el informe no se reconocía el más mínimo de los méritos, se tergiversaban datos y se magnificaban las deficiencias. Parece que Gilberto acarició la idea de a leer aquel monumento a su mediocridad ante un Consejo de dirección sumiso y penitente. Apenas comenzaba con su informe de balance, lo interrumpí para señalar la inexactitud de un dato tendencioso que acababa de leer, cuando me dice que no puedo interrumpirlo hasta que el termine... me di el gustazo de la vida recordándole su carácter de invitado, así como el mío de director del centro y por tanto de aquella reunión. Añadí que eso me facultaba para dar o quitar la palabra y a interrumpir cuando lo estimara pertinente. Que en este caso me iba a reservar el derecho a interrumpirlo ante cada inexactitud o falacia que viniera de su informe. Rojo de ira se levantó y abandonó la reunión. Cuando se marchaba, le añadí que si no podía respetar el que yo dirigiera una reunión, pues que no viniera más. Nunca más lo hizo, enviaba a cualquier otro, pero al que mandara... hablaría sólo cuando yo le diera la palabra. En esto había convertido la visita del comandante el antes apacible EICISOFT.

Zayas

Zayas Alfredo Zayas, antiguo alumno mío de la Escuela de Física, trabajaba con la gamma cámara en el Hospital Oncológico y trajo esa experiencia a EICISOFT para verterla en nuestros productos de imágenes relativos a la radiología. No podría Zayas destacarse por su velocidad en la liga de EICISOFT, pero si por su responsabilidad, tenacidad y constancia. Si por algo merece que lo recuerde es por su lealtad, ya que siendo de los que menos podía soportar aquello, sólo desertó cuando supo que yo lo había hecho, era ese principio lo único que le impedía hacerlo.

Pancho

Tras los éxitos de EICISOFT y EXPOCUBA, Carlos Lage era promovido, no sólo al Buró Político del Partido sino a la Vicepresidencia de la Nación y ya no podía atendernos como solía hacerlo, por eso un día trajo a Pancho (su nombre completo nadie lo recuerda), miembro del Grupo de Apoyo del Comandante en Jefe, para que lo sustituyera en su labor de apoyo y control. Resultaba curioso el poco valor que la alta dirigencia que nos atendía concedía a las opiniones del Núcleo de EICISOFT, tanto esta del Grupo de Apoyo, la Nacional de la Juventud Comunista y menos aun la del Ministro o los Vice Ministros. Más bien me aconsejaban sobre la forma de neutralizar sus ataques en el estilo de quien recomienda una medicina para el catarro.

Otro problema que empezaba a confrontar era con Roger. Su papel, una vez protagónico en el surgimiento del EICISOFT de Reloj Club, en el actual del Vedado se había reducido al de chofer del panelito. Fue Roger el Robin Hood que nos llenaba entonces la barriga desviando hacía nosotros los recursos destinados a otros más poderosos. Ahora éramos nosotros los "poderosos" con recursos y aunque nunca lo pudimos comprobar, siempre se sospechó que Roger estuvo complicado en los golpes de los pollos del frigorífico del tercer piso, en los de los bombillos de los pasillos y hasta en el robo de los trencitos de los huacales del Simulador Ferroviario.

Tomás

Pancho me propuso matar dos pájaros de un tiro ingresando como administrador a Tomás, este sería alguien leal a nosotros ante el núcleo y dificultaría ulteriores robos. Aun cuando la idea no llegaba a convencerme, tampoco estaba tan en contra como para enfrentar a Pancho rechazándola. Así entró Tomás, que por simple contraste se ganó el alias de "el Negro". Si bien no puedo quejarme de su lealtad, de poco podía servirme, ya que ni era del Partido, ni servía como administrador. No demoró Tomás en combinar magistralmente la indolencia y la vagancia con la incompetencia. Esto llegó a su máximo exponente el día que se quedó dormido perdiéndose el vuelo que llevaría a Bulgaria al equipo que participaría en la Feria de Plovdiv. Por más que el Negro pidió excusas públicamente y éstas ser a medias aceptadas... al final se tuvo que ir.

La expulsión de Néstor Flores

No me resignaba a contemplar cómo se esfumaba la eficiencia de aquel EICISOFT de Capdevila. Aquel pequeño grupo hacía más cosas que el de ahora con el doble de gente. Un exponente de esa ineficiencia, aunque no el único, ni siquiera el mayor, lo venía siendo Néstor Flores. Descaradamente se la pasaba conversando o paseando por el centro sin producir resultados y eso fue que lo convirtió en la víctima de mi frustración. Decido probar las prerrogativas que, como director de un centro de consagración se había dicho que tenía, despidiendo a Flores. De dar resultado, en un caso obvio como el de Flores, quizá más tarde podía intentarlo con Gilberto, pero resultó que las tales prerrogativas eran puro cuento. Una simple apatía política hubiera sido un cargo inapelable, pero la ineptitud, la vagancia y otros vicios, no sólo tenían que ser tolerados, como lo eran en el resto de los centros de trabajo en Cuba, sino que los acusados de ese tipo de cargos "sin importancia" serían defendidos a ultranza por el Sindicato Nacional de las Educación y las Ciencias.

Viciedo, en su papel de Secretario General del Sindicato en ese momento, entendió que con eso de querer botar a alguien por esa bobería de ser un vago descarado, se me había ido la mano y le dio apoyo a Flores para una apelación a la instancia nacional y ésta decidió defender sus "derechos" laborales ante lo que consideró una administración "abusiva". Después de más de un mes de reuniones, cartas y llamadas de mucha gente, la cosa alcanzaba ya el nivel de jueces y abogados en la Sala de lo Laboral. Fue entonces cuando Néstor Flores, teniendo su caso prácticamente ganado, pero temiendo quizá que no le sería muy confortable el volver a trabajar en EICISOFT... me propuso tablas. En breve, yo no lo botaba, pero él se iba. Ya había aceptado su propuesta cuando aun no terminaba de enunciarla. La experiencia de Néstor no me animó a usar más nunca mis "prerrogativas".

Como dato curioso, vale añadir que no había transcurrido un mes cuando llegó la noticia de que aquel dirigente sindical que asumió la defensa de Flores, había escapado a Miami y por la radio, denunciaba desde allí, los abusos que se cometían contra los trabajadores en Cuba. Esto no tendría nada de particular de no ser porque lo ejemplificaba con el caso de Néstor Flores contra Mandy, el Director de EICISOFT. Resultaba ahora que además de estar mal visto por los comunistas en Cuba, en el exilio alguien me acusaba de "maltratar a los trabajadores".

Arturo

Los Universitarios de OdesaLa experiencia negativa con Tanilo no resultó suficiente para convencerme que el brillo de las personas no es una característica inmutable y que, en el medio cubano, pudiera hasta calificarse de efímera. Arturo Valdés, alias, "El Lord", era del grupo de univeristarios que en el 1963 había compartido conmigo la estancia en la Escuela Militar Técnica de Odessa, mi admiración por este grupo alcanzaba categoría de adoración. Aunque algo distraído y no muy comunicativo, el Lord era calificado de brillante por sus compañeros, pero 27 años de frustraciones después, el Lord que se presentaba ante mi ya no era aquel. Mostraba una actitud vegetativa y parecía no lograr concentrarse en su trabajo, lo que hizo que su efectividad no alcanzara mis expectativas. Pude explicármelo cuando visité la casa de su hermana donde vivía albergado. Me llevó ahí porque, la hermana que era dirigente de algo que ya no recuerdo, quería proponerme un negocio. Arturo vivía no sólo en condiciones de pobreza extrema, además me dio la impresión de que vivía bajo el humillante estigma de ser el "perdedor" de la familia. Creo que fue el rechazo a aquello lo que impidió que se me ocurrieran ideas para algún negocio con su hermana. No obstante, dejó una marca indeleble en EICISOFT, fue Arturo el que me dio a conocer el escrito Una Carta a García, que más tarde circularía por EICISOFT como artículo inspiracional, siendo en realidad un monumento a la iniciativa privada, al espíritu empresarial, en fin....una velada loa al capitalismo. Parece que la "cruel explotación del capitalismo" le ha devuelto el brillo a Arturo, hoy es un exitoso ingeniero de software en los Estados Unidos.

 

Pancho ya se cuestionaba la pasividad con que yo había aceptado el que una vez se me hubiera denegado el procesarme para el partido, ya que contrastaba con la agresividad con que yo reaccionaba ante asuntos cotidianos. Por un lado, someterme al proceso de ingreso podía a revolver el excremento y sacar a la superficie hedores malolientes de mi políticamente turbio pasado, por otro, la tibieza en ese aspecto tan sensible pudiera resultar aun peor. Confiaba en una tenaz oposición de Partido del Centro,no sólo por estar obligados a cierta consecuencia con sus reiterados planteamientos críticos, sino que de lograr pertenecer a él ya no podrían conspirar a mis espaldas. No me fue difícil conseguir un par de avales, como era requisito para iniciarle un proceso a alguien que no hubiera salido de una asamblea de "Ejemplares", sostuve varias entrevistas y a los pocos meses fui citado a la Provincia del Partido pata entregarme el resultado... Ingreso Denegado, mi espíritu de sacrificio y dedicación al trabajo eran encomiables, pero tenía un mucho que "superar" en el plano ideológico. No sabía si alegrarme de no tener participar en reuniones con agendas repudiables o preocuparme de que esto fuera el comienzo de un proceso que pudiera noterminar en una mera destitución, sino en la cárcel. El temor venía de que, habiendo sido una figura pública apoyada por el Comandante, no se me permitiera desaparecer hacia el anonimato sin ser debidamente desacreditado. Como los típicos cargos de corrupción y malversación ibana ser poco creíbles, dado mi modesto estilo de vida, más fácil sería acusarme, por ejemplo,de ser de la CIA, dadas mis relaciones con el mundo capitalista. Por suerte, ni el Ministro, ni Miret, ni Robaina, ni el mismo Pancho, le concedieron demasiada importancia al asunto. Comenzaba la agitación política en el Este de Europa y fue en esos días que nos visitaron los Búlgaros por última vez. Recuerdo el comentario a sottovoce de Yuri cuando le conté que habían denegado mi solicitud de ingreso... lo menos que alguien puede querer en un momento como éste, es un carnet del Partido Comunista.

Emilio Maril

El joven director de la Fábrica de Combinadas Cañeras de Holguín era promovido a Viceministro y por interés propio le concedieron el atendernos. Los apacibles despachos periódicos con Arañaburu fueron reemplazados por el tenaz control de Maril. Tan cercana era la "atención" que Pancho llegó a disgustarse y dejó de visitarnos. Emilio Maril tenía un estilo de atención parecido al de Carlos Lage, en lo que respecta al agotamiento que me producía el tener que discutir cada idea, proyecto, negocio, compra, acuerdo, inversión, etc. que quisiera ejecutar.

La Feria de La Habana de 1989 ya sería en los Pabellones de EXPOCUBA, veníamos teniendo una presencia que siempre se hacía sentir en estas ferias desde 1987 y no eran muchos los expositores cubanos, sólo aquellos que tenían algo para exportar. De esa feria salieron dos nuevos importantes contactos, uno con México y otro con Singapur.

Luis Blanca

El Ministerio de Comercio Exterior decide crear la Empresa Cubaelectrónica para atender este creciente renglón de la economía. Ya no sería más Romero de Medicuba el que mediara en nuestros negocios, ahora sería Luís Blanca el de Cubaelectrónica. Fue Luis Blanca el que financió la misión a Singapur ante el interés de un empresario de allí en comercializar nuestro software y proveernos de componentes electrónicas así como tarjetas y accesorios de computadoras. Participaríamos junto con gente del ICID y un representante de Cubaelectrónica en el stand que esa empresa tendría en la Feria de computadoras de Singapur a celebrarse en unos 15 días.

Cubaelectrónica y Singapur llegaban muy a tiempo, con del fusilamiento de Tony La Guardia desaparece el departamento MC y con él la AREMC que nos venía suministrando las computadoras, periféricos y accesorios con que trabajábamos.

En menos de una semana estaba volando hacía la antípoda de Cuba en la esfera terrestre. Si puedo precisar bien la fecha de este viaje fue por la escala de un día que hicimos en Berlín, era el 8 de Noviembre de 1989. Pudimos ver aún en pie el Muro de Berlín, hacía unos días habían abierto puntos por donde los del Este podían pasar al Oeste. Uno de ellos estaba en la Puerta de Bradenburgo pero la cola, que se extendía por buena parte de la avenida "Unter der Linden" (bajo los tilos) desestimuló mis intensiones de visitar Berlín Oeste. Aquella noche la pasamos en un albergue de tránsito que Cuba rentaba y coincidimos allí con una rara delegación de cubanos "internacionalistas" que regresaban a Cuba de algún país africano que ya no puedo precisar, estaban como custodiados pero no exactamente presos. Resultó que regresaban a Cuba por haberse contagiado de SIDA, eran unos cuatro hombres y una mujer. Iban rumbo a su aislamiento definitivo en la Finca los Cocos, donde los llevarían a esperar la muerte.

Al día siguiente, llegando a Singapur, nos enteramos que el muro estaba siendo destruido y por televisión pudimos ver esas dramáticas imágenes de la caída del Muro que habíamos visto el día anterior. Estoy seguro que todos en aquella delegación estábamos conscientes de que asistíamos a un momento histórico, la libertad llegaba al Este de Europa, pero nadie hizo comentario alguno, ya que cualquier compañero de viaje podía ser un informante del "Aparato".

Oscar, el Licenciado

El Licenciado En Singapur no logramos vender nada, pero sí logramos un mercado sustitutivo del japonés para componentes, computadoras y accesorios. Fue allí que compramos las piezas para los 20 controles CNC de torno que exportamos a Bulgaria. De regreso junto con Carlos Hernández, el enviado por Cubaeléctrónica, al que más tarde Oscar apodaría "El Ratón Vaquero", pasamos por México a reunirnos con el Licenciado Oscar Rossbach. Era Oscar hijo, al que llamaban "El Licenciado", hombre dinámico de unos 30 años, que haciendo uso de una gran variedad de habilidades, incluyendo hasta la de ser mago, era capaz de venderle hielo a los esquimales. Lo había conocido recientemente en la Feria de la Habana. La familia Rossbach tenía una fábrica en México DF que fabricaba microscopios, niveles y otras producciones menores de mecánica fina y óptica. Tenía registradas varias compañías como sociedades anónimas: Microscopios; Niveles; IROSA. Quedó Oscar sorprendido con nuestro Digipat. Era el sistema de procesamiento de imágenes para anatomía patológica que habíamos desarrollado con la patóloga Dra. Dora Méndez en el correspondiente departamento bajo la dirección del Dr. Israel Borrajero en el Hospital Centro Habana. Habíamos acordado encontrarnos en México y allí concertar un plan de colaboración.

Rossbach, el Ingeniero

El Ingeniero Aquel encuentro fue inolvidable, no sólo las abrumadoras atenciones del incansable Oscar que casi nos matan, sino porque pude conocer a su padre, dueño fundador de la compañía, el Ingeniero Oscar Rossbach, al que llamaban "El Ingeniero", uno de los mejores seres humanos que haya conocido en mi vida. Aun desde el punto de vista de negocios, fue esto lo más importante de todo el viaje, fue el inicio de una alianza que duraría hasta mi deserción en 1992. Aquello trascendió la mera relación comercial, los Rossbach nos abrieron la puerta de su casa y nos hicieron sentir como parte de la familia. Hoy, a 16 años de aquel encuentro, siguen siendo mi familia en México. Para cultivar esta nueva relación a la altura de la importancia que le concedía, envié a Brunet quien ya era el subdirector de EICISOFT y a su regreso se envió de manera cuasi permanente a Caballero.

Ya la Perestroika avanzaba firme cuando en Cuba aparecen las asambleas de llamamiento al IV Congreso del Partido. Estas debían celebrarse en todos los centros de trabajo a largo y ancho de la nación. Se sugería que el IV Congreso podría traer profundos cambios y se invitaba a que en estas asambleas se discutieran abiertamente todos los temas, cualesquiera que estos fueran. Empezaron a circular los rumores de lo que se había planteado en esta o aquella asamblea y ya muchos empezaron a redactar documentos para leerlos cuando les tocara. Aunque ya a estas alturas no me faltaba información, haciendo un último esfuerzo de fe, deposité mi confianza en aquel proceso. Aun sin ver cambios en el equipo de gobierno, quise creerme comenzaba nuestra "Perestroika" y que estas asambleas eran nuestra "Glasnost". Me equivocaba una vez más, cuando el Partido vio que lo que diseñó como de válvula de escape se convertía en una Caja de Pandora, recurrió a sus acostumbrados métodos represivos. Aclaraba el Gramma que no se iba a se iba a permitir que elementos contrarrevolucionarios utilizaran las asambleas del Llamamiento para sus malévolos propósitos. Esto ya debía ser intimidación suficiente, pues nadie sabría donde es que se encontraba esa peligrosa frontera con la contrarrevolución.

Ignacio

Un sólo cambio se producía en el equipo de gobierno, pero en la dirección contraria... truenan a Marcos Lage por corrupción. Habiéndome ya acercado a los niveles de la nomenclatura, veía perfectamente que los cargos eran ridículos, una cerquita Peerles? vamos...por más que quisiera, ya no podía creerme eso. A esos niveles se gozaban de todo tipo de privilegios, prebendas, queridas, etc. y todo se les permitía hasta que algún problemita político salía a flote, sobre todo, alguna dudita en la lealtad al Comandante. Entonces se daba a conocer de las "muchas malversaciones" que hasta ese día se le permitieron y hasta estimularon. Sustituía a Marcos Lage, Ignacio González Planas, su viceministro primero, que era hijo de un mártir de la revolución, Andrés González Lines.

Yo siempre me había llevado bien con Ignacio, realmente no era un cambio que me afectara en ese sentido. Es más, puedo decir que vi a Ignacio con más regularidad que a Marcos Lage. Ignacio creó un consejo técnico asesor que se reunía bisemanalmente, al que pertenecí junto con otros siete directores de los centros de tecnología más elevada del ministerio. La diferencia real? Marcos Lage era un empresario, Ignacio un administrador, el sistema rechazaba a los empresarios.

La Asamblea

La asamblea de EICISOFT por suerte no fue de las primeras, fue convocada después de la advertencia. Así y todo, cuando Gilberto dirigió la asamblea, la orientó de acuerdo a la convocatoria original, omitiendo totalmente las mencionadas advertencias. Pienso que quizá lo hizo con el propósito de que yo me inmolara con alguna intervención que transgrediera la frontera invisible. Viciedo fue el primero en cruzar esa frontera, era de los que habían escrito su documento, lo leyó y entregó a la mesa. Lo más álgido que recuerdo fue que ridiculizaba al "Gran Padre y Guía" de Corea del Norte Kim Il Sung, para después exhortar a no convertir a nuestro Comandante en un Kim Il Sung. Atrás le siguió Abel Álvarez y así en menor o mayor medida una intervención tras otra fueron trasgrediendo la tenebrosa frontera, mientras que la mesa se limitaba a llevar el acta.

El yo no decir nada, pudiera apuntar a una falta de fe en aquel proceso asambleario, de manera que debía decir algo que se acercara a la frontera, pero que no fuera a pasarse. Por estimarlo inocuo, escogí el tema de abogar por el retorno de los proscritos "mercados libres campesinos" que, durante el tiempo que operaron, habían sido un alivio alimentario y un estímulo para la economía. Pero la frontera estaba más cerca que mi estimado... ¡me había pasado también! Los efectos no se hicieron sentir de inmediato, meses pasaron hasta que alguien, en alguno de los niveles superiores del Partido, se alarmó al leer el acta y dio el pitazo.

Ya creía que aquella asamblea había pasado inadvertida, cuando en un evento científico-técnico que me cruzo con Ignacio y este me pregunta sobre aquella asamblea. Le conté someramente restándole importancia a los planteamientos y diciendo que quizá el acta sacaba alguno que otro de contexto, que ni por asomo había sido como otras de las que se había tenido referencia, etc. Con ese alegato, Ignacio quedaba satisfecho y creí que ahí terminaba la escaramuza. Nada de eso, al día siguiente, entra Carlos Lage como una tromba por mi oficina e iracundo me dice que cuando leyó aquella acta le entraron ganas de venir con un bulldozer y arrasar con EICISOFT. Intenté aplacarlo con el mismo alegato que utilicé con Ignacio, pero éste traía en la mano el acta y el documento de Viciedo, en cuanto empezó a leer lo que tenía subrayado, la defensa del "contexto" se volvió insostenible, traté de cambiarla por el aquello de que el acta no reflejaba el ambiente, al punto que el núcleo, que era el que dirigía la reunión, no se había alarmado en lo absoluto. A ese núcleo va haber que discutirlo también... bufaba. Y tú, mercados libres ¿no? y comenzó con una diatriba. No era difícil percatarse de que el punto no estaba a debate, en mi defensa, recuerdo que dije... en algún momento, hubo gente a los más altos niveles que estuvieron de acuerdo con el mercado libre campesino ¿verdad? y me contesto sin dejarle chance a intervenir, de lo contrario nunca hubieran existido... ¿están esa gente presos por contrarrevolucionarios? me responde... no, porque toda "esa gente" entendió su error cuando el comandante les explicó que le hacía daño a la revolución. Sin concederme derecho a réplica, me dijo que citara una reunión de todos los trabajadores del centro para esa misma tarde.

Aquella tarde, una mesa formada por Carlos Lage, Emilio Maril, dirigentes provinciales del Partido y dirigida por un personaje del departamento ideológico del Comité Central, que más tarde sabría que era primo de Carlos Lage, se disponían a aplastar a aquel colectivo por haberse atrevido a opinar cuando se les pidió su opinión. Pero el "mono", aun "amarrado" y en desigual combate con el león, se defendía Marco señalaba que en EICISOFT había habido opiniones, pero no deserciones, al contrario de otros centros donde la cosa había sido a la inversa. Kiki preguntaba para que tenían que existir tantas organizaciones, se refería a la CTC, CDR y FMC*, cuando estas no eran independientes, ya que sus dirigentes a nivel nacional no eran electos sino designados por el Partido. Planteaba que se ahorrarían recursos y fuerza de trabajo, si todas se consolidaran como departamentos del Partido. Esta crítica al totalitarismo, disfrazada de sugerencia, quedaba sin respuesta. Lista, preguntaba ingenuamente como era que el Partido se proponía incentivar la iniciativa, la inventiva y la creatividad, Carlos Lage le respondió que lo eran el Movimiento Nacional de Innovadores y Racionalizadores y los eventos como los Encuentros Nacionales de Piezas de Repuesto o el de Ideas Prácticas de la Revista Juventud Técnica, etc. Esto no le puede haber sonado convincente ni a él mismo. Continua Lista, ¿y no se contempla un vínculo de los ingresos con las iniciativas? a lo que Carlos Lage respondió en tono de final de debate... eso quizá te suene bien, pero eso no es socialismo.

La asamblea terminaba, y la mesa se reunía en mi oficina para felicitarse por el "éxito" de la reunión. Como yo no pertenecía, ni me sentía parte de aquella mesa, solo me incorporé a la "celebración" cuando enviaron por mí. Allí Carlos Lage manifestaba su satisfacción por el resultado. Lo que me resultaba un alivio, pero, no obstante, me preguntaba si Viciedo era muy importante para los proyectos, como para "redondear" aquello botando a alguien. Le contesté que el único que no era importante allí era Néstor Flores y que ya lo había botado. Hasta el núcleo del Partido cogió lo suyo, fue sancionado por "falta de combatividad".

Un bulldozer no hubiera destruido a EICISOFT como lo hizo aquella asamblea, de hecho, lo mejor de EICISOFT se había hecho desde una ruina, pero en un ambiente de libertad. En aquella reunión se nos repitió a gritos la inscripción de la entrada al infierno de Dante "Perded Toda Esperanza". Herido de muerte, EICISOFT comenzaba su agonía..

*CDR = Comité de Defensa de la Revolución; FMC = Federación de Mujeres Cubanas; CTC = Central de Trabajadores de Cuba

Gustavo Araoz

Ni los negocios con Singapur ni la mediación de Cubaelectrónica duraron mucho. TECUN se convirtió en nuestro proveedor de casi todo y hasta en el mediador para la exportación. De aquella ferretería original, TECUN se había diversificado y crecido explosivamente. Con el cierre de MC, todas sus operaciones de comercio exterior de electrónica y computación, pasaron a TECUN.

Vicentín era ahora todo un personaje, pero no olvidaba mi papel en su presente prosperidad y manteníamos una estrecha relación personal. Fue apelando a esta relación que un día viene a verme a mi oficina para pedirme que empleara como administrador a un amigo de él, al que calificó de gente brillante, de muchos recursos, además de ser un mecánico muy hábil. Añadió que el nunca recomendaba a nadie, a ese sí que me lo recomendaba, que trabajaba de administrador del departamento MC y lo habían dejado fuera. Tocaba el Vicen la tecla que era, no ignoraba mi debilidad por los refugiados y eso fue, más que cualquier otra cosa, lo que hizo que aceptara su propuesta.

Gustavo no tardó en pegar en el grupo, que lo apodó... "el Cazador de Leones", pues gustaba de vestir shorts tipo bermudas que alguien asoció a los atuendos en los Safaris de las películas de Hollywood. Hizo enseguida causa común en contra de Gilberto y su núcleo conspirador y se acercó a Mabel y a mí, que comenzamos a visitar su casa con regularidad. El nivel de vida de Gustavo no se correspondía con los ingresos de un mecánico/administrador en Cuba. Vivía en un chalecito de dos plantas en el "Nuevo Vedado", zona residencial cercana a EICISOFT donde vive buena parte de la nomenclatura. Se transportaba Gustavo en lo que él llamaba, el "vehículo del futuro", una “bicimoto” de manufactura japonesa reciente, como la obtuvo? Me explicaba estas incongruencias con que procedía de MC y que sus hermanos seguían siendo altos oficiales del MININT.

Con reiteradas ironías y cinismos, se nos presentaba Gustavo como un "disidentón", no se me olvida que durante una de las llamadas "Jornadas Martianas", en que las que se exhortaba a que la juventud participara con trabajos alusivos a la figura de un Martí antiimperialista y autor intelectual de la Revolución, se me aparece con un vetusto libro. Era un volumen de unas obras completas de José Martí edición de 1956, en el traía marcado un artículo para que me lo leyera... La Futura Esclavitud. Era un escrito claramente anti socialista de Martí, de los que cuidadosamente el régimen evita que circulen, alguien lo guardaba en alguna biblioteca particular, pero no recordaba biblioteca alguna en casa de Gustavo. Me preguntaba de donde había salido, sin que la pregunta llegara a exteriorizarse.

En lo personal, Gustavo me caía muy bien y nos llegamos a acercar mucho, pero por suerte nunca le llegué a abrir completamente el fondo ya "gusano" de mi alma, aunque estuve tentado a hacerlo. Años más tarde, después incluso de mi deserción, su actuación en el caso de las parábolas en que Kiki terminó preso y botado de EICISOFT, apuntarían a que Araoz era un informante de la Seguridad del Estado y recordando la presión que Vicentín me hizo para que lo entrara, me hace sospechar que él era también parte de la operación.

Pienso que aún siendo un agente estrella, la mezcla de mi disidencia por un lado, con total entrega al trabajo de EICISOFT por el otro, no le permitía llegar a conclusiones. Las opiniones eran contrarias al sistema, pero las acciones iban a favor. También era testigo de que no me aprovechaba de mi cargo para privilegios, ventajas o prebendas... entonces que me movía? Me había llegado, a través del mismo Vicentín que Gustavo había tenido problemas con la bebida, no tanto por adicción, sino por el efecto que esta le hacía, como que enloquecía cuando se pasaba de tragos. A estas alturas no sé si esto era verdad o parte de su leyenda como agente, en una ocasión, ya siendo tarde en la noche me llama por teléfono y con voz de borracho, me dice que él no me entiende, que una tarea con fibra óptica que le había dado para que desplegara su ingenio mecánico, la haría gustoso y con entusiasmo ciego, si yo le explicaba por qué, siendo esto (el sistema) una mierda, debía hacerlo. Le dije que le respondería mañana cuando se le pasara la nota, que la borrachera cuando se mezclaba con la filosofía, daba mierda. Por suerte, al otro día no insistió, porque la realidad era que no tenía una respuesta convincente para esa pregunta. Cuando de adolescente vi la película "El puente sobre el Río Kwai" nunca entendí el conflicto del Comandante Shears, ¿por que defendía ese puente siendo enemigo de los japoneses? Sin embargo, casi 25 años más tarde me veía yo viviendo el papel de Shears, defendiendo a EICISOFT con las uñas, siendo cada vez más enemigo del régimen.

Guille

Guille EICISOFT se hundía pero seguía recogiendo refugiados, Guillermo Franco trabajaba en el CENSA (Centro Nacional de Salud Animal) bajo la dirección mi antigua compañera del Instituto de la Habana Lidia Tablada, alias " la Breve", devenida ya en gran personaje, era hasta miembro del consejo de Estado. La Breve, había sucedido a Rosa Elena Simeón en la dirección del centro y dirigía éste con ese clásico estilo Stalinista tan afín con el sistema y en el suelen asfixiarse las personas talentosas como el Guille. Invité a La Breve a visitar EICISOFT y ahí recordando los viejos tiempos logré la liberación del Guille.

Las papas

Estábamos a las puertas de la "Opción Cero", que era ya la etapa más grave del "Periodo Especial de Tiempo de Paz". Todos estos eran nombres con que el Partido bautizaba los planes asociados a la desaparición de la Unión Soviética y el Campo Socialista. La "Opción Cero" era el nombre del plan en caso que venir cero petróleo Ruso. La respuesta de Fidel Castro, ante el fracaso mundial del socialismo, era la radicalización del mismo, adobada con túneles y "Brigadas de Respuesta Rápida". Los apagones, que ya existían desde tiempos inmemoriales como medida de emergencia ante las sobrecargas de las plantas, se programaron. Ya no sólo se exhortaría a todos al ahorro, sino que a los consumidores se le racionaría el consumo a un ridículo monto de Kw/h, las fábricas trabajarían solo parte del tiempo, las oficinas que gozaban de aire acondicionado, deberían abrir sus ventanas...y hasta EICISOFT llegó esa onda, se nos orientaba por los canales del partido apagar el aire acondicionado y cerrar dos horas antes. Ante aquello, propuse una variante, como una sola máquina herramienta consumía más que todas las computadoras juntas, se obtenía el mismo ahorro reduciendo a una sesión el taller de mecánica y en vez de cerrar todos los días una o dos horas, dejar de venir los sábados.

Cuando Carlos Lage conoció de mis medidas para la Opción Cero, se encolerizó, dijo que ante las dificultades había que trabajar más, no menos! Pero para trabajar necesitábamos electricidad, o nos consagrábamos o ahorrábamos electricidad. Su opción sería que la gente permaneciera en el centro "consagrada" haciendo cualquiera cosa sin electricidad, incluyendo los sábados, parece que lo consultó con Fidel y al día siguiente regresó aprobándome el plan.

Otra de las corrientes asociadas al Período especial fue, que cada centro de trabajo tuviera cuotas para la agricultura, aclaro, cada centro debía mandar una cantidad de trabajadores periódicamente al trabajo agrícola. De manera que, de aquel personal de EICISOFT escogido a mano, tenía que mandar a cuatro todos los meses. Cuando Gilberto me vino con aquello, le dije que diera el ejemplo, que fuera él y no otro, el primero en asumir esa tarea de la Revolución. No le quedó más remedio que "morder el cordobán" sin chistar. Pero tenía que buscarle una solución a aquel absurdo, una vez más aplicaba las enseñanzas de Villo, "a esto (el sistema) no se le puede ir de frente, porque te aplasta, hay que entrarle de lado". Planteé que cada vez que se sacaba a alguien de algún proyecto, este detenía el trabajo de los otros participantes, no es como en la fábrica o el surco en que otro cubría, el gasto de electricidad y otros recursos seguía siendo el mismo para una producción menor, mi propuesta era cerrar el centro e irnos todos por quince días una vez al año y con eso sobre cumplíamos nuestra cuota al tiempo que se ahorraban los recursos de tener el centro abierto. Tanto sentido tenía la propuesta que no pudo ser rechazada, sin embargo, tal y como calculé, el esfuerzo organizativo de buscar el trabajo, albergue y comida para 50 o 60 personas, sólo lo lograron esa vez cuando nos mandarnos a todos juntos a recoger papas por quince días, pero más nunca lograron coordinar otro.

De pie: Brunet, Gilbertico (o puede ser también Ulises), Marco, Lista, Alexis, Castro. En cuclillas: Mandy2 y alguien que aunque guarda algún parecido con Marcelino, parece que se trata de otra persona.

Las papas Desde muy temprano en la Revolución comenzaron esas movilizaciones a trabajos en el campo, al principio se le decía "trabajo voluntario", pero ya a estas alturas lo de "voluntario", que era la forma orwelliana de llamar a lo socialmente compulsado, al tornarse en programado, se cambió por el también orwelliano "trabajo productivo". Llevar a ingenieros, arquitectos, programadores, gente de oficina, etc., a recoger papas, era por donde quiera que se le mire improductivo. Una por carecer de la resistencia física para ese trabajo y dos porque, ninguna sociedad equilibrada utiliza profesionales, a los que le tomó largos años en formar, para emplear su tiempo trabajos de baja calificación. Las teorías comunistas proclaman que esas torturas periódicas generan cualidades en las masas necesarias para el sistema, pero más bien considero que es para llevar a los de abajo, a esos a los que se le alimentó el odio de clases, la falacia socialista de que ahora "todos somos iguales". Terminando la disquisición sobre el término "productivo", a un par de semanas de haber regresado de las papas, nos enteramos que un apagón en el frigorífico provocó que se pudrieran todas las que se habían recogido.

Robaina

Estando en lo de las papas, nos llegaron rumores de que la Juventud tenía un campamento cercano con albergues mixtos, la libertad sexual no viene en formas mucho mejores que esa. Se decía que era una de las iniciativas nuevas de Robertico Robaina, secretario general de la Juventud Comunista. Este personaje tuvo la genialidad de encontrar en aquella dictadura alguna libertad que ofrecerle a la juventud... la libertad de música y de sexo. Fue esto, sumado a lo de ser un personaje carismático, lo que hizo que no sólo fuera Secretario General, sino un líder auténtico de su organización como no hubo antes ningún otro. No sólo era Robaina un apaciguador de inquietudes de una juventud que empezaba a verse sin futuro, quería también hacer algo por proveerles uno y desde muy temprano tuvo la visión de los clubs de computación, confiando a su esposa la tarea de explorar las posibilidades. Así fue como la conocimos, Maria Elena García nos empezó a visitar desde que estábamos en Reloj Club. El proyecto de los "Joven Club" se iniciaría años más tarde habiendo sido EICISOFT su impulsor original, lo que permitió que siempre contáramos con el apoyo de Robaina y su organización. Esto compensaba en buena parte la falta de apoyo que, debido a la labor perniciosa de Gilberto, Abad y comparsa, nos faltaba en las instancias regionales y provinciales del Partido.

Pero como bien dijo aquel troglodita, "aquí líder solo hay uno", el 13 de Marzo de 1992, Robaina cometió el error de demostrarle su poder movilizador a Fidel Castro llenándole de jóvenes el Malecón Habanero. En pocos meses Fidel lo cancelaba y de manera genialmente destructiva, promoviéndolo a su nivel de incompetencia, a canciller. Jugada magistral que también evitaba que accediera a ese cargo el veterano diplomático Ricardo Alarcón, cuyo prestigio y calificación también pudieran también representar una amenaza a su liderazgo absoluto.

Matoses

Tanto las Fuerzas Armadas (FAR) como el Ministerio del Interior (MININT) tenían sus departamentos de desarrollo técnico y manteníamos relaciones con ambos. El de las FAR lo dirigía nominalmente el Comandante de la Sierra y entonces Coronel, Tomasevich, pero en la práctica era Matoses el que corría con todo. Matoses era Ingeniero electrónico en telecomunicaciones y estaba siempre acompañado de Antonio Rodríguez, ingeniero mecánico. Siendo de su misma estatura y complexión, le decíamos cariñosamente "las Urracas", también los Matoses Bueno y Malo, siendo arbitrariamente designado como malo, el Matoses real, cuyo nombre y primer apellido (Máximo Ruiz) nadie conocía.

El nivel técnico de este departamento de las FAR era patético, sus trabajos se concentraban en introducir mejoras y modificaciones al viejo equipamiento militar soviético que era ya obsoleto cuando lo fabricaron. Los Matoses no salían de su asombro al chocar con la tecnología de las microcomputadoras. No obstante, debía abstenerme de ser demasiado apologético con la tecnología del capitalismo pues, sobre todo Matoses el Malo, podía "salirme al paso" con algún oficialismo antiimperialista.

Japón era un lugar que arrancaba las más sinceras manifestaciones de elogio del fondo del corazón de los comunistas más recios. No era sólo la prosperidad, el orden y la tecnología, sino eran el honor y la honestidad niponas lo que más solía impresionar. Fue a Matoses, cuando una vez coincidí con el en Japón, al único que le oí frases de condena a la sociedad japonesa. Tenía a Matoses como uno de los comunistas más radicales, cuando en 1991 me llega Antonio, Matoses el Bueno, vestido de civil y me informa que Matoses el Malo había caído preso cuando lo sorprendieron yéndose en una lancha para los Estados Unidos. Matoses el Bueno estaba buscando trabajo, pues lo habían dado de baja de las FAR, porque aun cuando no pudieron probarle complicidad, su cercana amistad con Matoses el Malo lo hacía sospechoso. Aunque traté de darle asilo, como a tantos otros, ya a esas alturas no había proyectos de robots y los mecánicos deambulaban como zombis por EICISOFT. Además, el mismo comprendió que asimilarlo en esas condiciones era un embarre político demasiado ostensible. Situación actual de Matoses el Malo

Venero

El homólogo de Matoses en el MININT era Venero, tipo cordial, me parece recordar que su nombre de pila era José, pero en EICISOFT le conocíamos por Venero. Este departamento era técnicamente más avanzado, nunca tuvo nada que ver con tecnología soviética o del campo socialista. Venía Venero a EICISOFT con cierta regularidad a buscar asesoría, o quizá hasta encargarnos algún trabajo, siempre sin divulgar detalles de los proyectos en que su departamento se empeñaba.

No obstante por las preguntas que hacía, uno podía inferir la naturaleza de los proyectos en que estaban envueltos. Por ejemplo, en una oportunidad me consultó sobre el protocolo FAX, cuando mi explicación se iba por detalles que se alejaban de su interés, me precisaba con preguntas que denunciaban sus objetivos. Querían hacer un dispositivo para poder leer el tráfico FAX de las representaciones diplomáticas. No me quería ver envuelto en semejante proyecto y me esmeré en describir las dificultades técnicas del mismo. Tampoco me gustó aquel que analizaría la voz para determinar si alguien mentía o decía la verdad, pues no había que ser un genio para asociar esto a la imagen tenebrosa del interrogatorio. Por suerte, la capacidad de cómputo de las microcomputadoras de entonces no daba para eso, por lo la evasión no fue difícil.

Los negocios con los Rossbach se fortalecían y formalizaban. TECUN hacía las veces de empresa de comercio exterior y nos representaba en esos contratos. El nivel de las negociaciones atrajo ya la atención del Consejero Comercial de la embajada de Cuba que citó a una reunión de nosotros con otros participantes en misiones económicas de importancia que habían entonces coincidido en México. Curiosamente , fue una reunión como a puertas cerradas y con tono grave, el consejero nos dice ya con aire nada diplomático...fíjense, ya para nosotros no hay marcha atrás, ya nosotros tenemos que morirnos con esto (con la Revolución) pues ya no tenemos cabida en el mundo capitalista...de manera que ya la cosa no era morir por la Revolución porque esta fuera justa o por lo luminoso del futuro, ni nada de eso, era porque nuestros altos cargos supuestamente nos comprometían con el régimen al punto de estar condenados en el mundo libre. El consejero desarrollaba su idea y yo me preguntaba si aquello era la última estrategia del partido para evitar la creciente ola de deserciones o si era una iniciativa personal, de ser así ¿que pecados tendría este personaje que lo hacían hablar así? y ¿que le hacía pensar que los presentes allí eran igualmente pecadores? lo que si por primera vez estaba viendo era la alusión explícita a un final del Fidelismo.

Al tiempo que esto ocurría, en Cuba se "avanzaba" hacia la Opción Cero, sólo tendríamos electricidad si las pagábamos en dólares. Fue cuando le ofrecí a Vicentín que me comentó buscaba un local para almacén de componentes, que podía usar para estos fines el área de nuestro tercer piso, donde estaba la biblioteca y el gimnasio. Esto a cambio de que nos pagara la electricidad. Vicentín aceptó la propuesta y además, la de comprar nuestro almacén de componentes (para que podíamos necesitar ya un almacén, si ahora tendríamos el de TECUN a nuestra disposición y en nuestro propio local). Con parte de ese dinero compramos unas consolas Hitachi de aire acondicionado para sustituir aquellos ruidosos e ineficientes compresores Búlgaros que nos habían procurado el odio del vecindario.

La muerte de Caballero

El transporte público iba desapareciendo, tanto por falta de piezas de repuesto como por falta de combustible, cuando la Revolución revoluciona el transporte urbano con las bicicletas. No se decía que esta fuera una solución de último recurso para aquella crisis, sino que era ideológicamente correcta, el carro era un concepto que el capitalismo y las sociedades de consumo le habían impuesto al mundo y que era la bicicleta la respuesta socialista al transporte de las masas... a los centros de trabajo empezaron a llegar lotes de bicicletas chinas. Caballero, que ya llevaba casi un año con los Rossbach y había venido de vacaciones, ya le faltaba poco para regresar a México cuando coincide con la llegada de nuestro lote de bicicletas. Aquel mismo día decide ir a buscar a su mujer al trabajo en su nueva bicicleta, que estaba a no menos de 10 kilómetros de allí y con lomas por el medio. Caballero se sabía de piernas fuertes como para eso, pero sobreestimó a su corazón, a mitad del recorrido de regreso sufrió un infarto al miocardio. Su mujer desesperadamente trataba de parar algún carro que los llevara al hospital, pero los pocos que circulaban, bien por temor o por indolencia, no le paraban. Pasaron más de 30 minutos y Caballero ya rebasaba cuando al fin un transporte lo recoge y lo deja en el Hospital Calixto García al que logra entrar por sus pies, pero esa ayuda llegó tarde, entrando al hospital le repitió el infarto y allí murió.

Aquella noche, la mujer de Caballero llamó a EICISOFT para informar del horrible suceso, pero no lo supe hasta el día siguiente. Labaud, en su senectud, estimó que eso no era motivo suficiente para que se me molestara a esas horas y ni me llamó a mi casa a informarme, ni accedió a darle mi teléfono a aquella doliente mujer que quiso hacerlo ella misma. La muerte de Caballero fue sólo una consternación en EICISOFT, sino entre los Rossbach que ya lo habían asimilado como de la familia.

Mata

En la Feria de La Habana de 1990 conocimos al empresario, psiquiatra y político venezolano José Mata, un enamorado del comunismo en el congreso Venezolano. Tenía Mata un amigo (no estoy seguro que fuera socio) que tenía una compañía de venta de computadoras y software llamada ACME, en alusión al los animados del "Correcaminos". Procuró Mata un "joint venture" con ACME y coordinó que expusiéramos nuestros productos en la Feria de Barquisimeto que se celebró en los salones del Hotel Hilton de esa ciudad. Recuerdo una anécdota de esa feria que me ilustró de la poca autoestima del venezolano, un visitante a la Feria, asombrado con lo que exponíamos, pregunta... ¿y de donde es esto?... le respondo, que eso es venezolano, la firma ACME es Caraqueña... nooo, no, eso no es lo que yo pregunto ¿que donde hicieron esto? ... fíjese, esto es un producto venezolano....mira… me interrumpe... venezolano no eres ni tú, acábame de decir de donde es esto... bueno, yo soy cubano, pero... y con una sonora exclamación, me vuelve a interrumpir...Aahh! ya sabía yo, nada de esto puede, ni podrá jamás hacerse aquí, aquí nada más se vive de la vaina y el petróleo.

Consiguió Mata un cliente para el Ortognatrón, Carlos Hoyer, un cirujano plástico amigo de él. Así empezaba el segundo negocio con América Latina, lo que era políticamente muy bienvenido por todos los círculos oficiales y para allá enviaba a Abad y a Fernando, además Viciedo fue también al entrenamiento del Dr. Hoyer. La propuesta de Viciedo para esa misión provocó discusiones que me llevaron al borde de la renuncia. La embajada de Venezuela estaba también muy complacida con esta nueva relación comercial de alta tecnología y hasta el Cónsul visitó a EICISOFT cuando tuve la feliz idea de invitarlo. Como correspondencia a nuestras atenciones, cuando mi pasaporte pasó por su oficina, enviado por Relaciones Internacionales del SIME, sin que esto fuera solicitado, le estampó a mi pasaporte una visa de entrada y salida por una pila de años y me telefoneó para hacérmelo saber, lo que gentilmente le agradecí sin sospechar que eso sería lo que me salvaría cuando tuve que escapar.

La fuga de Marco

"Nuestro Día" (Ya viene Llegando) de Willy Chirino se bailaba en las fiestas juveniles de las casas de la Habana. La esposa de Bencomo y dirigente del Provincial del Partido venia a mi oficina explicarnos a los factores del centro la necesidad de las Brigadas de Respuesta Rápida...la Revolución no se puede dejar quitar la calle, era la consigna para militantes y dirigentes. A los científicos los reunían en el teatro Chaplin y Mitchel Valdés Vivó leía un panfleto de apoyo al Comandante en Jefe supuestamente a nombre de todos allí.

Ante el deterioro de la situación se aumentaba la represión y con eso hacía que mi capital político, muy erosionado ya con lo de la asamblea de Llamamiento al IV congreso, se gastara aun más rápido. Emilio Maril me viene con el torpedo de que un amigo de él, que conocía bien a Brunet, siendo ya subdirector en EICISOFT, afirmaba que éste era un desafecto de la Revolución. Esa tarde, Brunet me ayudó a desacreditar la fuente aportando suficientes motivaciones de tipo personal como para sembrar en Maril, al día siguiente, una duda razonable. Así y todo, eso me anotaba vez al bate.

Citaba el Partido de Provincia Habana a una reunión con los Directores y Secretarios Generales del Partido de todos los centros de investigación de la provincia. Dirigía la reunión la segunda de Esteban Lazo, una a la que llamaban Glenda (posiblemente Gilda Glenda Gárate), mulata alta cuyo buen ver contrastaba con su vulgaridad desafiante. Era Tanilo el secretario general entonces y fue conmigo a esta reunión. Glenda estimó que a los "jefes" había que hablares claro, que la baba de la reafirmaciones y los discursitos eran para las masas...Sin mayores ambages decía cosas como estas...ya no les vamos a admitir que nos vengan conque Fulanito se fue, noooo, Fulanito se TEEE fue... y precisaba.. Para decir que alguien no tiene problemas ideológicos no basta con que no hace planteamientos conflictivos, hay que meterles el dedo! hay que provocarlos para que se delaten...Al director del Centro de Investigaciones Martianas le advertía...y Uds. ...en el busca que busca, ¡cuidao! con lo que encuentran, aquí sólo se puede encontrar lo que nos convenga a nosotros, a la Revolución. Tanilo encontró aquello hasta gracioso por lo absurdo... pero a mí no me hizo gracia ninguna. Aquella esbirro le acababa de dar el tiro de gracia a mi ya agonizante ilusión con la revolución, al presentarme en toda su crudeza la maldad de ese régimen.

Ya Marco, durante una visita mía a México a mediados de 1991, me había confiado que quería quedarse en México. Le rogué, que para evitar el "levantar la paloma", regresara a Cuba,que yo le aseguraba que en un mes lo enviaría de vuelta, pero que así podría seguir ocultándole a la dirigento militancia su verdadero status. No creo que Marco desconfiara de mis intenciones, simplemente desconfió de mi poder y no sin razón. Yo podía proponer misiones pero, era el ministro quien las aprobaba y siempre con el sacrosanto visto bueno del aparato. Aun cuando me las hubieran cuestionado, hasta ahora nunca, salvo aquel caso de Mabel a Bulgaria, me habían llegado a negar una solicitud de misión. No obstante, tuvo claro que le estaba ofreciendo algo que no podía garantizarle en un 100%. Marco desapareció la mañana que le tocaba regresar y en su cuarto dejo una nota, en la que explicó que sus motivos no eran políticos. Pensó Marco que con eso aliviaba en algo el efecto de su acción, pero era un esfuerzo vano, en aquellos tiempos, emigrar era sinónimo de desertar y toda deserción era política aunque se alegara lo contrario. Ese mismo día tuve que convocar a una “Asamblea de Repudio”, en la que me vi obligado a vocear una diatriba que ni mínimamente sentía y temía que se me notara.

La fuga de Julián

Julián sustituía a Marco en sus funciones con los Rossbach, y un buen día, a mediados de 1992, desapareció sin dejar rastros. La naturaleza apacible y conservadora de Julián, sumados a un gran apego asu familia, hacían dudar de una deserción, por lo que Brunet lo buscó hasta en las morgues. Felicia, su esposa, decía no saber de él. El misterio no se resolvió hasta que conminamos a Felicia para que llamara a Alfa-Beta. La avidez de Narciso Pizarro por el cerebro barato lo ponía como posible cómplice de una deserción. Sabíamos que, de estar allí, solo respondería la llamada si era de parte de Felicia y así lo hizo. Realmente, esta acción, aparentemente de inteligencia a favor del régimen, lo que lograba era permitirle a Felicia que hablara con su esposo y a nosotros el saber que estaba bien y que podíamos abandonar las búsquedas por las morgues de México. No hacía ni dos meses del primer acto de repudio y ya había que hacer un segundo. Era el segundo que se MEEE iba!

Ulises se va

Finita, la esposa de Ulises, viaja de visita a EU a visitar a sus padres y regresa. A los pocos días Ulises me pide el traslado del centro, aunque no me explicó demasiado, fui buen entendedor aunque debía hacerme el sorprendido. Carlos Lage, que ya sabía de las dos primeras deserciones, me preguntó sobre el particular y le inventé que al cerrarse el proyecto del robot, del que Ulises era jefe, había pasado a planos secundarios de otros proyectos y que ésa era la causa. A los pocos meses regresa y le informa a Mabel que se iba con su esposa Finita y que necesitaba una carta asegurando que no tenía información secreta de ningún tipo. Firmé la carta sin informar al aparato o a instancia político-administrativa alguna, confiando en que la desorganización natural del régimen y un poco de suerte evitarían que esto rebotara hacia el SIME y... si esto llegó a ocurrir, fue después de mi fuga.

Pablito se va

La plaza de Pablito en el Calixto, nunca apareció, no obstante unos meses después me pedía la baja del centro, sin darme más explicaciones. A los pocos días vuelve, esta vez a lo de la carta del secreto estatal y me tuvo que confesar que se iba del país con su hermano gemelo Enrique, que el abuelo los había reclamado junto con su madre. Enrique era un personaje de los Joven Club y trabajaba muy en contacto con Robaina, que se fueran del país... era una sorpresa. Yo contaba con que esas cartas desaparecieran en el éter de la desorganización y que jamás nadie sabría de ellas.

Osmel sin regresar

Se envía a Osmel a una misión a España relacionada con Juan Ramón Torán. Pasaban los meses y Osmel cada vez reportaba menos de su misión. Esto, sumado a que el negocio con Juan Ramón no estaba produciendo, me hacía difícil responder las inquisitivas preguntas de Emilio Maril, que opinaba que debía terminar con esa misión. No lo hacía, porque temía que si le decía de volver, desertara de manera explícita. Mis temores tomaron carácter de certeza cuando me entero que, por gestiones de Vicente Alba padre, su hija, que se había hecho novia de Osmel, se había logrado reunir con él en Madrid. Por otra parte, me extrañaba que Niurka, la del aparato que entonces atendía al centro, no se sumara a Maril en su suspicacia, lo que me hacía albergar la esperanza de que Osmel tuviera otra misión aparte de la de EICISOFT, y por tanto que a este no me lo contaran.

Labrada se va

Tras una carta de invitación de su familia, a Labrada le dan una visa para EU y me pidió la consabida carta. Por la ausencia de respuesta a las anteriores, calculé que esta tampoco tendría consecuencias. Se la di y como de costumbre no hice comentario alguno... pero Labrada, a diferencia de los dos anteriores, sí figuraba en la plantilla de EICISOFT y aunque tarde para evitar su fuga, recibí la llamada de un Ministro muy airado. No jugué mal a la defensiva, alegué que la carta sólo decía..

a) Que trabaja aquí, lo que era cierto y

b) que no maneja datos secretos, que también era cierto.

Ninguno de estos dos datos son secretos del SIME o el Estado cubano ¿por que no iba a darle la carta? ... ¡Pues porque tú no eres bobo y sabes muy bien que esa carta es para irse del país!... No sabía que tuviera esa autoridad, hasta ahora había sido Ud. el que lo hacía ¿por que iba a pensar que era yo ahora la última instancia? No podía imaginar que bastaba con firmar una cartica diciendo que alguien trabajaba aquí y no sabía de secretos para obtener un permiso de salida, creí que eso no era otra cosa que el comienzo de un proceso que terminaría a los niveles del Ministerio e inmigración. Me había hecho el bobo de manera magistral, a los pocos días el Ministro pasó una circular prohibiendo a los directores emitir tales cartas sin consultar primero al Ministerio.

Esther

Está de más decir que a Labrada no volví a verle el pelo hasta años después ya en Miami y hubo que buscar un reemplazo para sus funciones. Fue Esther, recomendada por Arturo, la que de ocupó su plaza de contador. Esther fue una fiel aliada nuestra al igual que Labrada.

Arturo balsero

Un día, Arturo no vino a trabajar, y eso ni se hizo notar, pero cuando tampoco lo hizo en los días siguientes sin llamar para explicar su ausencia, enviamos a Hourrutinier, para que indagara en su casa... Arturo se había ido en una lancha para los EU. Este no se MEEE fue, pues no estaba en ninguna misión, pero si alguien hubiera consolidado todas las fugas, como lo hago aquí, lo hubiera calificado de desbandada.

Ya no podía seguir auto engañándome con que la Revolución tenía méritos, arreglo o sentido, me sentía un esbirro en mi posición de director. La idea de renunciar a mi cargo me asaltaba cada vez con más frecuencia. Reaccionando a las cada vez más frecuentes medidas y resoluciones draconianas, llegué a redactar tres cartas de renuncia, de las cuales conservo dos: (carta renuncia 1 y carta renuncia 2). En cada ocasión, cuando consultaba el asunto con algún amigo, la razón me obligaba a desistir. Eran muchos los antecedentes que contradecían la posibilidad de renunciar, así sin más y continuar mi vida dedicado a otras tareas. Estaba montado en un tren del que no me podía bajar.

No pudiendo confrontar mis verdaderas ideas con nadie, comencé a escribirlas en un primer documento que titulé "Las Ilusiones Perdidas" y que describía el viaje de mi mente hacia la toma de conciencia. Escribí otro bajo el título de ("Utopía Versión 2", que escondía mi recién descubierto anticomunismo detrás de las expresiones matemáticas conque que demostraba que la óptima y más justa distribución de la riqueza era la exponencial y que el igualitarismo mataba la felicidad y progreso. Por último, escribí un cuento corto "El Castor y los Salmones" en que concluía las revoluciones no son necesidades históricas, sino desastres históricos. Lo hacía a modo de catarsis para aliviar mis frustraciones, nunca con idea de mostrarlo a nadie. La escritura misma de estos documentos comenzaba a poner en orden mis arremolinados pensamientos. Me sentía seguro de que nadie podía encontrarme estos documentos, pues eran electrónicos y nunca conocieron el papel, no obstante, la utopía estaba en pensar que no las enseñaría a nadie.

Ya empezaba con algunos amigos íntimos a hablar de la revolución de manera cada vez más crítica y empecé a mencionarles estos los escritos. Una vez mencionados, no tardaba el siguiente paso que era mostrarles parte de los mismos en mi computadora y el siguiente era dárselos en un disco. El disco tiene, por un lado, la ventaja que no puede ser leído como un papel, pero tiene la desventaja que puede ser reproducido con mucha más facilidad que un papel.

Guille se va

El padre de Guillermo Franco era médico del embajador de España y gracias a este contacto le había procurado una beca para un postgrado en la Complutense de Madrid. Hablé con Arañaburo, que nos había vuelto a atender, apoyando la solicitud de Guille. Mi argumento era que en las presentes condiciones de la Opción Cero, apenas tenía trabajo que darle a la gente de hardware, que lo mejor era enviarlos a estudiar y cuando viniera la recuperación económica, pues entonces contaríamos con gente más preparada. Rebatir el punto era difícil sin sugerir explícitamente una potencial deserción o sin mostrar falta fe en la recuperación económica. Arañaburo no era gente muy confrontacional y no se opuso. Ignacio si se explayó, acusó nada menos que a la España de Felipe González de estar haciendo el juego a la contrarrevolución, que si querían dar becas que se la dieran al ministerio y que serían ellos los que determinarían a quien otorgársela, que esas "bequitas" con nombre y apellido no la iba a aceptar. Salí de aquella reunión con el rabo entre las patas. Ignacio me acababa de anotar una más. Regresé a EICISOFT y le di la mala noticia al Guille, que no sospechó que había gastado mis últimos centavos políticos en su causa. Guille regresó a su casa y le comunicó el resultado de mi gestión a su padre, al otro día el embajador de España llamaba al Ministro de Relaciones Exteriores y este al del SIME. Al poco rato recibía una llamada de un Ignacio que se mordía los labios para decirme que podía liberar al Guille. Esa humillación no puede habérmela perdonado. Guillermito era otro más que se MEEE iba.

Había enviado a Osmel en misión a España, me parece recordar que para el negocio con Juan Ramón Torán, pero ya apenas me reportaba de sus actividades. Había logrado sacar a su mujer, que era hermana de los Albita, por la vía del ICAIC y vivían los dos felices en Madrid, no contaba con que regresara. Emilio Maril una vez me preguntó por él y me fui por una tangente alegando que sus vacaciones estaban programadas para una fecha próxima que inventé en el momento. Algunos en EICISOFT, entre los que yo figuraba, sospechábamos que trabajaba para el aparato. Osmel nunca regresó mientras fui director. Por mi cuenta iban ocho.

El fallecimiento de Ramos

Ramos moría de un infarto al miocardio. Enterado en el día de su muerte, llamé al periódico Granma, con el que teníamos un proyecto para la edición digital, para informarle que el Padre de la Computación en Cuba había muerto y que esto, no sólo era noticia a cubrir, sino que era Ramos merecedor de un artículo a modo de póstumo homenaje. Granma no estimó que Ramos mereciera ni una pulgada cuadrada de su edición y en respuesta yo entendí que Granma no merecía de un minuto de nuestros esfuerzos, por lo que rompí toda relación comercial y diplomática con el "Órgano del Partido". Otro golpe a mi cuenta política.

Juan Carlos y Mario Iván

Microsoft introducía Windows y fueron los Mecánicos de Robertico los primeros en captar esa onda. Consiguieron el Turbo-C de la Borland y comenzaron a hacer sus primeros pininos ya en la Versión 2 de ese sistema operativo. Coordinaron una serie de seminarios sobre el tema con Juan Carlos Pérez, que era de la gente más informada que había en Cuba sobre Windows. Logré participar en algunas de sus presentaciones, lo suficiente para aprender que el DOS estaba muerto y que Windows tenía como servicios del sistema buena parte de lo que ofrecían nuestros productos de imágenes. Si no nos subíamos a ese tren, nos iba a pasar por encima. Le hice una oferta a Juan Carlos y este me propuso incorporar también a Mario Iván Álvarez, que trabajaba con él en Instituto de Oceanografía. Trajeron consigo no sólo el Windows 3.0, sino Visual Basic Versión 1.0 con que logré dar mis primeros pasos en Windows.

La fuga de Mandy

Una tarde, ya nos preparábamos para lo que era ya nuestro diario viaje en bicicleta de regreso a la casa, cuando veo caminando por la acera de enfrente, de completo uniforme, a mi viejo compañero de las TCAA de cuando Odessa, el ya Tte. Coronel Tolo Lamenta (nombre real reservado para evitar represalias). Lo llamo, nos abrazamos y lo invito a mi oficina. Allí le brindo un trago de ron y me disponía a recordar los viejos tiempos. No acababa el segundo trago cuando con rostro sombrío y sin más preámbulos me espanta... Mandy, esto es una mieeeerda... no todavía de salía de mi asombro y Lamenta continuaba... Le hemos dedicado una vida a esto, y es una mieeerda... Con una seña de "hay micrófonos" logré que reprimiera su catarsis. Lamenta detuvo su diatriba, aunque no lo hizo por corte, como que lo hacía por mí, pues a él ya le daba igual un repudio que un homenaje. La paranoia asaltaba mi mente...¿me lo habrían mandado a ver si me proyectaba? ... o quizá estarán esperando ahora a ver si lo denuncio. Naaa... nadie es tan buen actor y Lamenta nunca haría cosa así, además el no había venido a verme, era yo quien lo había visto de casualidad. El suceso me hacía preguntarme cuantos de mis amigos que, como a Lamenta, conocí en alguna tarea de la Revolución, seguían apoyando aquello.

Brunet, que ya trabajaba permanentemente en México, regresa de vacaciones y hablábamos que al escoger la gente para las misiones con el criterio de menor probabilidad de deserción, de hecho estábamos haciendo el trabajo de la Seguridad del Estado, estábamos haciendo de esbirros nos gustara o no. Ya a esas alturas, temía que me hubieran instalado micrófonos en la oficina y le dije de continuar la conversación en mi casa. Fue allá, alrededor de la mesa de comer, tomándonos un té Mabel, él y yo, que llegamos a la conclusión que como único se podía evitar el convertirse en esbirro era yéndose del país. Aunque intelectualmente acababa de llegar a la inevitable conclusión, no la acababa de interiorizar, no me veía abandonando a mi hija, a mi madre, a mis tías, ni aun me resignaba a perder la estima de los amigos que había hecho dentro del proceso y ni a renunciar a mi bien ganado prestigio. Sólo el miedo a caer preso pudo obligarme a saltar esa barrera.

La trayectoria de mi casa a EICISOFT en bicicleta no siempre era la misma, a cada rato exploraba una nueva y las comparaba buscando el mejor tiempo. Una de esas trayectorias, pasaba por el costado Este de la Universidad, tenía la desventaja de tener que subir la loma, pero era recto y además bonito. Pasaba por el costado de Física, donde estaba la cafetería, que en mi época de estudiante tuvo alguna que otra cosita que vender y por tanto era punto de reunión con mis compañeros de carrera. En una de las veces que escogí esta vía, el Dr. José Matutes me ve y corre hacia mí logrando que me detenga, no lo veía desde mis años de profesor allí. Quería felicitarme por el escrito ""Las Ilusiones Perdidas"... Los escalofríos apenas me dejaban oír sus elogios. Si ese documento había llegado a Matutes, entonces era que ya lo tenía media Habana. Era inútil preguntarle quien se lo había dado, no me quedaba duda que la copia que le había llegado era al menos de una tercera generación. La probabilidad de que una le llegara o que le hubiera llegado ya al aparato estaba cercana al 100%. Me sobró el tiempo del resto viaje para que, sumándole a esto último, las deserciones, las cartas y las traquimañas en divisas, la idea de irme del país pasara de la muy intelectual disyuntiva ética al muy primitivo instinto de conservación.

El problema trascendía del "qué" al "cómo". En la primera oportunidad, en carta cifrada por MODEM, notifiqué a Brunet de mi decisión. Era un SOS y así había sido captado por la familia Rossbach que comenzó de inmediato una operación de rescate. La cosa no era tan sencilla como inventar una reunioncita en México, mi última visita a México había coincidido con la Navidad y los Rossbach habían invitado a Mabel a la Nochebuena en correspondencia con las atenciones nuestras al Ingeniero cuando estuvo en Cuba, el Ministerio desaprobó la salida de Mabel. Además, hacía poco el Ministro también había rehusado aprobar una salida mía para un Congreso de Físicos de Hispano América en Madrid al que se me había invitado, nada de esto debía sorprenderme. Había que proponer algo bien tentador, para lograr que se me aprobara una salida quedándome un capital político casi en cero.

Fue Alejandro Rossbach al que se le ocurrió envolverme en un negocio que tenían con Brasil. El negocio con los Rossbach gozaba de gran respeto en el SIME, el Ingeniero había estado con su esposa Ángeles en Cuba y se había entrevistado con el Ignacio. Fue el Licenciado Oscar el que viene a la Habana e informa al Viceministro Arañaburo del negocio con Brasil, propone que participemos con el socio brasilero en una exposición de productos médicos en la ciudad de Natal. La reciente venta a Brasil de la vacuna meningocóxica había sido un negocio millonario. El SIME ponderó sus riesgos, lo jugoso del negocio justificó el tomar remoto riesgo de que yo fuera a desertar dejando por detrás a Mabel.

Se comienzan los preparativos oficiales para la misión y yo me preparaba para una salida definitiva. Oscar sacaba de Cuba mi Curriculum Vitae, Mabel destruía documentos que pudieran servir para incriminarme: llevaba hacia casa de mi madre todo aquello que quisiera evitar que fuera confiscado en los registros de la Seguridad del Estado que se producirían de seguro; a Mabel ,con un contacto familiar, le conseguía una trabajo en IPS, una agencia de prensa extranjera, donde pensé que estaría más protegida de las esperadas represalias. Natasha y Natalia, la esposa e hija respectivamente de Brunet, gestionaban su salida con sus pasaportes rusos, lo que por suerte no requería carta mía alguna, pero no informar a Niurka (la de la seguridad que nos "atendía") de algo como eso, era peor que los de las cartas. Había dejado escapar al rehén, con lo que propiciaba la deserción de Brunet. Hacerme el bobo con eso, ya hubiera sido imposible, por suerte el aparato no empató a tiempo A con B.

Era Octubre de 1992 y eran mis últimos días en Cuba. En medio de los preparativos, me llega una invitación para participar en una recepción en el Consejo de Estado. Debo confesar que no recuerdo exactamente el motivo. Sé que había invitados extranjeros y buena parte de la crema y nata de la comunidad científica. Fidel se dirigió a los invitados abriendo la recepción, en la que hizo el anuncio de PPG, Desarrollado por el Centro de Biotecnología. El PPG era un medicamento para la circulación, pero el mismo Fidel dejaba entrever que era efectivo para las disfunciones eréctiles. Después siguió un suculento banquete, del que Ignacio, por ser obeso, no podía disfrutar, pues el Partido le había dado como tarea el bajar de peso. Trataba de llamar la atención lo menos posible y compartía discretamente con Carrasco, casi escondidos los dos en un pasillo que accedía al lugar donde Fidel conversaba con los invitados extranjeros que le hacían círculo y se babeaban con el poder histriónico del Comandante. En eso, Fidel se excusa y parte con su escolta hacia el pasillo donde conversaba con Carrasco. Cuando éste se percata de la movida, me dice...ahí viene, vámonos de aquí con el disimulo...¡que va! demasiado tarde cuando vine a ver, la persona con quien menos hubiera querido encontrarme la tenía encima, ya se detenía y empezaba a preguntarme de cómo iban las cosas en EICISOFT. Le dije de los planes con Brasil, México, Venezuela, que me enfocaba ahora sobre una clientela Latino Americana. Fidel asentó con la cabeza en gesto de aprobación. El continuó su marcha y yo exhalé un suspiro de alivio de que ni mis intenciones, ni el profundo repudio que ya sentía hacia él, se me hubieran notado.

Peor aun, Carlos Lage hace una visita sorpresa a mi oficina, cuando lo vi entrar sentí el escalofrío del que ha sido descubierto. Sabía que mi cuenta en el banco político estaba en rojo, por eso sentí un alivio cuando me saludó con cordialidad. Me preguntó sobre los negocios con América Latina, me mencionó las deserciones de Marco y Julián y me advirtió que ahora había que tener más cuidado que nunca con la gente que se enviaba en esas misiones. Tragué en seco, pensando cuanto demoraría en enterarse que ya había seis más. En otros tiempos, cuando aun tenía fe, hubiera discutido el concepto ese de estar filtrando a la gente, ya lo aceptaba hasta con pretendido entusiasmo. Carlos Lage se despidió sin notar que había tenido el pulso en 140.

Arañaburu quiso reunirse también y, posiblemente por instrucciones del mismo Ignacio, me citó a su oficina para saber cómo me proyectaba en un futuro mediato. Con una soltura que me sorprendía a mí mismo, lo abarroté de planes. Le describí en detalle lo que haría a mi regreso con un entusiasmo tal, que hasta yo mismo me lo llegaba a creer, añadí que me iba a hacer falta disponer una cuotica extra de gasolina o de que se me permitiera comprarla en divisas con los dineros de los negocios. Sabía que me estaban interrogando, querían estar seguros de que no planeaba desertar Fui convincente, no pensé que tuviera esa capacidad de mentir, pero el miedo... ¡es del carajo!

La última entrevista fue con Gustavo Araoz que me invitó a su casa para un ágape de despedida. Allí con un gusaneo, un tin mayor que lo acostumbrado, me invitaba a que compartiera con el mis planes. Estuve tentado, pero gracias a Mabel no lo hice. De mi planes de deserción solo sabían mi madre, el amigo que llevó a Natasha al aeropuerto y Marta, una prima de Mabel que vivía en Matanzas, a la que confiamos la información precisamente por vivir allá y no tener nada que ver con los círculos de peligro, sólo que Marta decidió informarlo en carta a familiares en Miami, por suerte de esto sólo me enteré estando ya en los Estados Unidos, de lo contrario eso me hubiera infartado.

El pasaje a Rió de Janeiro era por Panamá. Cuando al otro día llego al aeropuerto, Cubana de Aviación me niega el pase a bordo por faltarme la visa de Panamá. Calculé que era un error muy burdo para ser un error, pensé que Ignacio aun tenía sus dudas, y era esta una estratagema de él para ganar tiempo sin "levantar la paloma". Fue cuando recordé lo de la visa de entrada-salida múltiple que, como correspondencia a mis gentilezas, me había otorgado el Cónsul de Venezuela. Ahí estaba en mi pasaporte, el cuño era tan parecido a la visa normal, que nadie se había percatado de eso. Me monté en el carro y me dirigí a las oficinas de Cubana de Aviación en el Hotel Habana Libre. Allí logré cambiar el pasaje de Habana-Panamá que tenía, a uno Habana-Maiquetía (Venezuela). El plan era, una vez en Caracas, ver ahí a Mata y pedirle a este que, del dinero que ya nos debía, me comprara el pasaje a Río.

Sólo un pequeño detalle echaba a perder la perfección del plan, el pasaje no era siquiera para el día siguiente, sino para el otro. En esas 48 horas podía pasar de todo. Contaba con que en el Ministerio no se manejara la fecha exacta de mi salida y poniéndome mi uniforme volví a mi oficina como si tal cosa. A todo tren andaban los preparativos para la Feria de la Habana de 1992 y Marcelino, que era a quien dejaba al frente de EICISOFT, ya estaba a tiempo completo en EXPOCUBA. Lo mismo pasaba con el ministro y los Vices del SIME, la inminente apertura de la feria ocupaba su atención. Esto evitaba que pudieran estar demasiado pendientes de mí. Tampoco pensarían que les hacía falta, pues estarían contando con que tendría que ir a morir a Relaciones Internacionales SIME para conseguir la visa de Panamá.

Llegó el día y antes de ir para el aeropuerto hice dos escalas, una en EXPOCUBA donde chequeé los preparativos de la Feria una vez más. Hubiera sido raro que no lo hiciera, aunque lo hice siempre tratando de no cruzarme con la ministeriada. La otra escala fue en casa de Isabel, que hacía unos días se había retirado. Pienso que Isabel, a la que le sobraban luces, entendió que me despedía para siempre y me deseó suerte. Esta vez no había impedimentos y ya con mi pase a bordo me despedí de Mabel. Hasta que el avión despegara no había nada seguro, conocíamos de varios casos en que la Seguridad aprendía a sus víctimas ya dentro del aeropuerto. Esto le permitía desaparecer a la persona por varios días sin que nadie lo supiera, pues la familia y el resto de sus relaciones lo hacían de viaje.

Mabel quería asegurarse de que abordaba el avión, por eso antes de yo entrar, habíamos ubicado el lugar donde se parqueaba el avión de Aeropostal. Estaba en la punta de la pista cerca de la Terminal número 2. En cuanto nos separamos, se fue con el carro al dar la vuelta al aeropuerto y posicionarse en un punto de la cerca donde habíamos calculado podría verme subir al avión. Un semáforo le impidió llegar a tiempo y cuando pudo lograrlo, ya estaba yo a salvo dentro de la nave. Desde la ventanilla podía verla como se angustiaba al no verme. No podía dejarla con esa incertidumbre, caminé hacia la puerta y le pedí al seguroso que siempre apostaban allí, que me permitiera despedirme de la "jeva", el gorila accedió y me asomé a la escalerilla (otra vez en peligroso territorio cubano) y manoteé hasta asegurarme que me había visto. Dejaba a Mabel a merced de la esbirrada, pero no había alternativa, de haber caído preso hubiera sido aun peor. Ese día en que nos tocaba separarnos, la veía más linda que nunca y esa imagen de Mabel detrás de aquella cerca se me quedaría grabada como estampa macabra que se repetiría en mis pesadillas por largo tiempo. Al fin, el avión despegó... había logrado escapar.

Había escapado del régimen pero seguía sintiendo, en extraña dualidad, un compromiso con EICISOFT. Pasaba por Caracas y discutía planes para nuevos negocios con Mata. Chequeaba las tareas con Abad y Fernando y de haberlo podido localizar, lo hubiera hecho con Viciedo. Pasaba casi un mes en Brasil sin dejar de promover los productos de EICISOFT con los nuevos socios de la VMI, alos que Alejandro Rossbach (hermano de Oscar) me había introducido. De Brasil volé a México donde trabajaban con los Rossbach, a las órdenes de Brunet y de manera rotativa, los mayores grupos que nunca antes hubiéramos tenido en el extranjero con ningún otro asociado. Cuando llegué estaban allí Zayas y Mandy2, pero después llegaron Alexis, Juan Fernández y Juan Carlos. Durante otros quince días, seguí dirigiendo a EICISOFT hasta que ya no pude estirar más la misión. La mañana del 18 de Diciembre de 1992 le día a Brunet la carta que llevó a la fábrica pretendiendo que se la había pasado por debajo de la puerta, en la que explicaba mi desaparición. Después de sorprender con su contenido a los eicisoftianos allí, llamó a Cuba para informar de la novedad. Había caído la bomba, me LEEE había ido a una pila de gente.

Hacía 10 años que el ser el director de EICISOFT ocupaba casi todo mi tiempo, y había dejado de serlo por corte, me quedaba vacío. No sólo no tenía trabajo, también me había quedado sin familia y sin país. Estaba a merced de la benevolencia de mis nuevos amigos.

Por más que la carta perseguía no perjudicar el negocio de EICISOFT con los Rossbach, éste apenas duró unos días más. Los Rossbach me refugiaban en su casa de Lomas de Santa Fe, vivía oculto en el cuarto de Oscar Jr. cuando soltero. Brunet vivía con su familia en otra área de aquella casa gigantesca a la que llamábamos "el Castillo". De manera que, aunque supuestamente había desaparecido, nos veíamos todas las noches. Estaba claro que Brunet tampoco regresaría nunca pero se estiraría el estatus lo más posible. Todo iba más o menos como previsto hasta que una imprudencia mía puso al descubierto toda la operación. Para mitigar la nostalgia y la separación, escribía una carta-diario a Mabel en la computadora que tenía en el cuarto, pero ésa resultaba que era una de las que se estaban usando para los REX (sistema para procesar imágenes de rayos X). Fue por eso que el Ingeniero me trajo otra para cambiarla por esa, pasé la información de una para la otra y formateé el disco de la primera. Pero no fue un formateo de tipo físico, que es el que de verdad se sobre escribe cada bit en el disco, este demora más y tenía al ingeniero esperando. No calculé que nadie se propusiera examinar esa máquina con ojo de espía, pero me equivocaba.

La delación

Era el 17 de enero, no llevaba aun un mes de exilio, parece que Juan Fernández sospechaba de la complicidad del Ingeniero en mi fuga y al verlo llegar con una computadora, sospechó que esta pudiera haber estado en mis manos. Ayudado por Alexis, que era un experto en eso de violar claves y cifrados, lograron extraer fragmentos de mi carta-diario, que Juan-Fernández pasó a la seguridad del estado en la embajada de Cuba, logrando implicar a los Rossbach y a Brunet en la conspiración.

Uno de los miembros de la misión, que pidió no se divulgara su nombre,se da cuenta de la actividad delatora de Juan Fernández y logra alertar a Brunet de lo que está pasando. Con esto evitaba que Brunet cayera en la celada que la embajada le tendía al citarlo allá esa tarde. Curioso, en nuestra paranoia, pensábamos que esta persona era agente del aparato y sin embargo, fue la que salvó la situación. La delación obligó a Brunet a precipitar su deserción y a Zayas a hacer lo mismo. El Ingeniero, compró pasajes para Juan Fernández y Alexis y los botó de allí, A Mandy2 no lo botaron, pero no desertó. Para el que dejaba por detrás a la familia, la deserción era un recurso de última instancia, ya que era sabido que el régimen impediría su reunión con ella por largos años a modo de castigo, eso no era fácil, sólo algo así como el temor a la cárcel obligaba a esa opción.

Acababa el negocio EICISOFT-IROSA como la fiesta del Guatao, desaparecía el último vínculo con EICISOFT. Ya de la historia que sigue no soy testigo primario y para narrarla sólo puedo contar con los testimonios de los que la vivieron y que hoy estén también en el exilio.

Al conocerse de mi deserción se imponía una reunión de intimidación, en la que se me haría el "repudio" de rigor y se informaría de quien sería el nuevo director. Pero el repudio trascendía la diatriba contra mí para extenderse a un cuestionamiento de los allí presentes - qué cosa es esto un antro de gusanos, contrarrevolucionarios o qué? - dice Agustín que rugía Carlos Lage desde la mesa.

Recuerdo que para ese entonces, la propuesta era alguien que era director de no sé qué centro, el lío es que le llamaban el “piloto” por aquello que se la pasaba viajando por cuestiones de “trabajo” y que el tipo se había “metido” él solito el presupuesto destinado para dos trabajadores ir a Francia a un curso para estudiar un lenguaje de programación de unas maquinas CNC, en fin que con tales medallas colgándole del pecho, nos rehusamos a aceptarlo.

El núcleo del Partido de EICISOFT tenía su propio candidato, Pepe Abad y empujaba el concepto de que el director debía ser alguien del Centro. Gilberto sabía que su escolaridad nunca lo dejaría calificar como director, pero como siempre logró manipular a Abad, si lograba que este fuera designado, se convertiría en el poder detrás del trono. Si bien el Núcleo logró vetar al primer candidato del ministro, gracias a haber logrado desacreditarlo ante Carlos Lage, no logró que aceptaran lo de que el director saliera del centro. Tanto el Centro como su Núcleo estaban políticamente mal parados, este último ya había sido criticado por falta de combatividad ante los planteamientos de la Asamblea de Llamamiento al IV Congreso y con la presente desbandada, tanto Núcleo como Centro, eran parte del problema y no de la solución que el régimen buscaba.

El nuevo director

Transcurre cosa de un mes y se produce lo que la canalla eicisoftiana llamó “la reunión de la reunión”. En ella se anuncia la expulsión deshonrosa de Viciedo y de Abel por sus pronunciamientos en la Asamblea del IV Congreso. De esto, hacía ya casi dos años, el botarlos ahora era como para subrayar el que si aun estaban allí, era por mi y que ya yo no estaría ahí para apañar ulteriores disidencias. También se anunció la aplicación del decreto 58 a Roger, con el mensaje de que la inortodoxia se había terminado. Por último y ésta vez sin derecho a réplica, se designaba a Daniel Fernández como el nuevo director. Daniel era un ingeniero electrónico de poca experiencia y menos brillo que trabajaba en la Fábrica de Equipos Médicos. Lo adornaban además el ser militante del partido, compañero de trabajo y amigo del hermano de Ignacio.

En reconocimiento a su papel de chivato, Juan Fernández fue promovido a Subdirector. Cargo que ostentó pero no ejerció, ya que volvió a su estado natural de no trabajar y jugar ajedrez. Con esto se terminaba de apagar el destello capitalista una vez fue EICISOFT. Dos años más tarde aun se trabajaba básicamente en los mismos proyectos que el 1992, como describe un sitio WEB que se hizo en 1994 y que, según pude comprobar en el 2009 aun seguía ahí, como muestra quizá de un “logro” más de la Revolución. ( http://www.mappinginteractivo.com/plantilla-ante.asp?id_articulo=1119)

El chivo de las parabólicas>

Al desaparecer la pequeña empresa cuando la "Ofensiva Revolucionaria de 1968", el chivo se convirtió en todo una institución. Se denomina "chivo" a la acción o resultado de utilizar, por parte del trabajador, medios, insumos y materiales destinados a la producción para la confección o reparación de útiles personales. El estado orientaba como tarea permanente a las administraciones, el perseguir y erradicar al chivo en sus centros. Pero esa tarea siempre fue misión imposible, porque los encargados de erradicar el chivo, también necesitaban de los chivos.

Yo reconocía el chivo como una necesidad social y era una directiva no escrita, que en EICISOFT el chivo estaba oficialmente autorizado. Para poder llevar el control de cuanto realmente costaban los proyectos, había inventado uno fantasma, el proyecto “Chivo”, el que tuviera que hacerse o reparar algo, se le pedía que le cargara los recursos necesarios a ese proyecto y no al que estuvieran realmente desarrollando. Curiosamente, el proyecto chivo nunca tuvo un costo alarmante y no era porque los eicisoftianos tuvieran menos necesidades que el común de los cubanos, sino que los proyectos reales del centro eran muy motivantes y absorbían casi todo el tiempo e interés de sus participantes.

Con la franca decadencia de EICISOFT, decayó la motivación a hacia sus proyectos y toda la creatividad reprimida fue a parar al chivo. A quienes podían organizarse para hacer un robot, no les demoró mucho elevar al chivo de proyecto personal a uno colectivo. A un grupo se le ocurrió que combinando sus habilidades y recursos podían diseñar, desarrollar y producir sistemas de recepción de televisión por satélite y así surgió el proyecto de las parábolicas. Este proyecto lo desarrollaban delante de las narices de Daniel, sin que este se percatara que estaba ante el chivo más grande que jamás se haya intentado en Cuba. Lo peor de las parábolas, no era la desviación de recursos, ni siquiera el sacrílego hecho de que esto envolviera una ganancia en dólares, cuya mera tenencia estaba penalizada, sino que se trataba de un artículo que permitía acceder a medios de comunicación ¡no controlados!

Una imprudencia, una delación o un poco de ambas, alertó al aparato provocando que Kiki, Mandy2, Diego y Araoz fueran a parar a la cárcel. En los interrogatorios Araoz confesó con tanto detalle los pormenores del proyecto, que más parecía un infiltrado que un implicado. Consecuencia de este asunto fue la destitución de Vicentín como director de TECUN. La intervención de influencias aparatísticas, partidísticas, hasta eclesiásticas y ante la inminente despenalización del dólar, obligó a que los detenidos fueran liberados. No obstante, Daniel entendió que los implicados debían ser expulsados del centro y así lo hizo con Kiki, Diego y Araoz. Quizá por consideración a su hermano Marcelino, perdonó a Mandy2. Lista, en solidaridad con Kikito pidió su baja del Centro (aunque más adelante regresó a EICISOFT).

El desenlace

La debacle interna trascendía a la clientela foránea. El siguiente fragmento del intercambio epistolar que sostuvo Marco desde México con el empresario español, Manuel Valladares Hermelo de Acerta Software, caracteriza la situación. En dicho intercambio, el empresario cuenta su amarga experiencia en un negocio que inició con el remanente de EICISOFT. Reproduzco parte del texto sin edición o comentario:

En principio la idea era esta: crear una empresa acá para comercializar, instalar y soportar los productos, y mediante un acuerdo con EICISOFT crear un equipo de desarrollo en Cuba dirigido por Alexis. Pues bien, nos juntamos 4 personas de aquí, montamos una empresa, pusimos dinero encima de la mesa, y comenzamos a tener reuniones con el gerente de EICISOFT (Daniel), al cual invitábamos a España con gastos pagados. Durante las reuniones acá todo era muy prometedor, incluso contratamos un comercial que se movía por toda España intentando vender el producto a medio hacer. Con todo ello funcionando, y alguna operación ya en curso, llegó el momento en el que Alexis se tuvo que ir a Cuba a formar el equipo en EICISOFT... y aquí comenzaron los problemas, imposibles de entender para nosotros los españoles.

Con Alexis en Cuba ya habíamos vendido en un centro radiológico en Valencia, y comenzamos a instalar en un hospital en La Coruña, pues la previsión era que Alexis regresase en 15 días. Nada más lejos de la realidad. Ya habíamos enviado el primer pago a EICSOFT (5 millones de pesetas del 96) y de repente dejamos de tener noticias de lo que pasaba en Cuba. Llamábamos por teléfono, hablábamos con el gerente de EICISOFT y nos decía que Alexis salía ya para acá, pero Alexis no regresaba nunca. Mientras tanto yo tuve que encargarme como pude de seguir con las instalaciones comenzadas ( y aprendiendo sobre el terreno ), pero Alexis no regresó jamás. Estuvo así un año, y tuvimos que cancelar operaciones acordadas de antemano.

Nosotros acá éramos incapaces de entender lo que ocurría en Cuba, y la razón de que los cubanos dejasen de interesarse por todo. Total, que se decidió enviarme a mí a Cuba para que me explicasen de primera mano qué ocurría realmente allí, y de paso conocer EICISOFT y el supuesto equipo de desarrollo que se quería montar. Cuando aterricé en Cuba, lo que me encontré fue que en EICISOFT se montaron un lío, y la cosa llegó a oídos del ministro de industria y electrónica ( o algo así ) y se empezó a comentar por allí que todo esto era un business creado entre Alexis y el gerente de EICISOFT (Daniel), y entonces automáticamente se paralizó todo, destituyeron a Daniel y colocaron en su lugar al cubano más triste, corto y gris que he conocido en toda mi vida: Carlo Magno.

Con el señor Carlo Magno yo era incapaz de entenderme, parecía que yo hablaba chino y él ruso. Total, que después de varios intentos fue imposible un compromiso de colaboración. A Alexis le expulsaron de EICISOFT y se quedó en la calle, vendiendo seguros como su padre hacía. Afortunadamente a Pizarro no le salpicó nada de todo esto y pudo volver su vida normal.

La situación en España después de esto era la siguiente: Mis socios españoles, perdieron el interés por el proyecto, y simplemente se resignaron a perder el dinero. Los clientes que ya habían comprado el producto ya me conocían a mí por haber estado allí instalándolo, y yo no tenía ninguna posibilidad de mantener el producto pues el código fuente se quedó en Cuba. Total que era el momento adecuado para escribirles una carta a todos los clientes explicándoles que detrás del producto tan caro que habían comprado había una empresa cubana que nos dejó con el culo al aire en un abrir y cerrar de ojos... vamos como para echarse a llorar.

Alexis aclara y añade:

En la historia de Manolo hay varias imprecisiones, a Daniel no lo echan, lo habían promovido a vicepresidente de CITA (donde ya estaba Juan Fernández) precisamente por el éxito del proyecto y cuando crearon el Ministerio de Informática y Comunicaciones lo promovieron a viceministro, de algún modo metió la pata hace un par de años liándose con algún extranjero según me dijeron y cayó preso, Pizarro al que había llevado conmigo para el tema de las redes, se había movido poco después de llegar de España a TECNOSTAR, la empresa que habían abierto 2 de los hijos de Fidel (Alejandro y Alexis),empresa que funcionaba medio libre y medio dentro del Grupo de la Electrónica, creo firmemente hoy en día que Pizarro tuvo mucho que ver con la movida que se montó y que informaba puntualmente a seguridad de todo el proyecto, creyeron de alguna manera que me iba a quedar o que me estaba enriqueciendo ilícitamente (cosas ambas falsas) y se cargaron todo el proyecto sin detenerse a pensar que era de los proyectos con más futuro del centro y probablemente del país en materia de informática médica y a mí casi me meten en prisión un día que me fueron a buscar directo a la embajada de España, por suerte sólo me quitaron el pasaje y el pasaporte y de ahí a la calle como contó Manolo, después ellos me 'rescataron' un año después para continuar el proyecto, pero se había perdido mucho tiempo, dinero y clientes y costó mucho encausarlo nuevamente.

Carlomagno Vega López había entrado a EICISOFT ya después de mi salida, según Alexis trabajaba en el proyecto GIS (Geographical Information System) con Juan Carlos y su ascenso a director se produce después que expulsan a Alexis, de manera que no sabemos cómo terminó sus días de director este personaje, pero al parecer, según se desprende de conversaciones con Fernando, después de Carlomagno desfilaron varios y aunque por un tiempo corto, dice que hasta él mismo ostentó el cargo. En el 2003 supimos que EICISOFT había dejado de existir oficialmente.

Cobertura de Prensa

Los medios, televisión, radio, prensa y hasta el cine, cubrieron con bastante frecuencia los logros de EICISOFT. Algunos de los artículos que salieron en la prensa fueron conservados por mi madre (Cuca Rivero) que me los trajo en su primera visita a Miami. Recortes de periódicos y revistas ya vetustos, pero mejorados un poco gracias a la tecnología digital. Pueden verse en:

 


Indice Alfabético

A
Abad Hernández, José
Abel Alvarez Vidal (2)
Agustín Morales
Albita, los (Juan y Vicente)
Alejandro Castro
Alfa-Beta
Alexis Rodríguez Castedo (2)
Alexis Slatcher
Almendral, Wilfrido
Arañaburu, José
AREMC
Arocha, Modesto
Arrojas, Fernando
Asamblea de EICISOFT, la
ASEA
Arturo Valdés (2)
B
Baba San, Taminori
Bencomo, Eduardo
Blanca, Luis
Brunet, Roberto Martínez
Búlgaros, los
C
Caballero, Juan (2)
Camilo Monteagudo
Carlomagno
Carrasco, José Luis
Carros, los
Castro, Fidel
Castro, Jorge
CECE
CID
CNIC
CoCoM
Compumanual
Conde, Ernesto
Contreras, Vicente
Cuca
D
Daniel Fernández
DIE
Diego Navarro (2)
Documenta
E
EICI
EICICAM
"Eppur si muove"
Esther
ETCO
EXPOCUBA
Ezekiel Hernani
F
Fausto Felipe, Dr.
Feria de la Habana Fernando González
FLEX
G
Gallego, el (Valentín García)
Gilbertico García
Gilberto García
Gilda Hernández
Guillermo Franco (2)
Guillermo García
Gómez Cabrera, Dr. Raúl
Gorbachov, Mijail
Gustavo Araoz (2)
Gustavo el del Almacén
H - I - J - K
Homs, Roberto
Hourrutinier, Roberto (Cabilla)
ICAIC
ICID
Ignacio González Planas
INSAC
Isabel
Ismael González
Jafet Enriquez
Jamaliche (Francisco Suárez)
Juan Carlos Arteaga
Juan Fernández (2)
Julián Pérez (2)
KAM
Kiki (Armín Arocha) (2)
L
Labrada, Armando (2)
Lage, Carlos
Lage, Marcos
Lista, Humberto (2)
Londres
López, José Ramón
Loret de Mola
M
Mabel Longres
Machín, Libia
Maeda, Masato
Mandy (Armando Rodríguez Rivero) (2)
Mandy Gutiérrez
Marcelino Gutiérrez
Marco Antonio Pérez (2)
María Antonia Campín
Maril, Emilio
Mariana Badel
Mario Iván Alvarez
Mata, José
Matoses, Máximo Ruíz
Mauricio Hernández
Medicuba
Melchor Gil
Miret, Pedro
Mitchel Valdés
N
NEC
Néstor del Prado
Néstor Flores (2)
O - P - Q
Ortognatrón
Osmel Torres (2)
Pablito Pérez (2) (3)
Pancho
Papas, las
Paquito Castillo
Peter Valdés
Piñeiro, José García
Pizarro, Francisco
Pizarro, Narciso
Plovdiv
Popi (Jesús Olivera)
Prensa, cobertura de
R
Ramos, Orlando (2)
Reloj Club, local del
RIAC-6
Rita Rodríguez Urquiza
Rodríguez, Antonio
Robaina, Roberto
Robertico García (2)
Robot, el
Roger Lima (2)
Romero, Orlando
Rossbach, Oscar (hijo)
Rossbach, Oscar (padre)
S
SCARA, robot
Sergio Pérez
SIME
T
Tanilo (Máximo Rivero)
Tomás
Tomasevich, Coronel
Torán, Juan Ramón
Torno, el
Tren, Simulador del
Triff, Hugo
U
Ulises Castillo (2)
Uniforme, el
V
Valko Mitev
Vals, Dr. Orlando
Vals, Luis
Varona, Roberto
Vedado, local del (2)
Venero, José
Vicentín Lanz
Viciedo, Gilberto (2)
Víctor Padrón
Villo (Evidio Díaz)
Viviana Hernández
W - X - Y - Z
Wenceslao Martínez, Dr.
Xestek
Zayas, Alfredo