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Las Ilusiones Perdidas
Mandy en el 1991
Algunas Consideraciones sobre el Término "Ilusión"
Desilusionar es bastante difícil, una vez que una ilusión ha prendido no es fácil su desarraigo. Como el hombre enamorado que no es correspondido, siempre alberga una esperanza, siempre cree que los repetidos indicios, que para el resto del universo son prueba evidente de desamor irremediable, no representan eso que parecen y que todo puede cambiar para bien de sus aspiraciones. La ilusión hace que el corazón encuentre explicación para lo que la razón no puede.
No sólo el amor genera ilusiones, toda obra es el resultado de una ilusión. Sólo el arraigo de una ilusión logra la perseverancia que requiere el éxito. Claro que hay ilusiones que no culminan, Charles Babbage murió sin conseguir su inalcazable computadora mecánica, otros, en raptos de objetividad, logran abandonar antes del final de la vida pero tienen que enfrentar algo terrible, la desilusión.
Mientras más tiempo y esfuerzo se emplea en materializar una ilusión más difícil resulta la objetividad, funciona aqui por tanto el efecto "poker". Este es el mecanismo que opera sobre el jugador de poker que ha percibido que su mano tiene escasas posibilidades, pero no se resigna a perder lo ya apostado y sigue aumentando la apuesta.
Una desilusión implica más dolor que, por ejemplo, dejar de fumar, pero una vez superada la etapa uno se cuestiona cómo no lo hizo antes. De pronto, como en una revelación, todo se explica con argumentos sencillos y la desilusión se reafirma por minuto. La razón siente un alivio pero queda el sabor amargo del fracaso, de la consciencia de haber errado, del tiempo perdido en ese autoengaño del que a nadie puede culparse. Recuerda uno entonces a aquellos de los que se separó por no compartir su ilusión, a los que quizá hasta hizo daño en su afán, a los que logró contagiar y que tendrán que pasar por la penosa cura.
La ilusión a que voy a referirme aquí es la ilusión de la Revolución Cubana. Esta fue para mí como un mal adquirido en la niñez por contagio: mi familia por parte de madre estuvo vinculada a la lucha contra el Batistato. Recibí aquel Primero de Enero como la victoria de "mi equipo", el de mi familia, el de mi mundo. Todos los que me rodeaban estaban llenos de ilusión. El contagio era general.
La lucha del grande contra el pequeño suele generar la solidaridad con el pequeño y, más por esto que por una comprensión verdadera de lo que sucedía en el terreno político y económico, me incorporé a lo que estaba a mi alcance incorporarme. Primero fue la alfabetización, después las actividades políticas en el instituto y el enrolamiento voluntario en el ejército.
Toda esta actividad pasó por la decisión de no abandonar el país cuando mi padre lo hizo en 1961. Mi determinación jugó un papel en la separación de mi, hasta entonces unida, familia.
Cuando en 1965 vi las primeras depuraciones en la Universidad ya había hecho una inversión lo suficientemente grande como para provocar el "efecto poker" y encontrarle una explicación a lo que en el fondo rechacé. Era culpa de las personas, no del sistema, quise creer. También consideré un fenómeno local en tiempo y espacio lo que sucedió en el ejército, como se utilizaba al partido que entonces se creaba en las fuerzas armadas para obligar a sus maltratados técnicos a que se quedaran como "cuadros permanentes", cómo se me pretendió enviar a Camagüey con el fin de castigarme con la pérdida de mis estudios por aclarar que no deseaba ser "cuadro permanente.
Logré revitalizar la fé profundizando en la teoría Marxista y entendiendo un poco más el proyecto del Comunismo Científico. No obstante, en mi afán de profundizar, hice preguntas que sirvieron para que el oportunismo de los "sargentillos políticos" de la época hicieran de las suyas. Aseveraciones "como que el idealismo es irrefutable con la discursiva" y "que el materialismo implica también un acto de fe" junto con preguntas como "¿no cae Marx en lo mismo que le critica a Hegel al decir que el Comunismo es el fin de las contradicciones antagónicas?" eran las de alguien que quería reafirmar su fé en el conocimiento profundo pero eran tomadas como alguien que dudaba. La duda es enemiga del dogma, pero por contradictorio que parezca en el socialismo la "Teoría de la Praxis", la antítesis del dogmatismo, se convertía ella misma en un dogma a catequizar. El apego a la ilusión logró que la comprensión de la dialéctica se confundiera conl a aceptación de su, también discutible, implicación, "el Comunismo".
La razón iba en su lógica aplastante hasta que tenía que cuestionar la "Revolución", hasta que ponía en peligro la ilusión, entonces era como si saltaran los circuitos de protección deteniendo el pensamiento.
La ilusión tuvo, a pesar de los circuitos de protección, sus momentos de crisis. El primero de ellos fue la "Ofensiva Revolucionaria" de 1968, nunca me pude explicar el cierre de los centros nocturnos, la ley seca, la eliminación las relaciones comerciales entre empresas, de los carnavales, la desaparición de las organizaciones estudiantiles no políticas, más depuraciones, la universidad sólo para los "revolucionarios", entendiéndose por esto "los que no expresen ideas contrarias a las oficiales", graduaciones en el campo para los físicos, los políticos en el Aula Magna y todo aquel oscurantismo que vino a tener alguna apertura en 1970, como válvula de escape al fracaso de la zafra.
Esa válvula, junto con que se produjo la deserción de los mencionados "sargentillos" devolvió presión a la ilusión. En aquel tiempo hubo corrientes renovadoras en la Escuela de Física donde ya trabajaba, se sustituyeron algunos de los textos soviéticos introducidos por los primeros graduados de la "Lomonosov" que nos llegaron por la "serie de los Berkeley" y el PSSC (Physical Science Study Commitee), por otra parte las escuelas de verano con los franceses insuflaron nuevos aires a la física del estado sólido, los valores del conocimiento de la física subieron y, como consecuencia, los míos también.
Fue por aquella época que viene segunda crisis, el viaje a Suecia. No fue el encuentro con la riqueza del primer mundo lo que generó la crisis, el intercambio desigual justificaba eso y hasta las falta de libertades de prensa y asociación podía explicarlo en términos de riqueza. Decía a quien atacaba las prohibiciones en los países socialistas que quien tiene poder sobre la gran prensa no le importa que alguien tire algunos miles de ejemplares de cualquier cosa diciendo lo que le plazca, decía también que el derecho de viajar implicaba dinero y hasta las libertades migratorias las justificaba con la fuga de cerebros. Si embargo, la gente de allí era más "gente" que aquellos cubanos de la misión llenos de intrigas y temores paranoicos. Conocí hasta americanos con una mente más abierta que la mía, más desinhibidos y mejor informados de todo. Me sentía más cómodo y seguro entre mis amigos suecos que entre los cubanos.
Nada hubiera pasado del plano teórico de no ser por la visita de mi padre a Suecia. Esto desató la mayor de las intrigas. El que yo deseara ver a mi padre constituía una "debilidad ideológica, una manifestación del espíritu pequeño burgués". Así decía el secretario del partido de la misión que trataba de convencerme de la justeza de su decisión de no permitirme ver a mi padre. Los suecos, que conocieron del caso, no por mí, no podían comprender que yo rehusara ver a mi padre después de 11 años, no les parecía que estuviera actuando como una persona. Unos cuatro años más tarde mi padre se suicidó. Aún así, la secuela de un posible contacto, del que nunca tuvieron más que sospechas, increiblemente me vetó para salir del país por unos 9 años, motivó que no se me permitiera defender en tres oportunidades mi doctorado y 18 años más tarde se usó como argumento para no dejarme ingresar al Partido.
Era común que a los antiguos combatientes de las FAR, el MININT los utilizara como informantes y yo no fui una excepción. Los primeros contactos me llenaron de orgullo, me sentía que me consideraban " de confianza" y sólo me pedían alguna información intrascendente sobre algún profesor extranjero, corria el año 71. Despúes de Suecia este vínculo se convirtió en algo insoportable que me obligaba a establecer amistades forzadas con los canadienses que estaban en el proyecto con la CUJAE. Se pretendía de mi que lograra intimidad con ellos a partir de una amistad totalmente fingida pero que en el fondo se les despreciara por ser, no ya anticomunistas, sino ideológicamente impuros. Estas relaciones a que me obligaban eran desaprobadas por las instancias políticas de la Universidad que desconocían su vínculo con la contrainteligencia y al final tuve que irme del MES. Esta época la recuerdo como la más infeliz de mi vida, las intrigas políticas en la universidad, la política del promocionismo, el abandono de los método modernos de enseñanza de la física (por no ser completamente compatibles con el materialismo dialéctico) y el "trabajito" llegaron a enfermarme de los nervios. Me enfermé pero no dejaron que me tratara con un buen médico, me pusieron uno del MININT al que tenía que ver de manera encubierta. Pienso que al final me curé solo. El verdadero origen de aquel cuadro clínico, de aquella infelicidad, era sencillamente el inicio de una desilusión.
La salida de la Universidad y el cambio hacia un ambiente industrial donde la persecución política de que había sido objeto así como "el trabajito" cesaron, volvió a darle fuerzas a la ilusión. Era una tormenta en un vaso de agua; la Universidad no era la Revolución, pensé" y las cosas que estaban mal allí se iban a arreglar. Mis valores resaltaban más en mi nuevo centro de trabajo que en el anterior. El Quijote volvió a la carga, me lancé a defender un trabajador contra unos politiqueros del sindicato y el partido del CNIC, les puse "de cabeza" una asamblea demostrándole que lo que querían hacer estaba en contra de lo que decía un periódico "Trabajadores" que tenía en la mano. Les gané, y al politiquero que me miraba amenazante le pude recordar que era un "rajao" de los que no se fue al ejército en el llamado a las "Armas Estratégicas" y que mejor no se metiera conmigo. En fin me sentí que podía ayudar a arreglar las cosas y que éstas tenían arreglo.
Comienza una nueva etapa donde, a pesar de toda la historia, la ilusión se fortalece como nunca antes. Adopto la táctica de lograr que las cosas se aceptaran por la fuerza de los hechos y no por una discusión de principios. Las batallas, ganarlas en el trabajo y no en las asambleas y discusiones. Los logros en las creación y desarrollo de EICISOFT reforzaron la ilusión, pensé que podría modificar el socialismo con los éxitos logrados bajo métodos más espontáneos, más decentralizados y más orientados a la rentabilidad.
Cuando después de algunos éxitos en el terreno de la computación médica y la robótica, Fidel Castro nos visitó en noviembre de 1987, estuve convencido de que había logrado alcanzar la influencia que me permitiría generalizar los principios que a mi juicio habían sido la clave de nuestro éxito. Pensé que había vencido en contra de los paladines del centralismo, el INSAC, el MES y la Academia de Ciencias; interpreté que la dirección del Partido me había dado la razón y que iba a participar, con un papel relevante, en una rectificación que iba a dejar detrás todo aquello que nos frenaba y oprimía. No comprendí que realmente con la llegada a la cima había comenzado la última y definitiva desilusión.
La Gran Desilusión
EICISOFT me acercó a muchos dirigentes del equipo de gobierno. Con el primero que tuve un acercamiento fué con Marcos Lage, entonces Ministro de la Sideromecánica. Gran técnico, trabajador y, aunque padecía de favoritismos, pienso que era un buen empresario en el medio en que se desenvolovía. Pronto pude percatarme que Marcos Lage no era la regla sino más bien la excepción (años despues fué destituido misteriosamente por razones nada convincentes).
Una de las primeras desilusiones fue Guillermo García cuando era nada menos que Ministro de Transporte y Vicepresidente de la República, este debe ser un guajiro inteligente, me dije. Pero aunque a la sazón sólo rebasó al consciente que lo que pasaba era se había vuelto loco, realmente a la luz de hoy veo que era más bien el producto de años de corrupción, de un poder que nunca correspondió a su desarrollo sino más bién a una proclamada incondicionalidad a Fidel. Le gustaba escucharse decir frases, frases vacías, repetidas de algún asesor o totalmente absurdas y no le faltaba el "guataca" que las escribiera en su agenda como algo trascendente, con el comentario implícito de que "el genio ha hablado". Pero el mismo Fidel, al llamar siempre a sus detractores "grupusculos", "microfracción", "pandillas de bandidos" o "algunos delincuentes"; nos inculcó a nosotros, sus seguidores, el truco para no desalentarnos ante estas evidencias: "son cosas muy locales"; "son meras etapas"; "son sólo algunos pocos".
EICISOFT también me acercó a altas instancias del partido, sobre todo al departamento de industrias y en menor escala al de ciencias. Me sentí orgulloso cuando pude conocer a Pedro Miret y más aun cuando éste ya me empezó a conocer a mí, pero cuando ya de forma repetida veía que se pronunciaba sobre temas menores en foros importantes, hablaba prolongadamente sin idea central y priorizaba asuntos irrelevantes, el orgullo se torno en algo así como compasión por quien ha perdido facultades, pero en el fondo también albergaba preocupación por su influencia y poder. Tampoco Mainegra ni su aparato me infundían confianza en sus proyecciones, siempre estaban vinculados a las opiniones más retrógadas, estaban siempre muy vinculados a los personajes más oscuros de cada organismo, representantes de todo lo que a mi juicio había que rectificar. Me aliviaba el hecho de que muchos personajes de la dirección del ministerio y hasta del MININT y las FAR tenían opiniones similares, de los mencionados y sus aparatos. El comentario era que "siempre estaban despistados". Pero cómo iban a estar despistados si eran el mismísimo Partido, su Comité Central, o es que el que estaba "despistado" era precisamente el Partido.
Yo mismo impulsé la creación del núcleo del Partido en EICISOFT con la idea de buscar un apoyo adicional a nuestra gestión por esa vía. EICISOFT se batía contra la administración corrupta de la UEPEM (Unión de Equipos Médicos) y para esto requería de utilizar todas las armas a su alcance y se pensó utilizar también la vía del partido en ese empeño, a pesar de que uno de los personajes más corruptos era el propio secretario organizador del núcleo de la UEPEM. Sin embargo, en cuanto cambiaron los tiempos y desapareció esa lucha, el núcleo se convirtió en un centro de conspiración en contra de la dirección que había ganado relevancia después de la visita del Comandante. Desde antes de la formación del núcleo traté de ingresar en el partido no sólo para lograr al menos estar de oyente y evitar así la conspiración a mis espaldas, sino porque sinceramente creía que con esto aumentaba la influencia de mis ideas. No fue posible, caminaron todo tipo de calumnias y seudo argumentos hasta la instancia de la provincia y no lo logré.
El Partido es una organización monstruosa donde, aún contando con alguna gente buena, reina la demagogia y el oportunismo. Dentro del partido los mecanismos son tales que se promueve lo peor, lo más mediocre, lo más oportunista o lo más demagogo. Se dice que "controla", pero esto realmente significa que autoriza, veta, quita y pone pero nunca es responzable de los fracasos. Los aciertos son de "los factores" las deficiencias sólo de la administración. Contrario a las consignas, el "fortalecimiento de la administracion" ha llevado a un debilitamiento de la autoridad de la misma. Conozco directores que, como yo, llevan a cabo su tarea "toreando" los obstáculos que genera esta situación, pero sin ver, o tratando de no ver, que no se puede vencer en esa lucha sin derrotar "al Partido".
Sin embargo, el movimiento hacia la verdad es caótico, el conocer a Carlos Lage fortaleció mi fe como nunca antes. Era alguien sumamente inteligente con una asombrosa, rayana en lo circence, capacidad para sintetizar. Era capáz de resumir en unas frases una conversación de par de horas sin que omitiera nada importante y con absoluta fidelidad a la esencia. Con una modestia ejemplar y una capacidad de trabajo asombrosa.
Tenía también algunas características de ésas que se pueden encontrar entre los religiosos más devotos, en el sentido de encontrar cierta realización en el autoflagelamiento. Compartió con nosotros el trabajo de la construcción del centro, se mezclaba entre los constructores del contingente como uno más. Pero el problema es que no era uno más, y los menos escrupulosos se le acercaban a pedirle que les resolviera toda suerte de problemas personales. Estos problemas eran canalizados satisfactoriamente en su mayoría, lo que le procuraba una leyenda "buena gente".
Carlos Lage parecía compartir todas mis preocupaciones y criticaba con ácida ironía a ministros, viceministros y cuadros administrativos y políticos de todas las instancias. Sin embargo era absolutamente irracional con todo lo que se relacionaba con Fidel. Era capaz de desplegar la más profunda capacidad de analísis en relación a cualquier problema de implementación de una tarea pero defendía a ultranza, sin permitirse la menor duda, y, por tanto, sin análisis, un planteamiento de Fidel. Era como un monje que adoraba a su dios. Cualquier cosa podía ser discutida mientras no entrara en contradicción con dios, lo que descartaba todo tema fundamental o sea de caracter no operativo.
Las actividades alrededor del llamamiento al Cuarto Congreso contituyeron una luz de esperanza a los que aún teníamos fe y en EICISOFT había algunos. En la asamblea, de forma ingenua, algunos compañeros se proyectaron como pensaban, algunos meses más tarde los planteamientos hechos llegaron a Carlos Lage, que apareció en EICISOFT con todo una delegación del Comité Central como una nueva edición de "Torquemada" y logró que los compañeros se "retractaran" de sus opiniones. Realmente todos valoramos que esa atención de la más alta dirección del pais nos distinguía y hasta nos honraba, pero al mismo tiempo con ella se nos escapaban las ilusas esperanzas de democracia y de una verdadera rectificación que se generaron con el "llamamiento".
A partir de ese momento me pregunté cuántas cosas no habría aceptado como un acto de fé y empecé a reconsiderar todo aquello que había considerado como válido y a escuchar opiniones que antes censuraba sin escuchar. Con sorpresa pude comprobar como muchos compañeros que siempre habían compartido mi fe, ya también en mayor o menor medida la habían perdido, me preguntaba si esto había sido así siempre y no me había dado cuenta o era que todos estabamos atravesando los mismos conflictos de conciencia.
Una vez Perdida la Ilusión Viene el Cuestionamiento
En un proceso de desilusión se entran a cuestionar toda una serie de opiniones y criterios, se descubre que muchos "teoremas" eran realmente axiomas que representaban más a la fé que a la razón.
La fe en el hombre
Uno de los principios en que más se apoyaba mi fé es el de creer que efectivamente el hombre podía modificar su naturaleza hasta hacerla afín al comunismo. Es decir alguien que trabaje sólo por el gusto de trabajar, que no aspire más que satisfacer sus necesidades y que trabaje con voluntad aún teniéndolas satisfechas, que ponga lo intereses sociales por sobre los individuales.
Curiosamente lo más cercano que conocí a este tipo de hombre no era de origen socialista sino que fué el japonés. En efecto es un rasgo común entre los japoneses el culto al honor y la honestidad, hombres que se consagran a una obra y se apasionan por su trabajo, nadie tiene que vigilar que se trabaje con intensidad y calidad. En Japón se utilizan muchos métodos del socialismo, como las emulaciones, los estímulos morales a la inventiva en el puesto de trabajo, movimientos por la calidad total y hasta asambleas de producción. Lo contradictorio es que allí es donde único he visto funcionar a estos métodos y en el socialismo nadie los ha podido hacer funcionar.
Creo que hay dos elementos, la posibilidad de progreso material y el sentimiento de inseguridad en la retención del bienestar logrado, que cuando se suprimen, el estímulo para el trabajo y la creatividad, a la corta o la larga, se suprimen también junto con los primeros. En el socialismo, por más que se haya querido crear artificialmente, nadie puede progresar indefinidamente con su buen trabajo y el trabajo mediocre nunca es motivo para perder lo alcanzado. El desarrollo de algunas sociedades hace que estos móviles, que son muy evidentes y directos en las más atrasadas, se intelectualicen y se oculten detrás de patrones de comportamiento complejos. Pero pienso hoy que aún en la sociedad japonesa, si desaparecieran la posibilidad de progreso y ese lejano riesgo de democión o cesantía, desaparecería toda esa eficiencia, creatividad y calidad que hoy la caracteriza.
Me pregunto por qué el hombre va a tener intrínsecamente esas características que en nada hubieran contribuido a su supervivencia como especie. Porque se insiste en plantear que el hombre es "bueno" por naturaleza y que es la sociedad capitalista en la que se desarrolla la que lo deforma y lo hace "malo" cuando no se ha logrado hacerlo ni un poquito mejor después de generaciones en el socialismo.
El hombre en el socialismo es como el animal de zoológico; tiene sus problemas de supervivencia resueltos pero no es feliz y si le abren la reja escapa, por otra parte esa seguridad le ha hecho perder facultades y es posible que ya no pueda vivir en libertad, no obstante escapa si se lo permiten aunque lo haga hacia la muerte. La felicidad no la determina el bienestar sino su velocidad de cambio, el acto de properar.
Pienso que el socialismo requiere de caracteristicas en el hombre que son contrarias a su naturaleza. No es que el hombre sea malo por naturaleza, el león tampoco lo es, simplemente son como son.
Territorio libre
Nada era más trabajoso para el mantenimiento de la fe que convencerme que vivía, a pesar de todo lo que diariamente me demostraba lo contrario, como un hombre libre.
Se es libre: para "estar de acuerdo"; de informarse de lo que se quiere que se este informado; de cumplir con lo obligatorio; en ocasiones, de abandonar el país, pero renunciando a todos sus bienes y a no regresar jamás; de ejercer el voto secreto y directo por el "delegado de la circunscripción", que es el cargo público con el poder político más cercano a cero del mundo, no obstante, ni siquiera ese riesgo puede correrse y se garantiza en asamblea pública que el candidato sea lo más anodino posible, como sólo se puede divulgarse una biografía de unas 500 palabras (que no puede incluir opiniones ni programa) el voto se produce con desconocimiento de las proyecciones y los criterios del candidato.
La sensación más evidente de opresión se siente cuando se viaja, primero ese alivio interior que se siente cuando uno pasa ese último chequeo de aduana donde cualquier detalle estúpido puede impedir el viaje, y le preguntan a uno que si lleva divisas y que si está autorizado a sacar discos de computadora después de que inmigración chequeó y contrachequeo ese pasaporte recién actualizado y que perderá su validez en cuanto vuelva a entrar al país; a continuación la tranquilidad que se siente, y que la fe le impide reconocer de forma explícita, cuando se llega a un aeropuerto de país no socialista y los trámites son mínimos y expeditos, donde uno no se siente un delincuente perseguido a pesar de portar un pasaporte "enemigo"; por último cuando se regresa, después de haber sido persona por un tiempito, y se choca de nuevo después de una larga espera de maletas y de una larga cola, con una aduana que le revisa hasta los calzoncillos sucios, le confisca periódicos, revistas, cintas no vírgenes de cualquier cosa y que lo hace sentir a uno como un contrabandista encubierto.
La libertad de asociación es un chiste y la de expresión está acotada en marcos muy estrechos. Uno tiene la libertad de tener una opinión contraria pero sólo si se la guarda para sí y no trasciende fuera de sus círculos de mayor confianza, porque aunque se proclama que hay libertad de expresión, una, no ya contrarevolucionaria, sino a partir de la cual pueda inferirse algún descontento, inconformidad o malestar es suficiente para que se pierda el derecho a estudiar en la Universidad y hasta en el Pre. o Tecnológico medio. Se exige la ideología para trabajar en un centro docente, de investigación o cualquier otro que se estime como "especial". El hecho es que sólo se puede ejercer la libertad de expresión cuando se trabaja de peón en la construcción, la agricultura o cualquier otro escalón igualmente bajo en la escala laboral. En ocasiones hasta la no expresión compromete, uno se ve obligado expresarse a favor de alguna declaración oficial en uno de esos "mítines" orientados, o en los llamados "circulos de estudio" donde se le meten el dedo hasta lo más profundo para ver si uno se proyecta, o para no señalarse tiene que dejarse arrastrar en un acto de condena o repudio.
No existe, y así se declara de manera explícita, la libertad de prensa y el control sobre la información que se divulga por los medios masivos es absoluto, uno aceptaba esto por el aquello del país poderoso que maneja los medios de difusión etc., pero uno se preguntaba en el fondo que si es tanto el control, como es que se le arman esos escándalos al gobierno y lo tonto de ese mecanismo simplista, que siempre se nos ha propuesto, de que un periódico publica la opinión del dueño.
Por otra parte en Cuba la autorización para trasmitir por radio está muy controlada, pero el colmo es que la recepción esté regulada también. Se prohibe tener una parábola para recibir TV e información de satélite, cosa que hoy muchos tienen en el mundo. Pero no sólo a un particular sino que es altamente difícil que se autoricen a una empresa estatal aún cuando pueda justificarlo funcionalmente. Hasta las películas de video que se graban por las coorporaciones deben ser aprobadas por el partido a nivel central. A qué se le tiene tanto miedo si se está convencido de que se tiene la razón y de que se cuenta con el apoyo del pueblo, si "nuestra ideología" es la más fuerte por qué evade la confrontación.
La libertad de culto es algo que después de haber estado largamente bajo una velada represión se ha puesto de moda después de que las organizaciones cristianas han hecho manifestaciones de apoyo. Aquí se fue especialmente radical en eso, se entendió hasta hace muy poco que un creyente no debía ser maestro, el haberse casado por la iglesia o haber bautizado un hijo era una mancha en el expediente de un "revolucionario" y Cuba fué el único país socialista donde se suprimieron las fiestas navideñas, reyes y semana santa que eran más tradicionales que religiosas, por lo que la aceptación ahora de religiosos hasta en las filas del partido apesta a oportunismo.
El fomento del turismo en presencia de una moneda nacional no convertible y casi totalmente devaluada hace que el acceso de los nacionales a los centros turísticos no pueda tener un control económico, como en todos lados, y tenga que ser por prohibición directa. Los mejores hoteles, supermercados y centros de recreo son lugares a donde un cubano no tiene acceso a no ser que un extranjero lo lleve. Un cubano residente es un ciudadano de quinta en su propio pais, no le esta permitido tener un pasaporte ordinario habilitado sin perder los pocos derechos que le quedan, ni puede tener dinero convertible o un arma para su defensa, tampoco puede sin un permiso especial, para lo que hay que ser "muy de confianza", salir a pescar en un bote, dedicarse a la caza en tierra o submarina.
El cubano que le toca por su trabajo atender a algún extranjero choca con esa realidad de forma dolorosa, el atendido es el que tiene que procurar el acceso del "anfitrión" cuando éste debe acompañarlo a alguno de los lugares con acceso prohibido a cubanos, no puede tener una atención personal, es decir no puede corresponder, de manera no oficial, a ninguna atencion. Es que no hay tal igualdad, un extranjero en Cuba es más que un cubano aunque el primero sea un mensajero y el cubano un ejecutivo.
Pasa un mal rato también ante las preguntas de ¿para qué están esos policias en las embajadas? ¿Cuánto ganas,¡Eh!, pero eso viene siendo unos 10 US $ al cambio extraoficial? ¿Como explicar la libreta de treinta y tantos años? y menos mal que no llegará a saber de las brigadas de acción rápida y de que existen sólo para encubrir la acción de agentes del MININT expertos en artes marciales vestidos de civil.
A principios de la revolución se "abrieron las playas para el pueblo", esto quizo decir para los entonces desposeidos. Hoy se vuelven a cerrar, esta vez para todos los cubanos. Si justificamos hoy esa restricción a la libertad como necesaria para el desarrollo, entonces aquellas primeras leyes que cambiaron de un plumazo toda la superestructura vigente, sin producir los cambios indispensables en la base económica, eran pura demagogia.
En Cuba se cerraron los prostíbulos, se proscribió la pornografía, al punto que puede ser penada la mera tenencia y cuando "La Ofensiva" el puritanismo fué total; la ley seca, cerrados los Clubs, Cabarets, hasta las posadas. En el socialismo el hombre no tendría la libertad de tener esos "vicios". Sin embargo hoy hay tolerancia para que las "jineteras" y "putos" atiendan a los turistas, el socialismo ya no prohibe prostituirse, sólo le prohibe a los cubanos acceder a la prostitución, eso es sólo para ciudadanos de cuarta en adelante.
La libertad ha llegado incluso a ser un término evadido en la jerga oficial, solo se oye hablar de libertad a la oposición, pero cuando el discurso requiere de su empleo, éste junto con el término democracia se les antepone el adjetivo de "verdadera" para lo nuestro y uno se pregunta "de qué soy libre?", o sea "que tengo derecho a hacer sin que medie la autorización o tolerancia de alguien?", que puedo hacer por el simple hecho de ser un ciudadano, no por ser "muy de confianza.
¿Dictadura del Proletariado?
Algo que ocurría desde que en Cuba oímos hablar de comunismo por primera vez, pero que sólo después del derrumbe del campo socialista se hizo evidente, era que en cada país socialista, invariablemente, había un dictador vitalicio. La persona que en el socialismo afincara el poder tenía todas las facilidades para no soltarlo jamás y en Corea del Norte se va a ir algo más allá de la dictadura vitalicia, pues el "Gran Padre y Guía", ya convertido en "abuelo", ha decidido pasar el poder a su hijo "El Querido Dirigente" . A medida que iba cayendo el socialismo en los distintos países nos enterábamos de las vulgares corruptelas y de las prácticas dictatoriales del depuesto.
El régimen socialista es centralista por esencia y tiende a concentrar el poder sobre una figura, el poder de ésta llega a ser tal que su voluntad es votada por unanimidad en todos los foros, todos se le acercan con buenas noticias, no recibe la menor realimentación del resultado de sus directivas.
La tal "dictadura del proletariado" no era más que una dictadura vulgar pero con el agravante de que el dictador controlaba todos los medios de producción, transporte y comunicación. En estas dictaduras se daba por primera vez el caso que no se aplicaba el destierro, tan usado por otros estilos de dictadura, al revés, aparecía el concepto de "salida ilegal del país" y las personas quedaban presas dentro del mismo. Parecían eternas, pero resulta que las dictaduras son improductivas y las molió un elemento, ese que según Marx determinaba en última instancia, la economía.
Ahora, se pregunta uno, ¿y nuestro carismático líder no estará sucio también?. Si algún día saliera todo a la luz, como en Bulgaria, Alemania, Rumanía, etc., no aparecerían pruebas de cosas sorprendentes como de que, sí estaba al tanto de lo de las drogas, que lo de Ochoa era otra cosa, de que el Ché se fue porque discrepaba con Fidel, o que se permitía lujos e inmoralidades que después en público criticaba o cosas aún peores. Con semejante control sobre los medios de difusión todas estas cosas pudieran ser ciertas y no trascender hasta después de la caída como ha sucedido con los otros dictadores depuestos.
Todas las dictaduras son malas, el jefe de estado, por genial y carismático que resulte, tiene que serlo sólo por un período corto y después cambiar. Jóse Camilo Celá, premio Nobel de literatura, a una pregunta de un periodista sobre su opinión de Fidel Castro dijo, "a los gobernantes les debía estar prohibido el carisma para poder evaluar su ejecutoria con objetividad", a una persona tan preclara le era difícil evaluar a un hombre tan carismático de forma objetiva. Una constitución tiene que impedir con el establecimiento de períodos límites para los mandatos que una personalidad con carisma pueda convertirse en un caudillo, que a la larga siempre degenera en vulgar dictador. Si algo bueno tiene la constitución del "Imperio" es que sus presidentes los son sólo por cuatro años y reelegibles una sóla vez.
¿Democracia Socialista?:
La "democracia de la unanimidad", es curioso que en este tipo de "democracia" todos los acuerdos se logran por unanimidad. Todas las modificaciones a la constitución o nuevas leyes que se presentan a la Asamblea Nacional son aprobadas por unanimidad de todos los diputados.
La unanimidad es tan increible como lo fueron aquellos "100%" de promoción de los estudiantes en el sistema nacional de enseñanza. La unanimidad en una votación, significa terror o ausencia de opciones. Es sinónimo, en cualquier caso, de dictadura no de democracia.
Nunca engañaremos al pueblo...
Así lo ha dicho reiteradas veces cada vez que se ve obligado a dar una información que requiere de su explicación. El es el único que tiene libertad para dar información por los medios. Ya son muchas las veces que se entera uno de lo que desde hace dias ocupa las primeras planas de los periódicos del mundo, cuando Fidel habla. Entonces da una información mínima de la misma antes de pronunciarse o dar alguna preparada respuesta pública y el peso del discurso cae en su respuesta.
Pero se va más allá de la mera omisión, la información suele ser tendenciosa y llamar a engaño. La revista Juventud Técnica tenía la directiva (cuando existía y existían los países socialistas) de publicar el 80% de Cuba y de los países socialistas y el resto podía ser del resto del mundo. La idea de con esto era, evidentemente, la de desinformar a la juventud sobre el estado de desarrollo tecnológico comparativo entre los dos sistemas. Esto es sólo un ejemplo del que tuve información directa puedo imaginar que no son distintos los procederes en el resto de los medios masivos.
Tuve la oportunidad de estar en México durante el encuentro de Guadalajara y pude ver como el consenso de las opiniones sobre Cuba y Fidel eran de que si bien EEUU debía abandonar su política agresiva contra Cuba y que ésta debía formar parte de Iberoamérica, a pesar de las evidentes diferencias con el resto de los paises, debía por su parte abandonar ese empecinamiento en un sistema económico fracasado y que se imponía una apertura democrática. Fidel fué calificado por Mario Soares de "dinosaurio pólitico perteneciente a una especie extinta de dirigentes". Sin embargo, en Cuba se reflejó que Fidel había sido el centro de la reunión y que no se cosecharon más que victorias para sus posiciones políticas. Esto no es omisión, no es tendenciosidad, es simplemente engaño.
Realmente el prestigio de que Fidel goza en el mundo se lo debe al desprestigio de los Americanos. EEUU no ha podido jugar peor esta partida. El bloqueo económico sólo ha servido para encubrir la ineficiencia del sistema, no sé qué sentido puede tener el bloquear económicamente a quien no tiene capacidad de compra. Fidel ha gozado de la simpatía que se siente de forma natural hacia el chiquito valiente que enfrenta al grande cobardón; ha ganado popularidad denunciando las fechorías de los Americanos en Latino América; se ha destacado señalando las inconsistencias de las posiciones de EEUU en en foros internacionales y hasta dentro de su propio territorio. Es en buena medida la pésima actuación de las administraciones de EEUU lo que más oscurece el carácter tiránico de su régimen y esto explica también en buena medida el apoyo que aun encuentra en el mundo entre personas amantes del progreso y la libertad. Quedan así preparadas las condiciones para que cuando estas personas visiten Cuba estén preparados para creer todo los que se les diga y a ni siquiera sospechar lo que se les oculte.
Internacionalismo o intervención.
Ante la petición de ayuda del gobierno de Angola, Cuba envió sus tropas para evitar que Sur Africa ocupara Luanda y promoviera la elección de Savimbi o de Holden Roberto, que eran los guerrilleros no socialistas. 20000 mil muertos más tarde, los cubanos se van de Angola y Savimbi es aclamado a su regreso a Luanda donde se postulará como candidato a la presidencia y es muy posible que triunfe en su empeño. ¿Representaba aquel gobierno de Angola la voluntad popular?, ¿Que papel jugamos en aquel país?. Si no fué beneficioso para Angola y Cuba tampoco dice haberse beneficiado, entonces, ¿para que?
Tampoco entiendo lo que Etiopía que ahora resulta que Menjistu, el que nos pidió ayuda militar, era impopular y huye del país al ser derrocado y como vulgar dictadorzuelo se refugia en Zimbawe a disfrutar de lo robado.
¿Para que fueron estas guerras?, ¿Que las diferencia de aquellas que llamamos intervenciones y que condenamos?, ¿Fueron acaso el precio que pagamos por la subvención soviética a nuestra ineficiente economía o fue quizá un buen escenario bélico para que nuestro estratega, nuestro "invencible comandante", ejercitara sus dotes?.
Que confianza tan grande tenía yo en la revolución que sin saber nada de lo que acontecía en esos paises estuve dispuesto y di mi conformidad de ir a pelear allá, sin dudar por un momento en que era lo justo. No fuí pero me erizo de pensar lo que pudo haber sido, me pregunto entonces, ¿y los que fueron, los que vieron morir, los que tuvieron que matar, que sentirían si llegaran questionarse esto?
Me hago muchas más preguntas
- ¿Qué hago yo al frente de una institución lo que, dadas las reglas del juego en Cuba, implica que comparto la ideología oficial?
- ¿Qué hago yo participando en reuniones del Partido Provincial donde se dilucidan los métodos más efectivos para reprimir cualquier manifestación de inconformidad, evitar las desersiones, etc.?
- ¿Qué hacer cuando tengo que participar en las recepciones del Consejo de Estado?
- ¿Qué hacer cuando la Prensa o los medios me entrevistan?
- ¿Qué aconsejo a mis hijos, o no aconsejo?
- ¿Cómo puedo escapar de esto sin provocar represalias, dada mi connotación, contra EICISOFT, mi familia y mi persona?
- ¿Cómo hacer para no herir a mis amigos de revolución y familiares que no dejo de querer y respetar aun cuando no compartan mi desilusión, y aun cuando no me reciproquen con la misma tolerancia ideológica?
- ¿Cómo, quien ha sido optimista toda su vida, puede vivir sin objetivos, sin aspiraciones, sin fé en un futuro mejor?
- ¿Cómo vivir cuando se tienen las ilusiones perdidas?